La técnica Hole Drilling puede suponer un pilar fundamental en la inspección estructural de elementos portantes de madera en los edificios existentes. Hole Drilling es una técnica de relajación de tensiones residuales, conocida por su aplicación en otros materiales tecnológicos. Esta Tesis Doctoral afirma que la técnica es apta y útil para medir tensiones de origen estructural en elementos portantes de madera. Se ha ensayado en madera de pino radiata procedente de la CAPV pero es extensible a otras especies, como el roble. La técnica de aplicación in situ es capaz de determinar el estado tensional real y actualizado de un determinado elemento estructural de madera. La nueva aplicación de la técnica puede ayudar a los técnicos competentes en la inspección y la toma de decisiones en los proyectos de restauración o rehabilitación estructural. Esta técnica ayuda a fomentar la conservación de elementos estructurales de madera, que de otra manera serían sustituidos por otros. En esta Tesis Doctoral se han realizado ensayos de laboratorio en piezas estructurales tanto a compresión como a flexión y se ha aplicado, finalmente, en estructuras reales de edificios existentes, dando lugar a resultados muy satisfactorios.

De las Casas-torre defensivas de los siglos XIV-XV a los primeros palacios señoriales de principios del XVI, el sistema constructivo de las residencias señoriales fue evolucionando durante la Baja Edad Media en el País Vasco, adaptándose a las necesidades de cada momento. Las Casas-torre eran el símbolo de poder por antonomasia de un Pariente Mayor: eran el origen del linaje, el último baluarte defensivo y, en tiempos de guerra, el hogar del señor. Pero sobre todo eran el elemento fundamental que posibilitaba el control de las vías de comunicación. El ascenso al trono de los Reyes Católicos en 1474, y en especial las órdenes emitidas por éstos sobre la prohibición de construir edificaciones defensivas, propició el inicio del fin de la Guerra de Bandos y de las Casas-torre defensivas. Comenzó entonces una breve época de experimentación arquitectónica, que partiendo de la Casa-torre, buscó dar respuesta al nuevo modelo social. Muchos de los banderizos, reacios a abandonar su hogar ancestral, optaron por reformar las torres existentes con elementos constructivos de carácter palaciego. Otros en cambio optaron por construir edificaciones anexas a las mismas, buscando crear espacios mejor acondicionados, más luminosos y con una estética más depurada. Esta tendencia pronto dio paso a un nuevo modelo residencial: las Casas-palacio de principios del siglo XVI, que si bien no pasaron de ser un conjunto de mansiones bastante heterogéneo, sirvieron para crear las bases del modelo residencial renacentista que se impuso durante el siguiente siglo.