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Erupción del volcán Fuego en Guatemala

Fecha de primera publicación: 11/06/2018

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En primer plano, el volcán Fuego. En el fondo, el volcán Acatenango. (Fotografía: BillRose, 1980, Fuente: Michigal Technological University Volcanoes Page)

Fuego, uno de los volcanes más activos de América Central, es uno de los tres estratovolcanes con vistas a la antigua capital de Guatemala, Antigua. Normalmente, este volcán tiene actividad estromboliana y, a veces, fases de emisión de lava intensa, produciendo columnas de ceniza de altura y flujos piroclásticos.

Este volcán está situado sobre un límite de placas convergentes donde la placa de Cocos subduce por debajo de la placa del Caribe produciendo un arco volcánico, que en superficie se refleja por una hilera de volcanes a lo largo de Guatemala y el Salvador.

Desde 1524 se han registrado erupciones históricas explosivas. La última gran erupción explosiva de Fuego tuvo lugar en 1974, produciendo flujos piroclásticos visibles desde Antigua. Desde 2002 este volcán exhibe episodios eruptivos, pero en los últimos años la actividad volcánica de este volcán ha ido en aumento significativamente, siendo ésta última, la segunda de este año.

En la erupción del pasado domingo (3 de junio de 2018), el volcán Fuego ha generado una columna eruptiva que ha alcanzado unos 10 km de altura (Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, Insivumeh) y su colapso ha provocado avalanchas de gas y material rocoso muy calientes y rápidas (flujo piroclástico) desciendo por las laderas del volcán así como lluvias de cenizas.

En este momento destacan los lahares que generalmente acompañan a una erupción volcánica de este tipo. Los lahares son flujos o deslizamientos de materiales volcánicos (cenizas y bloques angulosos de roca sueltos ) que se mezclan con el agua ( en este caso de lluvia) formando flujos descendentesde grandes dimensiones de alta energía también muy destructivos.