Los brazos espirales de las galaxias
¿Qué podemos hacer para comprender la forma de nuestra galaxia, en la que nos encontramos inmersos? Este es un problema sumamente complejo, contra el que pelearon grandes astrónomos como Jacobus Kapteyn, Bertil Linblad y Jan Oort, por citar algunos de los más importantes de comienzos del siglo XX. Galileo Galilei determinó que la Vía Láctea que vemos en el cielo es un enorme río de estrellas, sin embargo, era complicado establecer paralelismos con las nebulosas espirales que desde el siglo XVIII iban descubriendo los grandes observadores como Charles Messier o William y Caroline Herschel. Observando cuidadosamente nuestros vecinos cósmicos, mientras al mismo tiempo trazábamos estadísticas de nuestro vecindario estelar fue posible finalmente, y en tiempos relativamente cercanos, determinar que nuestro hogar no era tan diferente de los que vemos en el cielo.