El 10 de Diciembre se celebra el bicentenario del nacimiento de Ada Lovelace. La Biblioteca del Campus de Gipuzkoa, en colaboración con la Facultad de Informática, se suma a esta conmemoración con la organización de la exposición bibliográfica "Ada Lovelace 200", presentando algunos libros y artículos que tratan tanto sobre la figura de Ada como sobre la participación de las mujeres en el desarrollo de la informática, de otras áreas de la tecnología e ingeniería e incluso en la investigación científica. Se trata de poner en valor las aportaciones de las mujeres a la ciencia, algo que suele quedar relegado en la sombra y que no cuenta con la suficiente visibilidad.

Ada Lovelace imaginó en el siglo XIX lo que estamos viviendo en nuestra era digital y la podemos considerar un modelo ejemplar en el mundo de la tecnología. En un artículo publicado en 1843 habló de un mundo en el que las máquinas programables serían esenciales para el progreso de la ciencia y que, incluso, podrían servir para crear arte y música. Apasionada de las matemáticas, se enfrentó a las convenciones que dominaban la época victoriana. Se interesó por la máquina analítica de Charles Babbage, escribiendo varias secuencias de operaciones para resolver un problema algebraico, por lo que se la considera como la primera programadora de la historia. Su principal aportación son las notas que añadió en la descripción de la máquina analítica al traducir al inglés el artículo de Luigi Menabrea sobre las características de esta máquina. La aportación de Ada es haber entendido mejor que el propio Babbage los potenciales y las limitaciones de la máquina, con declaraciones visionarias.

Como complemento a la selección bibliográfica también se puede consultar en la Biblioteca la exposición titulada "De la sombra a la visibilidad. Las mujeres, creadoras de tecnología", elaborada por la Comisión de Igualdad de la Facultad de Informática y el Grupo e-makumeak. Esta exposición quiere dar a conocer las aportaciones de las mujeres en el desarrollo de la informática, en especial en las áreas del software y de las aplicaciones prácticas de los ordenadores, que quedan ensombrecidas por la historia de la computación al centrarse sobre todo en la descripción de las primeras grandes máquinas. Un homenaje a las mujeres que no han recibido el necesario reconocimiento y una forma de ayudar a superar los estereotipos.