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Comisión de Educación del Parlamento Vasco

Vitoria-Gasteiz 30-11-2020

Quiero agradecer a la Comisión de Educación del Parlamento Vasco que haya acogido positivamente nuestra petición de comparecencia. Como es conocido, la Universidad del País Vasco siempre ha respondido a todos los requerimientos que se han realizado desde esta institución, máxima representación del pueblo vasco. De la misma manera, nuestra voluntad ha sido solicitar una comparecencia en un momento como este, en el que concluye un mandato rectoral y tenemos la obligación de dar cuenta ante la sociedad vasca y ante sus representantes del trabajo que hemos desarrollado. La parte más importante de nuestros recursos procede del presupuesto público y, así como demandamos autonomía académica y de gestión, también nos sentimos comprometidos en responder de la actividad que hemos llevado adelante. La comparecencia de hoy, por tanto, es consecuencia de nuestro compromiso con la sociedad vasca y con sus instituciones.

Pero esta exposición queda mediatizada, o condicionada, por las circunstancias sociales y sanitarias que padecemos. La pandemia de la COVID-19 ha tenido un gran impacto en todas las facetas de nuestra vida, y la vida académica, por supuesto, no ha sido una excepción. En todo caso, haré alusión a la misma en un último apartado de mi intervención, realizando antes una revisión temática de la actividad de la Universidad del País Vasco en el período 2017-2020.

 

DOCENCIA

En el plano docente, hemos realizado un gran esfuerzo de adaptación a una sociedad globalizada, dinámica y cambiante. Es obligación de la Universidad atender a las necesidades académicas del momento, sin duda, pero también anticiparse, en la medida de lo posible, a las necesidades futuras. Eso supone diseñar una oferta académica y un modelo educativo ágiles y flexibles, porque el objetivo es formar profesionales capaces de responder a los retos de una sociedad que evoluciona a gran velocidad.

En ese sentido, uno de nuestros objetivos ha sido incrementar la excelencia de nuestra oferta académica. Digo incrementar porque buena parte de ella ya era excelente, pero sería faltar a la verdad si dijéramos que no había antes, y que aún no sigue habiendo, áreas susceptibles de mejora.

Voy a hacer una referencia telegráfica a diversas materias, dentro de este epígrafe, pero siendo consciente de que, detrás de cada una de esas menciones concretas, hay un ingente trabajo de cientos de personas: personal docente e investigador, personal de administración y servicios, y, a su lado, miles de alumnos y de alumnas que son el objetivo final de ese esfuerzo educativo.

Cuando este equipo asumió la dirección, la UPV/EHU disponía de dos másteres con la calificación Erasmus Mundus. Como saben, un máster que recibe esa calificación es reconocido en la Unión Europea como un programa de estudios internacional de alto nivel, impartido por un consorcio de universidades de varios países. Este curso ofertamos ocho másteres de esa naturaleza, lo que nos coloca en el grupo de las universidades estatales con un mayor número de posgrados que exhiben ese sello.

La vocación por la excelencia, vinculada a lo internacional, se combina con una respuesta a las necesidades presentes y futuras de la sociedad vasca en todos los ámbitos profesionales. De ahí que también hayamos potenciado las dobles titulaciones, pasando de impartir dos en el curso 2016-2017 a ofertar doce en este curso. Cabe destacar que, entre ellas, se encuentra la primera doble titulación impartida íntegramente en inglés.

Hemos impulsado de forma clara la formación dual. La formación dual es una modalidad docente que constituye una extraordinaria oportunidad formativa, al combinar el ejercicio profesional con la formación académica. El grado en Ingeniería en Innovación de Procesos y Productos, impartido en el Instituto de Máquina Herramienta, centro adscrito a nuestra Universidad, fue pionero en el estado dentro de esta modalidad. En los últimos cuatro años hemos puesto en marcha catorce titulaciones más en formación dual. Somos conscientes de que no es posible extender ese modelo a todas las disciplinas, y que un grado dual en Ingeniería en Automoción, por ejemplo, tiene un enorme potencial, mientras que otros ámbitos universitarios no son adaptables a ese modelo de forma automática, pero sí pensamos que aún hay un margen para extenderlo a otras áreas de conocimiento. Por nuestra parte, esta es una de las grandes apuestas que hemos realizado en el ámbito docente, en línea con lo que están haciendo universidades excelentes a nivel internacional.

Siguiendo en el ámbito de la docencia, hemos implantado cuatro nuevas titulaciones (La última de ellas, el grado en Inteligencia Artificial), así como adscrito dos nuevos centros: Goi Mailako Online Institutua y Elías Querejeta Zine Eskola. Me gustaría destacar, a ese respecto, que esa ampliación de la oferta supone también la atención a nuevas áreas intelectuales, a nuevas actividades. El cine es un ejemplo claro de esa actitud (no solo abierta, sino también inquieta en lo intelectual y en lo creativo) de nuestra Universidad y de nuestro proyecto académico.

Complementamos esta oferta con un amplio catálogo de cursos de formación en competencias transversales. La UPV/EHU está convencida de que la formación no se restringe a la transmisión de conocimientos, sino también de otro tipo de competencias, de hábitos de trabajo, destrezas emocionales y, por supuesto, valores éticos. Hemos querido prestar especial atención a ese aspecto durante el presente mandato. Estos cursos, junto con la organización por primera vez en los tres campus de los foros de empleo, buscan mejorar la empleabilidad de nuestro alumnado y su adaptación a un mercado laboral y profesional en permanente cambio. A las dos últimas ediciones han asistido alrededor de 255 empresas, con cerca de 850 ofertas de puestos de trabajo.

En el ámbito de los títulos propios (titulaciones, como saben, de posgrado que se vinculan a la formación a lo largo de la vida) se ha producido un aumento considerable, que se traduce en un incremento del 74% en el número de títulos propios impartidos.

En lo que se refiere al impulso de la empleabilidad, también hay que destacar la creación de la Unidad de Prácticas y Empleabilidad, que presta apoyo logístico a las facultades y escuelas en la gestión de las prácticas, tanto curriculares como voluntarias, desarrolladas por el alumnado de nuestra Universidad. En los últimos 4 años, el número de empresas colaboradoras ha aumentado en un 24%, lo que permite diversificar las 11.000 prácticas que realiza nuestro alumnado cada curso. En cuanto a las cifras de empleo, podemos constatar que, hasta hace muy poco tiempo, el alumnado egresado de la UPV/EHU mantenía una tasa de ocupación del 90% e incluso rozaba el pleno empleo en algunas disciplinas. Evidentemente, ello hace referencia a la situación anterior al confinamiento motivado por el estado de alarma.

La oferta formativa ha mejorado en excelencia, internacionalización, dinamismo y capacidad de respuesta a las necesidades sociales. Tras una reflexión profunda acerca de la orientación que debía tomar el aprendizaje de nuestro alumnado, hemos redefinido nuestro modelo educativo con el objetivo de afianzar el liderazgo de la UPV/EHU y ofrecer a la sociedad vasca una educación superior de máxima calidad. Todo ello bajo el paraguas de nuestro modelo educativo IKD i3, uno de los rasgos que identifican (e individualizan) nuestra oferta académica. Como saben, el modelo IKD i3 se fundamenta, básicamente, en la integración de la investigación y de los objetivos de desarrollo sostenible dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Para finalizar con el apartado de la formación, he de señalar que personalmente, no creo que el incremento en las matrículas deba ser objetivo prioritario de una Universidad. Menos aún en el contexto de un país como el nuestro, cuyos índices de natalidad son descendentes desde hace unas cuantas décadas, pero aun así debo remarcar también el importante aumento de las matrículas de primer curso de grado. Así, en los últimos cuatro cursos, se ha producido un incremento del 10% (de 7.712 a 8.509). Y si hablamos del incremento en las preinscripciones, que es lo que realmente refleja el atractivo de una universidad, este porcentaje alcanza el 14%. En el caso del máster las matrículas de primer curso se han incrementado en un 22%.

 

INVESTIGACIÓN

La investigación es otro de los grandes pilares en los que se apoya la actividad -y fundamenta la identidad- de la UPV/EHU.

En el marco del Plan de Investigación 2019-2022, hemos diseñado nuevas convocatorias dirigidas a fomentar proyectos de gran envergadura, con carácter multidisciplinar y en colaboración con entidades y empresas. Hemos favorecido el relevo generacional, a través de la incorporación de nuevas personas como investigadoras principales en muchos de los grupos de investigación consolidados. También hemos adoptado medidas para el apoyo a jóvenes investigadores e investigadoras.

Todas esas medidas tienen como fin cuidar el talento que desarrolla su trabajo en la Universidad, pero ello no es obstáculo para, del mismo modo, querer atraer talento externo a ella. Creo que ambas tareas son complementarias y que se potencian de forma recíproca: atraer talento externo es un estímulo para que el talento interno alcance su mejor desarrollo, y cuidar nuestro talento hace de la UPV/EHU una institución académica también más atractiva para el talento exterior. Con ese fin, colaboramos estrechamente con Ikerbasque y con los centros de investigación de excelencia, los BERCs, de nuestro entorno. El resultado más visible, más contundente, pero en modo alguno exclusivo, de esa política es la reciente contratación por parte de la UPV/EHU, en colaboración con el Donostia International Physics Center, del primer premio Nobel en nuestra historia, el físico francés Albert Fert, a la cual siguió, hace pocos días, también conjuntamente con el DIPC, la contratación de George F. Smoot, premio Nobel de Física. Les aseguro que esto representa una noticia de extraordinaria relevancia académica, que nos distingue entre las universidades del estado y que sitúa en parámetros totalmente distintos nuestra reputación internacional.

Una Universidad que aspire a la excelencia debe tener como objetivo irrenunciable desarrollar investigación de primer nivel y con proyección internacional. He dicho al principio de este apartado que la investigación no es solo un pilar de nuestra actividad sino también uno de los fundamentos de nuestra identidad. En este momento, la UPV/EHU capta cerca de 55 millones de euros anuales por investigación. Durante los últimos años, nuestra participación en el programa europeo Horizon2020 ha alcanzado un volumen de retorno cercano a los 24 millones de euros. Entre ellos, más de 17 millones (63 de los 84 proyectos concedidos) corresponden al denominado Pilar de Excelencia, establecido dentro del mismo plan. A este pilar pertenecen también los cinco prestigiosos proyectos del Consejo Europeo de Investigación (ERC) que hemos conseguido en los últimos cuatro años: han supuesto un retorno de 5,53 millones de euros. Hay que reseñar el gran aumento alcanzado en el programa Pilar de Desafíos Sociales de H2020: en el periodo 2014-2016 contábamos con un solo proyecto; en los últimos cuatro años se han desarrollado once. Por otra parte, nuestro empeño en potenciar el liderazgo femenino está dando sus frutos: en ese mismo Pilar de Desafíos Sociales, un 58% de los proyectos han sido liderados por mujeres.

En el ámbito de las publicaciones científicas (que es, como saben, uno de los indicadores fundamentales de la investigación universitaria, ya que el resultado de toda investigación se objetiva, en último término, en una publicación científica de orden internacional), en el ámbito de las publicaciones, decía, hemos incrementado en los últimos cuatro años en un 34% el número de artículos indexados en la Web of Science. Así, en 2019 superamos las 3.800 publicaciones, estando el 55% de las mismas ubicadas en el primer cuartil, es decir, en el espacio reservado a las revistas de mayor prestigio dentro de su correspondiente área de conocimiento.

Fieles a nuestro lema Eman ta Zabal Zazu, hemos impulsado una decidida política de acceso abierto en las publicaciones. En concreto, hemos pasado de 7.169 artículos en el inicio de 2017 a 19.497 en la actualidad, lo que ha situado el repositorio de la UPV/EHU en el puesto 280 de las universidades a nivel mundial. Ese es un elemento más que nos ha ayudado a ascender 100 puestos y a situarnos entre las 400 mejores universidades del mundo, según el reputado ranking de Shanghái. Esta clasificación es en la actualidad uno de los criterios de evaluación, reconocidos internacionalmente, más respetados y emblemáticos dentro del mundo universitario.

En la clasificación específica por ramas de conocimiento la UPV/EHU se sitúa en el tramo 51-75 de las universidades mundiales en Ingeniería Química, siendo, además, en este campo la primera del Estado. También aparece, de forma destacada, en Nanociencia y Nanotecnología, en Química, y en Ingeniería Metalúrgica, situándose en estas disciplinas en el tramo 101-150 de las universidades mundiales. En Ciencia e Ingeniería de la Energía, y en Ciencia y Energía de los Materiales, la UPV/EHU se halla en el tramo 151-200 de las universidades mundiales. Por último, en Matemática, Física, Farmacia y Ciencias Farmacéuticas, Ciencias de la Agricultura y Comunicación, la UPV/EHU se sitúa en el tramo 201-300 del ranking mundial.

A veces es difícil adquirir plena conciencia de cuál es el verdadero sentido de esas cifras que ofrecemos. ¿Qué significa situarse entre las 400 mejores universidades del mundo? El año pasado nos situábamos entre las 500 mejores. Hemos ascendido, por tanto, un tramo más en esa clasificación. Pero, ¿qué dimensión real adquiere esa posición? Quizás solo es posible tomar conciencia de ello si consideramos que en el mundo existen del orden de 20.000 universidades e instituciones de educación superior; repito: 20.000. Estar entre las 400 mejores (y en tramos, como decía, en que las últimas 100 de ese listado privilegiado se hallan en pie de igualdad) supone estar entre el 2% de las mejores universidades del mundo.

Esta circunstancia no solo supone mantener un puesto más o menos destacado en una especie de clasificación deportiva: tiene decisivas consecuencias en el espacio universitario internacional. He tenido la oportunidad de entablar nuevas relaciones, tanto de orden institucional como científico, con universidades de todo el mundo, y puedo asegurar que mantener una buena posición en el ranking de Shanghai o estar ausente del mismo determina de modo fundamental las posibilidades de colaboración con otras universidades, habida cuenta de la reputación que comporta esa circunstancia. Sé que desde la Universidad del País Vasco insistimos en la relevancia de ránquines de ese carácter, pero ello es así porque conocemos de primera mano las consecuencias que, en el orden universitario internacional, supone para cualquier universidad estar en uno u otro lugar de esa clasificación. Y no solo, como decía, para entablar relaciones institucionales o de colaboración científica con las mejores universidades del mundo, sino porque una buena posición en ese ranking también determina la reputación internacional de esa universidad y determina, por tanto, la reputación del título que ha obtenido en ella su alumnado. En último término, es el alumnado el gran beneficiario de esa mejora.

Por su parte, el Center for World University Rankings (CWUR), otro de los ránquines más relevantes del mundo, ha situado en 2020 a la UPV/EHU en la posición 358 del mundo.

 

TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTO

Íntimamente vinculada a la investigación, pero desarrollando una actividad que trasciende la misma y se proyecta directamente a la sociedad, está la transferencia de conocimiento.

Esta es un área en la que nuestra Universidad realiza un esfuerzo constante. En los últimos años se han incrementado en un 50% tanto los contratos de transferencia firmados como los ingresos obtenidos en este concepto. Cabe destacar que en 2019 (y remito a ese año la cifra porque 2020, aún en curso, ha sido un ejercicio anómalo por causas conocidas) firmamos 1.250 contratos con 681 empresas, administraciones y entidades sin ánimo de lucro, obteniendo un retorno de 11,55 millones de euros en I+D y en servicios tecnológicos. La producción de patentes prioritarias también se ha duplicado superando la cifra de 22 patentes al año al final del mandato; la transferencia a través de licencias para explotación de tecnologías generadas en la Universidad se ha cuadruplicado y, por último, estamos creando una media anual de cinco empresas de base tecnológica.

También hemos favorecido la consolidación de las 6 aulas universidad-empresa que ya existían, y la promoción de 15 nuevas aulas, entre ellas la primera aula tecnológica UPV/EHU-Tecnalia. Por otra parte, durante este mandato el emprendimiento desde los grupos de investigación, en forma de contratos y licencias, se ha convertido en una actividad habitual y ahora constituye una opción sólida de transferencia de resultados de investigación al mercado.

Otra forma de transferencia de conocimiento es la divulgación científica. Esta actividad, de aparición relativamente reciente en la vida universitaria (si la comparamos con las más tradicionales), se ha convertido en una de las herramientas más efectivas de relación de la UPV/EHU con la sociedad de su entorno.

La Semana de la Ciencia, Zientzia Astea, ha crecido en estos últimos años hasta duplicar su tamaño, convirtiéndose en la mayor iniciativa de promoción de las disciplinas STEAM entre la juventud de Euskadi. Esta iniciativa, junto con la gran labor que desarrollan la Cátedra de Cultura Científica, los Cursos de Verano y la aparición constante de nuestros académicos y nuestras académicas en los medios de comunicación, convierten la divulgación científica en una seña de identidad de la UPV/EHU.

A pesar de encontrarnos en un contexto económico y sanitario muy complicado, hemos impulsado el funcionamiento de tres grandes infraestructuras científicas: los centros Micaela Portilla, Martina Casiano y María Goyri. También hemos creado los laboratorios PharmaLabs 4.0, y consolidado el Centro de Fabricación Avanzada en Aeronáutica, inaugurado en 2017. Contamos en este último centro con 85 socios empresariales y hemos desarrollado en su seno 95 proyectos de I+D+i, considerando solo el primer semestre de este año. Además, hemos puesto en marcha el Centro de Tecnologías del Habla (HITZ), llamado a tener un papel muy relevante en el desarrollo de la inteligencia artificial en el País Vasco.

             

INTERNACIONALIZACIÓN Y CULTURA VASCA

Otro ámbito, al que ya he aludido tanto al hablar de docencia como de investigación, pero en el que ahora voy a detenerme, es el de la internacionalización. Quiero hacerlo, además, desde una visión dialéctica en relación con la identidad cultural y académica que nos distingue como Universidad del País Vasco. La universidad del siglo XXI se debe articular, en efecto, en una fecunda combinación de identidad y mestizaje, de ramas y de raíces: apertura al mundo y anclaje a una cultura. Creo que la UPV/EHU, como proyecto académico, es fiel a esa visión abierta que está impresa en nuestro logotipo.

Nuestra Universidad está desarrollando en estos momentos el Plan de Internacionalización de la Formación de la UPV/EHU, con un alcance para el periodo 2018 a 2022.

Hemos incrementado nuestra oferta de dobles titulaciones internacionales con 5 nuevas dobles titulaciones de grado y 10 dobles titulaciones de máster. La doble titulación internacional consiste en un programa formativo acordado entre dos universidades, una local y otra extranjera, tras cuya superación y el correspondiente reconocimiento de créditos, el alumnado obtiene dos títulos universitarios de grado o posgrado, uno por cada universidad.

Hoy impartimos 841 asignaturas de grado en idiomas no oficiales, 633 de ellas en inglés. En los últimos cuatro años se ha producido un incremento de más del 25% tanto en asignaturas de grado como de máster impartidas en dicha lengua.

Por otro lado, a pesar de la pandemia, la movilidad saliente del alumnado se ha incrementado en un 13%, y la movilidad entrante ha aumentado un 6%. Así, más de un 22% de nuestro alumnado participa ya en alguna experiencia internacional, habiendo superado, mucho antes de lo previsto, el objetivo del 20%, establecido por la Unión Europea para 2020. También mantenemos una intensa actividad en la Red Latinoamericana de Posgrados, y el Campus Eurorregional transfronterizo con la Universidad de Burdeos se ha consolidado, alcanzando el pasado curso la mayor implicación en número de miembros de la UPV/EHU a lo largo de su historia.

Debo destacar que, en una convocatoria dura y competitiva, hemos obtenido un respaldo de 5 millones de euros para ENLIGHT, el consorcio de universidades europeas que hemos creado con otras ocho instituciones de educación superior de alto nivel. De hecho, seis de estas universidades están ubicadas, al igual que la nuestra, entre las 400 mejores del mundo, y tres de ellas entre las 66 primeras, según el ranking de Shanghái.

Las nueve universidades de ENLIGHT compartimos una agenda sobre educación, investigación e innovación focalizada en cinco retos emblemáticos, que son claves para el bienestar social y la sostenibilidad futura. Son retos vinculados con al menos 10 de los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la Organización de Naciones Unidas, objetivos que se centran en los siguientes ámbitos: salud y bienestar; revolución digital e impacto de la digitalización; cambio climático; uso de la energía y economía circular; y, por último, equidad.

El esfuerzo de internacionalización se desarrolla manteniendo en paralelo el compromiso de la UPV/EHU con el euskera y con la cultura vasca. Un 98% de las asignaturas obligatorias de grado se imparten en lengua vasca, cuatro puntos más que en 2017. Hemos triplicado el número de títulos propios impartidos en euskera y aumentado en un 6% las tesis doctorales en nuestra lengua. De las tesis doctorales defendidas en euskera, más de la mitad son internacionales. Esa es la mejor demostración de que el binomio global-local forma parte de nuestra identidad, comprometida con la cultura vasca y abierta al mismo tiempo al resto de culturas.

En estos cuatro cursos, investigadores e investigadoras de la UPV/EHU han publicado más de 500 artículos científicos en revistas científicas en euskera. Se ha puesto en marcha la base de datos “Doktore Euskaldunak” y ya se han inscrito en la misma 700 doctores y doctoras de distintas áreas de conocimiento. También durante los últimos cuatro años, hemos publicado casi 300 libros de texto universitarios y unos 60 materiales didácticos en euskera, destacando, por su incidencia tanto en el espacio docente como en el ejercicio profesional, el Diccionario Jurídico-Hiztegi Juridikoa.

En el mismo plano de consolidación de nuestra docencia en lengua vasca, hoy el 61% del Personal Docente e Investigador ocupa una plaza con perfil lingüístico bilingüe castellano-euskera, 5 puntos más que a principios del presente mandato.

 

POLÍTICAS SOCIALES

Las políticas sociales son otro de los puntales del Plan Estratégico que, con una metodología participativa, diseñó este equipo para el presente mandato, pero esa condición no es algo nuevo en la política universitaria que desarrolla la UPV/EHU. Pensamos que nuestra condición de universidad pública no es un mero estatus jurídico o administrativo: es una condición que determina también la asunción de unos valores concretos. Así, la UPV/EHU no solo se define por enseñar e investigar, sino por hacerlo, además, desde una perspectiva integradora, atenta a las necesidades sociales y a los colectivos más desfavorecidos.

La enumeración de acciones específicas, en este terreno, sería larga y prolija. El desarrollo del III Plan de Igualdad ha supuesto la puesta en marcha de numerosas iniciativas concretas, entre las que destacaría la elaboración de un protocolo específico contra las violencias de género. El plan EHU Agenda 2030 incorpora a nuestro modelo de docencia, gestión e investigación los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Creo que la UPV/EHU ha llevado adelante una política muy activa en ese sentido y que se ha convertido, dentro de nuestro contexto institucional, en un referente de las políticas de inclusión y de feminismo que se llevan a cabo en el País Vasco.

Me atrevería a decir que el carácter referencial de nuestra acción en ese campo alcanza también cierto grado de reconocimiento internacional. Vuelvo ahora a los ránquines internacionales para hacer una sola referencia en ese sentido: la UPV/EHU ha participado por primera vez en el Ranking de Impacto Universitario The Times Higher Education, que evalúa el desempeño de las universidades en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El ranking Times Higher Education se configura desde criterios muy cuestionables (como su financiación parcial mediante fondos aportados por algunas universidades) pero ello hace aún más valioso que, sin tomar parte en esos acuerdos, y en su estreno dentro de esta evaluación, la UPV/EHU haya sido clasificada en el tramo 101-200 en la clasificación global. Además, está entre las 49 mejores instituciones del mundo en igualdad de género y entre las 59 mejores en producción y consumo responsables. Como he señalado más arriba, es un ranking muy cuestionable en el que no creo que podamos avanzar sin entrar en esos acuerdos a los que he hecho referencia y en los que, evidentemente, la UPV/EHU- y en mi opinión ninguna universidad- debería entrar jamás.

Las políticas sociales, decía al inicio de este apartado, despliegan su trabajo en múltiples direcciones. Así, el III Plan de Inclusión ha supuesto una ampliación de la actividad de la Universidad en esta materia: si el colectivo de personas con discapacidad era el foco de los dos planes anteriores, ahora se ha contemplado la acción inclusiva sobre otros colectivos vulnerables por razones socioeconómicas y de género.

Por otro lado, el programa para el éxito académico universitario Arrakasta, que se desarrolla gracias al apoyo de las diputaciones forales, es una iniciativa pionera que busca crear las condiciones favorables para que las personas jóvenes acogidas a los sistemas de protección a la infancia y adolescencia, y de inclusión social, puedan acceder a la Universidad y culminar con éxito estudios superiores. Su desarrollo está siendo satisfactorio y permite atender de forma eficaz a personas en contextos muy complicados y a las que se les ofrece la oportunidad de acceder a la Universidad y demostrar en ella su valía. En este momento cuenta con 19 estudiantes.

Y cito por último, en este apartado, dos iniciativas que afectan seguramente a colectivos numéricamente reducidos pero que destacan por los valores que las alientan. Así, el programa IkasLagun que se desarrolla en el Campus de Gipuzkoa y que ofrece, a través de estudiantes voluntarios y voluntarias de la UPV/EHU, refuerzo académico a niñas y niños que reciben atención y cuidado en el sistema de protección del territorio. O la exención del pago de la matrícula en la UPV/EHU, desde el curso 2018-2019 a las personas solicitantes de asilo, beneficiarias de protección internacional o apátridas. En estos momentos, la Universidad del País Vasco es la única universidad del estado que ofrece esta posibilidad. 

 

OPE E INFRAESTRUCTURAS

Después de las políticas sociales, y antes de terminar, abordo brevemente otras cuestiones.

Este equipo rectoral ha querido, a lo largo del presente mandato, cuidar a nuestro personal y mejorar sus condiciones laborales. Dentro de los valores que animan a nuestra institución se halla la profunda convicción de que en la Universidad no hay capital más importante que el capital humano. La apuesta por las personas es la apuesta por la misma universidad. En las ofertas de empleo público realizadas desde 2017, se han consolidado 447 plazas para Personal Docente e Investigador, y otras 77 para Personal de Administración y Servicios. Es de destacar que, en 2018, se aprobó una oferta pública de empleo con 38 plazas y en 2019 una nueva OPE de 635 plazas dirigida al Personal de Administración y Servicios, la mayor oferta destinada al PAS en toda la historia de la UPV/EHU.

La resolución de todas estas ofertas públicas de empleo, junto con la resolución del concurso de traslados que está en marcha, permitirá reducir el actual porcentaje de personal con vínculo temporal o de interinidad a límites más razonables para avanzar en la adecuada planificación y regularización de plantillas y de las propias estructuras de personal, así como la normalización de los procesos ordinarios de gestión.

A este balance hay que añadir una mención especial a dos iniciativas particularmente relevantes en el campo de las infraestructuras. Ambas inciden en el área de las Ciencias de la Salud: la adscripción del hospital de Galdakao-Usansolo como asociado, que ha posibilitado, además, que el grado de Medicina se pueda cursar íntegramente en euskera, (implementando el sistema de admisión diferenciada) y el proyecto de nuevo edificio para la Facultad de Medicina y Enfermería en el entorno de Basurto.

Más allá de nuestra comunidad universitaria, todas las personas vinculadas al sector de la salud en el País Vasco eran conscientes de la postergación que, en materia de infraestructuras, padecían estos estudios. Hemos puesto en marcha la que era una sentida aspiración del sector sanitario y de toda la sociedad vasca. El nuevo edificio de la Facultad de Medicina y Enfermería supone una inversión de 59 millones de euros. Acogerá los estudios de grado de Medicina, Fisioterapia, y Enfermería, así como la docencia de 7 másteres oficiales en el área de Ciencias de la Salud. La previsión es que en el curso 2024-2025 se halle operativo. Hablamos de una iniciativa prioritaria e imprescindible. Sabemos que el nuevo edificio no soluciona todos los problemas de infraestructuras en el área de las Ciencias de la Salud, pero se trata de un paso de gigante, a la vista de las necesidades antecedentes.

Ello ha sido posible porque, además de incrementar nuestro presupuesto en un 5,6%, hemos firmado con el Gobierno vasco el Plan Universitario 2019-2022, con una financiación de 1.350 millones de euros durante sus 4 años de vigencia. Quiero reconocer públicamente ese importante apoyo a una de las necesidades más apremiantes de nuestra Universidad en materia de infraestructuras y, junto a ello, la consolidación de 100 puestos de trabajo de Personal de Administración y Servicios que también ha posibilitado la firma de ese plan universitario.

(…)

He querido, a través de esta exposición, señalar algunos de los hitos más importantes que se han alcanzado en la Universidad del País Vasco durante los cuatro últimos años.

Pero sería imposible concluir esta intervención sin hacer una mención expresa al periodo final de este mandato, condicionado de forma tan profunda (y, en un primer momento, tan dramática) por la pandemia del coronavirus.

La pandemia, y consecuencias como la declaración del estado de alarma y el posterior confinamiento, alteraron radicalmente la docencia, la investigación y la gestión en el seno de la Universidad del País Vasco. Ninguna circunstancia lo había hecho de forma tan súbita y profunda a lo largo de su historia. No obstante, podemos afirmar, sin ningún género de duda, que la respuesta de la comunidad universitaria en su conjunto ha sido extraordinaria.

Así como ocurrió en otros sectores sociales o económicos, la pandemia dinamitó la planificación del curso 2019-2020. Hubo que reconfigurar miles de asignaturas, las formas de impartición de la docencia y el soporte técnico que debía sostenerla.

La plataforma EHU edonondik estableció las bases para el desarrollo de la docencia no presencial. En un tiempo mínimo, se habilitaron herramientas y cursos de formación dirigidos a adaptar la docencia a la modalidad virtual. La respuesta del profesorado y del alumnado fue rápida y eficaz. Hemos desarrollado la potencialidad de nuestros recursos telemáticos y, a su vez, hemos aprendido a valorar, ahora que faltaba, la educación presencial.

La investigación también se vio afectada negativamente, pero aun así la UPV/EHU ha demostrado su capacidad de generar conocimiento abordando desde diferentes ópticas el fenómeno de la pandemia. En el acto de apertura de curso aludí a la infinidad de vertientes, vinculadas a la COVID-19, que distintos grupos de investigación estaban abordando, desde la epidemiología, la ingeniería, la fisioterapia, la enfermería, la psicología, incluso la filosofía, a la hora de interpretar lo que estaba ocurriendo y conocer mejor el enemigo biológico (y social) al que debíamos enfrentarnos.

Y junto a la investigación, la divulgación científica que realiza la UPV/EHU también fue necesaria, y sigue siendo necesaria, en estos tiempos de pandemia. Un número notable de académicos y académicas, demandados por los medios, ofrecían información pormenorizada, desde su especialidad y aportaban claves, en el contexto de un fenómeno tan perturbador como una pandemia de dimensiones históricas, para vivir mejor el presente, entender mejor el pasado y preparar mejor el futuro.

Pronto se cumplirá un año de las primeras noticias que apuntaban a la existencia, en China, de un virus desconocido del que prácticamente no había noticia. La primera tentación sería declarar que la pandemia que hemos padecido, que estamos padeciendo, ha empañado los resultados de la gestión universitaria en el último periodo de este rectorado. Pero no es así, sinceramente creo que no es así.

Nos hemos encontrado con dificultades, nuevas dificultades que eran muy graves porque afectaban a la salud de las personas, adquirían un enorme tamaño porque condicionaban toda la actividad académica y resultaban totalmente imprevistas porque asistíamos a ellas sin antecedentes cercanos que nos pudieran orientar en la búsqueda de soluciones.

Creo que la Universidad del País Vasco ha sabido hacer frente a esa situación con decisión y coraje. Y puedo decirlo así porque evidentemente esa responsabilidad era colectiva y el mérito de la respuesta ha sido también colectivo. Con escasas excepciones, toda la comunidad universitaria (personal docente e investigador, personal de administración y servicios, y alumnado) ha afrontado con enorme eficacia una de las crisis más importantes que nuestra institución ha padecido a lo largo de su historia.

Y el sentimiento que prevalece en estos momentos, aunque aún quede mucho trabajo por delante, es de orgullo, orgullo por poder manifestar ante todos ustedes el enorme esfuerzo realizado por nuestra comunidad universitaria en un contexto tan difícil. Y añado ese orgullo, ahora, a otro que se superpone en mi conciencia en el momento de concluir el presente mandato rectoral: el orgullo de haber ocupado tan alta responsabilidad en nuestra Universidad, con todo lo que ello ha supuesto de esfuerzo y sacrificio, pero también de aprendizaje y de ilusión.

Quiero agradecerles a todos ustedes, miembros de la Comisión de Educación del Parlamento Vasco, el trato que le han brindado a nuestra universidad, la universidad de todas las personas que configuramos la sociedad vasca. También les agradezco su atención y estoy abierta a todos los comentarios y ampliaciones de información que consideren necesarios.