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El libro 'Miradas Entrecruzadas', de Amaia Izaola, analiza la percepción que tenemos sobre las personas inmigrantes

«Construimos la diferencia mediante nuestra mirada y nuestra actitud hacia las personas inmigrantes»

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Fecha de primera publicación: 10/03/2017

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Amaia Izaola durante la entrevista. Foto: UPV/EHU

La socióloga e investigadora de la UPV/EHU Amaia Izaola analiza en el libro ‘Miradas entrecruzadas: la construcción social de la Otredad' la percepción que tenemos sobre las personas inmigrantes y la categorización que hacemos, entre quienes nos son más cercanos y más lejanos. La publicación recoge su tesis doctoral.

Las personas tendemos a categorizar todo lo que nos rodea y, por supuesto, también a otras personas. El libro 'Miradas entrecruzadas' analiza precisamente la categorización que se hace de las personas migrantes. Por ello, la investigadora Amaia Izaola  ha querido en su tesis doctoral, profundizar en la trayectoria y la vida de la población inmigrante y en cómo se establecen determinadas relaciones sociales entre estas personas y la población autóctona. "Cuando mantenemos relaciones con nuestro alrededor generamos determinadas categorías sociales y eso nos ayuda a estar más lejos o más cerca de unas personas que de otras en función de su procedencia" explica Izaola.

Esta investigación partía de los datos de María Ángeles Cea D'Ancona, de la Universidad Complutense de Madrid y Directora del grupo de estudios sobre migraciones internacionales, e Ikuspegi, el Observatorio Vasco de Inmigración, sobre la perspectiva de la población autóctona e inmigrante, "de ahí eso de miradas entrecruzadas" razona esta investigadora.

Mientras consideramos a la población de origen latinoamericano como personas más cercanas; son los rumanos y marroquíes los más alejados

A través de esta investigación ha determinado qué nacionalidades son percibidas como más cercanas y cuáles más alejadas, así como los factores que determinan esa escala de cercanía-lejanía. En ese sentido, Izaola ha podido constatar que mientras consideramos a la población de origen latinoamericano (Bolivia y Colombia en este caso) como personas más cercanas, son los rumanos y marroquíes los más alejados desde la perspectiva de las personas autóctonas. Percepción que es también compartida, en cierta medida, por la población inmigrante.

Según Izaola "uno de los factores determinantes, para establecer la cercanía o la lejanía con respecto al otro, es, curiosamente, la cultura pero no la religión. Con las personas de origen latinoamericano el idioma y la cultura nos resultan más cercanos, compartimos ciertos rasgos, la historia… En este caso el factor de la semejanza cultural o el idioma funcionan como nexo de unión muy fuerte". Izaola también ha querido destacar la semejanza física que también nos une aunque a veces "la apariencia nos distorsiona mucho la mirada".

En cuanto a los colectivos de origen chino, el caso es distinto ya que aunque "a priori son diferentes y forman sus propios núcleos, se considera que no generan problemas en cuanto al mercado laboral ya que generalmente, tienen sus propias redes, viven en comunidades cerradas, mantienen su cultura y no ocupan espacios públicos. Tampoco hay problemas en cuanto a relaciones sociales, por lo que estos elementos hacen que estén en una posición más intermedia" razona Izaola.

Trabajo de campo

Para el estudio,  esta socióloga de la UPV/EHU realizó 32 entrevistas a unos perfiles muy determinados de inmigrantes, colectivos latinoamericanos de Bolivia y Colombia, Senegal, Marruecos, China y Rumanía. Izaola ha querido saber cuáles eran los motivos por los que llegaban a nuestra sociedad, sin centrarse exclusivamente en los factores económicos, "también vienen por esta razón, pero existen otros motivos relacionados con el reagrupamiento familiar, entre otros" y  la forma de vida "aquí se encuentran con un entorno más agradable, entre comillas, para vivir y educar a sus hijos e hijas".

Esta investigadora quiso evitar perfiles de inmigrantes en situaciones de exclusión, tenían que ser mayores de 25 años, que llevaran un tiempo viviendo en la CAV para que no tuvieran problemas de idioma ni los problemas de los recién llegados, que tuvieran una situación económica más o menos estable, es decir que no fuesen dependientes de ayudas sociales y que tuvieran familia aquí o en el país de origen. "Quería ver su trayectoria, cuáles eran sus relaciones sociales… Discursos en los que el factor económico no fuera determinante".  

«Hay mucha sensibilidad dentro de este trabajo»

Izaola se ha implicado mucho en este trabajo, de hecho al final han coexistido "dos tesis paralelas, la científica por un lado y por otro, la humana. Hay mucha sensibilidad dentro de este trabajo" asegura.

Por ello, quiere ahora actualizar este estudio de cara a fin de año para que los investigadores puedan utilizar los datos de este trabajo para otras investigaciones. Asimismo "también me gustaría coger la historia de alguna de esas personas con las que he trabajado y ver qué ha sido de ellas". Otro posible reto pendiente sería profundizar en la otra visión "me queda la vuelta, la población autóctona, y en el cajón no se va a quedar" concluye.