Saramago suele decir que España y Portugal son como dos hermanos siameses que nacieron unidos por la espalda y que jamás se han visto las caras.
Comparten casi 1.300 kilómetros de frontera, a la que se llama raya.
Ha habido momentos dramáticos.
Por ejemplo:
“Anno de 1654” (Libro de Difuntos nº 1 de Cerralbo (Salamanca))
“En veynte seys de Nobiembre de 1654, yo el Bª Sr. Francisco García, en Cerralbo y sus anexos, enterré a dos hombres del Reyno de Portugal que trajeron los vecinos del lugar, uno muerto y el otro en actitud que pudo recibir los Santos Sacramentos. Dixeron los vecinos eran gente que venía a urtar y sería causa de haberles matado. Dixo el que vino vivo llamarse Domingo Rodrigues, hombre de mediana estatura de edad de treynta y tres annos poco más o menos, barbicastaño, de poca barba y ser cassado, natural de Lamego, el otro declaró el dicho Domingo Rodrigues, llamarse Domingo Gonzales, hombre alto de cuerpo, barbinegro de edad de 33 o 34 annos. Enterrónse con Misa de cuerpo presente y lo firmo fecha ut supra.
El Licenciado Francisco García.
Beneficiado”