euskaraespañol

Formula Student Bizkaia i3 rueda hacia una nueva meta: el desarrollo sostenible

El equipo suscribe un convenio con la UPV/EHU para cumplir con los ODS en la construcción de su coche de carreras

  • Reportajes

Fecha de primera publicación: 04/03/2020

(Abre una nueva ventana)
enlace al vídeo de Formula Student
Este año alinearán la construcción del Formula Student Bizkaia con las políticas de desarrollo sostenible de la Universidad

Entramos en un aula, se está celebrando la reunión de las jefas y jefes de equipo de Formula Student Bizkaia (FSB) en la que preparan su próximo vehículo: chasis, aerodinámica, dinámica, simulación, tren de potencia, organización… Cada cual con su ordenador expone los datos de la parte del coche de la que son responsables y responden al exhaustivo interrogatorio al que se someten entre sí. No es una práctica de clase: de las decisiones que tomen dependerá el éxito o el fracaso de un proyecto cuyo coste supera los 200.000 euros y el honor de volver a estar en el ‘top ten’ de Montmeló o Silverstone…

«Formula Student Bizkaia es una simulación de una mediana empresa, en la que cada año un grupo de unos 50 estudiantes construye un coche desde cero», explica Javier Corral, profesor de la Escuela de Ingeniería de Bilbao y coordinador del proyecto junto a Charles Pinto, Asier Zubizarreta y Mikel Diez, también profesores del centro.

Este curso el proyecto Fórmula Student Bizkaia aparece con una nueva característica, que le alinea con las políticas de desarrollo sostenible de la UPV/EHU y en concreto con i3KD. «La filosofía del FSB es que sea el alumnado quien lidere su propia formación y el aprendizaje basado en proyectos -explica Javier Corral-. Esa línea de trabajo está perfectamente alineada con el rol activo que propone el modelo educativo i3KD. Por eso, nos pusimos en contacto con el Vicerrectorado de Innovación, Compromiso Social y Acción Cultural y propusimos una vía nueva de trabajo».

Este curso el FSB aparece con una nueva característica, que le alinea con las políticas de desarrollo sostenible de la UPV/EHU y en concreto con i3KD

La propuesta fue acogida con interés y fueron reenfocando el proyecto junto a la vicerrectora, Idoia Fernández, «que nos animó a orientar el FSB más claramente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la EHUagenda 2030. Algo que nos costó menos de lo esperado -aclara Corral- porque muchos de ellos ya los estábamos cumpliendo, como pudimos comprobar en las diferentes conversaciones que mantuvimos».

Como explica Corral, «este nuevo enfoque permitió tomar conciencia de lo que ya se hacía, pero también facilitó formular nuevos retos como el empoderamiento de las alumnas y la gestión responsable de los recursos materiales».

 

Compromiso con la sostenibilidad

A partir de ahí surgió la oportunidad de firmar un convenio, en el que el FSB se comprometía a orientar el proyecto para favorecer los diferentes ODS: educación de calidad (ODS 4), igualdad de género (ODS 5), uso de la energía asequible y no contaminante (ODS 7), emprendimiento, la creatividad y la innovación (ODS 8), la producción y consumo responsables (ODS 12), así como establecer las alianzas necesarias para lograr estos objetivos (ODS 17).

El Vicerrectorado de Innovación, Compromiso Social y Acción Cultural, por su parte, adquiría el compromiso junto a la Escuela de Ingeniería de Bilbao de dar un mayor respaldo al proyecto; entre otras acciones, considerándolo un Proyecto de Innovación Educativa y reconociendo al equipo docente FSBi3 el mismo tratamiento que a los Equipos de Innovación Especializados, con los beneficios que ello supone.

El equipo también es capitaneado por el alumnado. Este año es una estudiante la ‘Team leader’ del equipo: Nerea Marrodán. Asegura orgullosa que fabrican «un coche único en el mundo. Cada pieza la encargamos a medida». Por ello, no disimula su satisfacción de pertenecer a un club selecto cuando asegura que «aquí entras a formar parte de una empresa y desde el principio no paras de ver y aprender cosas nuevas. Es una oportunidad única que no vas a encontrar en otro sitio. Participas en todas las áreas de conocimiento: lo mismo estás con el mecanizado de una pieza, que dando charlas para explicar el proyecto a patrocinadores,… Además de la responsabilidad que asumes… no puedes fallar al equipo».

El equipo también es capitaneado por el alumnado. Este año es una estudiante la ‘Team leader’ del equipo: Nerea Marrodán. 

Una opinión que se repite en otros miembros del equipo: Eric Parra es responsable del equipo de ‘Simulación’ y lleva año y medio en el FSB, está convencido de que «es una buena plataforma para expandir tus intereses, te da la oportunidad de estudiar lo que te interesa con gente que tiene mucho ‘background’, que lleva más tiempo que tú. Es una buena forma de desarrollar tus ideas».

María Celaya es de la misma opinión. Es su segundo año en el proyecto y en esta ocasión es la responsable del equipo de ‘Aerodinámica’. Asegura que ha aprendido «muchas cosas que no hubiera descubierto en la carrera, tanto en el aspecto técnico, como en la gestión de recursos o relaciones humanas».

Como asegura Corral, «el trabajo en equipo es fundamental, la organización lo es todo. En ocasiones hay tensión y ahí se deben demostrar también las habilidades sociales para convencer al equipo de que tu propuesta es la más adecuada, eso que ahora denominamos ‘soft skills’». Se trata de competencias transversales complejas que recientemente han sido definidas de forma institucional para toda la UPV/EHU y que constituyen la hoja de ruta del aprendizaje i3KD.

El propio equipo se encarga de la selección de los nuevos miembros. «Cada año damos charlas y explicamos el proyecto entre las y los estudiantes de segundo y tercer curso. Quien tiene interés, rellena un cuestionario y, de ahí, seleccionamos a las personas que van a participar en Formula Student Bizkaia durante los próximos tres años», explica Marrodán.

Corral aclara que «lo organizamos en ciclos de tres años porque, de esta manera siempre, hay gente nueva que va aprendiendo y otra más veterana que asume el liderazgo; se montan en un proyecto en marcha y, con este solapamiento, evitamos que se produzca ningún retraso, cuando la gente más adulta abandona el proyecto al finalizar sus estudios».

 

Un proyecto educativo pionero

Formula Student Bizkaia nació en 2006 y, tras dos años de preparación del proyecto, en 2008 veía la luz su primer prototipo de combustión interna. Se convertía así en uno de los equipos pioneros del Estado, junto a las universidades politécnicas de Madrid y Barcelona. Desde entonces han sido un total de 5 vehículos de combustión y 8 eléctricos los que han puesto a rodar en las competiciones de Montmeló y Silverstone.

A lo largo de estos quince años, alrededor de 350 estudiantes han participado en Formula Student Bizkaia. Desde entonces han conseguido consolidar el proyecto no solo a nivel educativo, sino también en los resultados obtenidos en el asfalto.

De hecho, pasaron de no rodar el primer año a estar, actualmente, en el ‘top ten’ de las dos competiciones. Algo que tiene más mérito si comparamos las cifras que manejan aquí y las que tienen quienes están más arriba de la clasificación.

Como afirma Nerea Marrodán, «los proyectos que están por encima del nuestro tienen cinco veces más presupuesto que el FSB y eso, para nuestro equipo, es como si les hubiéramos ganado, porque hemos demostrado que hemos utilizado mucho mejor nuestros recursos».

Para el año que viene tienen pensado construir dos vehículos en los que ya están trabajando, uno de ellos con grandes innovaciones. Los objetivos serán mantenerse arriba en la clasificación, garantizar la estabilidad financiera, seguir en la línea del reconocimiento académico y, claro está, cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.