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El color rojo en Júpiter

Domingo, 19 de Abril de 2015

En los últimos tiempos he colaborado en varios trabajos que pretenden arrojar luz sobre uno de los grandes misterios del planeta Júpiter: ¿de dónde viene su aspecto rojizo? Cualquier persona, al hablar de Júpiter y el color rojo, pensará inmediatamente en la estructura más grande y peculiar del planeta: la Gran Mancha Roja (o GRS de sus siglas en inglés). Sin embargo, ¿es realmente la GRS lo más rojo que podemos encontrar en el planeta? Lo cierto es que no, y esto nos puede proporcionar algunas ideas interesantes sobre el origen de la coloración en este planeta,  tal y como planteamos en un artículo liderado por Amy Simon (NASA Goddard Space Flight Center) y recientemente publicado en el Journal of Geophysical Research (Planets).

 

Imagen en color verdadero obtenida con el Telescopio Espacial Hubble en 1995. Las regiones indicadas han sido analizadas espectralmente para el trabajo de Simon et al. (2015). Tal y como se explica en el texto y es evidente en esta imagen, la GRS no suele ser la región más roja del planeta.

En este trabajo utilizamos imágenes tomadas con la antigua cámara WFPC2 del Telescopio Espacial Hubble. Estas imágenes mostraban una estructura de carácter ciclónico cuyo intenso color rojizo contrastaba con el rojo más pálido de la famosa GRS. Esta estructura fue bautizada informalmente como Red Cyclone y nuestro trabajo se basó en diseccionar todas sus propiedades físicas y dinámicas para tratar de comprender mejor el origen del colorante que parece concentrarse especialmente en algunas regiones concretas del planeta.

Curiosamente, cuando analiza la distribución del color de estas regiones de Júpiter, descubre que estos ciclones que se forman periódicamente tienen una mayor pendiente espectral que las regiones que tradicionalmente son más destacadas por su color. Con pendiente espectral nos referimos a cómo el color azul desaparece paulatinamente cuando se desplaza a lo largo de la longitud de onda desde el rojo hasta el ultravioleta. Esto es cierto aunque, incluso son más bajas que la propia GRS, lo que en mi opinión entra en conflicto con algunas hipótesis presentadas recientemente y que sostienen que el color rojo se debe a la exposición en la alta atmósfera de rayos UV provenientes del Sol, frente a otros modelos que sugerían un color rojo de alguna manera enterrada bajo las nubes y al que de cuando en cuando se le permitía, debido a condiciones dinámicas y físicas muy particulares, ascender hacia las cimas de las nubes que podemos ver en nuestras imágenes habituales del planeta.

Dos imágenes de Júpiter en 2008 (arriba) y 1995 (abajo) mostrando tanto una composición en color verdadero (izquierda) como la pendiente espectral (derecha). Esto revela que algunas regiones ecuatoriales y ciclones se llevan la palma por lo que respecta al color rojo.

Cuando uno se enfrenta a este tipo de trabajos tiene la sensación de estar completando un puzzle. Aún diré más, la intensa sensación de encontrarse en esas fases iniciales en las que vas colocando todas las fichas vueltas hacia arriba, quizá juntando unas pocas e incluso juntando regiones pequeñas de la imagen final que parecen irreconciliables. Quizá la respuesta a nuestras inquietudes se encuentre más bien en los laboratorios, pero por el momento nadie ha sido capaz de mostrar de manera inequívoca qué demonios tiñe las nubes de Júpiter. Ni mucho menos por qué se junta en unos lugares y no en otros. Os puedo asegurar que seguimos en ello, y pronto tendremos nuevas piezas dadas la vuelta. Palabra.

Referencias

  • Spectral comparison and stability of red regions on Jupiter. A. A. Simon, A. Sánchez-Lavega, J. Legarreta, J.F. Sanz-Requena, S. Pérez-Hoyos, E. García Melendo, R.W. Carlson. Journal of Geophysical Research: Planets 120 483-494, doi:10.1002/ 2014JE004688
  • Colors of Jupiter’s large anticyclones and the interaction of a Tropical Red Oval with the Great Red Spot in 2008. A. Sánchez-Lavega, J. Legarreta, E. García-Melendo, R. Hueso,S. Pérez-Hoyos, J. M. Gómez-Forrellad, L.N. Fletcher, G. S. Orton, A. S. Miller, N. Chanover, P. Irwin, P. Tanga, M. Cecconi, and the IOPW and ALPO Japan contributors. Journal of Geophysical Research: Planets, 118, 1-21, doi:10.1002/2013JE004371 (2013).
  • An HST study of Jovian chromophores. Simon-Miller, A. A., D. Banfield, and P. J. Gierasch (2001). Icarus, 149, 94–106.

 

Investigación

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