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La ratio de zurdos en las sociedades cazadoras-recolectoras se mantiene desde la Prehistoria

Eder Domínguez estudia en su tesis la lateralidad a través del análisis de la industria lítica

Fecha de primera publicación: 06/10/2017

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Eder Dominguez Ballesteros, doctor internacional por la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, ha estudiado en su tesis la lateralidad de las poblaciones prehistóricas a través de la industria lítica. La tesis de este investigador del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la UPV/EHU lleva por título ‘Evaluación arqueológica del proceso de lateralización. Determinación cuantitativa de la lateralidad poblacional, desde los neandertales hasta la actualidad', y ha sido dirigida por los profesores Álvaro Arrizabalaga, del citado departamento, e Ignacio Martínez, de la Universidad de Alcalá de Henares.

"Los útiles prehistóricos -explica Eder Dominguez- constituyen una fuente de información muy valiosa para conocer cómo era la vida de nuestros antepasados, pero también para entender cómo se comportaban y cómo pensaban. Debido a que es la mente la que crea el útil, podemos tratar de obtener información sobre la cognición humana a través del estudio de las industrias líticas". Así, el estudio de los útiles prehistóricos se puede completar con análisis que incluyan enfoques etológicos y cognitivos, que permitan extraer información adicional a la que se obtiene de un estudio puramente tipológico. Siguiendo ese razonamiento, en las últimas décadas se han incrementado los estudios que analizan la lateralidad de las poblaciones prehistóricas a través de la industria lítica.

La lateralidad es una cualidad que presentan algunas especies y que consiste en asignar roles diferentes a cada lado del cuerpo en el momento de realizar una tarea determinada, otorgando a uno de ellos mayor dominancia. "Estos estudios tratan de aportar información al conocimiento de las asimetrías cerebrales y al desarrollo del lenguaje durante nuestra evolución, ya que guardan una fuerte relación con la lateralidad", comenta el nuevo doctor.

El estudio llevado a cabo por este investigador parte del análisis de sociedades prehistóricas del Neolítico y Calcolítico (sociedades productoras), "que permiten analizar cómo influyen los factores culturales de la lateralidad poblacional", para continuar estudiando sociedades formadas por neandertales, ya en el Paleolítico (sociedades cazadoras-recolectoras). Para realizar la investigación, ha desarrollado dos métodos. "El primero nos ha permitido deducir la lateralidad de un productor de hachas a partir de la morfología del corte de un hacha pulida, aplicable a materiales neolíticos y calcolíticos; el segundo, nos ha permitido establecer la lateralidad del tallista a partir de lascas, mediante el análisis de unas fracturas que en ocasiones se desarrollan en torno al punto de percusión, denominadas fracturas parabólicas (parabolic crack). A partir de esos métodos, hemos establecido los niveles poblacionales de lateralidad en diferentes momentos de la prehistoria, y su comparación con los niveles poblacionales actuales de diferentes sociedades, que nos han permitido entender mejor las asimetrías cerebrales, su evolución y su relación con el lenguaje", indica el investigador de la UPV/EHU.

Hachas pulimentadas y lascas

Para el Neolítico y Calcolítico se han estudiado una gran cantidad de útiles pulimentados de diversos yacimientos ubicados en Bizkaia, Álava y Navarra. En total, se han analizado los restos de 36 yacimientos (14 en Bizkaia, 21 en Álava y uno en Navarra), siendo en los yacimientos del Embalse de Urrunaga, en Legutiano (Álava), y el del Pico Ramos, en Muskiz (Bizkaia), donde más cantidad de hachas prehistóricas se han estudiado (24 y 10, respectivamente). En cuanto a los restos arqueológicos paleolíticos, el investigador Eder Dominguez analizó los niveles musterienses del abrigo de Le Moustier (40.000 años), y del nivel VII de Grotte Vaufrey (200.000 años aprox.), así como la secuencia completa del abrigo de Axlor (Dima, Bizkaia).

En el caso de las sociedades productoras, períodos Neolítico y Calcolítico, se estudiaron 100 hachas pulimentadas, y en las sociedades cazadoras-recolectoras, Paleolítico, se analizaron 690 lascas (412 en Le Moustier, 28 en Grotte Vaufrey y 250 en Axlor). Los resultados obtenidos indican que "los niveles poblacionales de lateralidad para sociedades cazadoras-recolectoras son de una ratio zurdo/diestro de 3/7, mientras que en las sociedades productoras estarían ligeramente más lateralizadas con una ratio zurdo/diestro 2,7/7,3, con una proporción de diestros algo mayor", apunta.

«La población neandertal tenía una organización cerebral capaz de producir lenguaje»

Estas ratios distan algo de los de sociedades industrializadas, donde el porcentaje de personas zurdas varía entre un 5% y un 15%, dependiendo del nivel de industrialización. En cambio, son similares a los de sociedades cazadoras-recolectoras actuales. "A pesar de que existe un control genético de la lateralidad manual, cuestiones como la cultura, el estado socio-económico o incluso el sexo y la edad, influyen fuertemente en los niveles poblacionales y en la propia dominancia manual del individuo. Incluso el tipo de tarea que utilicemos para medirla, su naturaleza y su complejidad, influye sobre el sentido e intensidad de nuestra dominancia manual. Por lo tanto, debemos comparar con cautela la lateralidad manual de una población prehistórica con la de las actuales, y tener cuidado al contrastar las tareas con las que hoy en día se mide la dominancia manual (p. e. la escritura) con las que pudieran realizar nuestros antepasados", aclara Domínguez.

Así, en base a los niveles de lateralidad detectados en las sociedades prehistóricas, formadas por individuos homo neandertales, "podemos deducir que su organización cerebral era adecuada a la producción del lenguaje articulado. Pero, aunque se conoce la relación entre la lateralidad y el lenguaje, no puede afirmarse que los individuos de las poblaciones estudiadas poseían lenguaje, únicamente puede decirse que existe evidencia de una organización cerebral capaz de poseerlo", explica Eder Dominguez.

En un futuro, este método permitirá, mediante el estudio de más niveles arqueológicos, conocer la lateralidad en las poblaciones del pasado y su evolución a lo largo del paleolítico, para entender cómo han ido evolucionando las asimetrías cerebrales y aportar información al origen y desarrollo del habla en nuestro género.