Las ciudades en las que vivimos enfrentan desafíos cada vez más complejos: desde el cambio climático hasta la inclusión social, pasando por la sostenibilidad económica y la calidad de vida. En este contexto, los gobiernos locales deben encontrar nuevas formas de responder a estas demandas sin comprometer el bienestar de su ciudadanía.
Una de las estrategias más efectivas para lograrlo es apostar por la colaboración, tanto entre instituciones dentro de la propia ciudad como entre diferentes ciudades que puedan compartir conocimientos y experiencias. Sin embargo, este tipo de cooperación no siempre es fácil de implementar. Existen múltiples barreras que dificultan el camino.
Por un lado, barreras internas, como el alto coste de las personas, de los recursos financieros y del tiempo para dedicar a las colaboraciones. Además, hay resistencias culturales y organizacionales: el miedo a perder el control, una baja participación ciudadana, desconfianza en la gestión pública o la falta de objetivos compartidos.
Por otro, también existen barreras externas. Entre ellas, la falta de marcos legales que promuevan la colaboración y la innovación social, así como la incertidumbre provocada por contextos políticos y económicos cambiantes. Todo ello complica aún más la gestión urbana.
Frente a este panorama, una línea de investigación reciente se ha centrado en entender cómo mejorar la capacidad de las ciudades para innovar con un eje social. En particular, este trabajo pone el foco en la Comunidad Europea, explorando cómo la adopción de procesos colaborativos y una Orientación hacia la Innovación Abierta pueden contribuir a construir ciudades más resilientes, inclusivas y sostenibles.
Los autores del estudio proponen una aproximación mixta: una parte cualitativa, basada en consultas informales a actores clave, y otra cuantitativa, a través de un modelo de análisis estadístico (PLS-SEM). Los resultados son claros: adoptar una cultura colaborativa y abierta tiene un efecto positivo directo en la Capacidad de Innovación Social Urbana.
Desde un enfoque teórico, el trabajo se apoya en la Teoría de los Recursos y las Capacidades Dinámicas, aportando una actualización de la Teoría y demostrando que este marco sigue siendo relevante. Además, se ofrecen herramientas concretas para que los gestores públicos evalúen la Capacidad de Innovación Social Urbana y midan el impacto de la Orientación a la Innovación Abierta en sus organizaciones. En definitiva, el estudio no solo aporta conocimiento académico, sino también recomendaciones prácticas para transformar la cultura organizacional de las ciudades.
Pulsa aquí para leer el artículo:
Rodríguez-Núñez, E., Cervera-Taulet, A., & Periáñez-Cañadillas, I. (2025). Cities in flux: harnessing open innovation to enhance urban management. Transforming Government: People, Process and Policy.


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