Dieciséis estudiantes de quinto curso de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) participan en la primera edición de Argiartean, Festival Internacional de Arte Lumínico de Donostia, que podrá verse la noche del 31 de mayo en las inmediaciones de la Iglesia de Iesu, la parroquia construida por Rafael Moneo en Riberas de Loiola.

Argiartean propone un diálogo con el paisaje, con la arquitectura y con la ciudadanía en un enclave, el Jardín de la Memoria, especialmente cargado de significación. Un espacio en el que evocar imágenes y emociones que se expresen en torno al concepto de la memoria en su significado más universal. Además de las instalaciones light art, tanto el jardín como la iglesia albergarán una programación heterogénea y dinámica en la que disciplinas como la música, la poesía, el vídeo-arte o incluso la astronomía se pondrán en estrecha relación con la iluminación.

Es en este contexto en el que los estudiantes, bajo la dirección de los profesores Mario Sangalli e Iñigo Viar, realizarán tres de las instalaciones: la que se emplaza en el interior del nártex de la Iglesia de Iesu y las dos localizadas en el paseo que conecta las entradas norte y sur del Jardín de la Memoria, adyacente a la iglesia. Dichas localizaciones fueron objeto de sendos ejercicios en las asignaturas Arquitectura del Paisaje y Laboratorio de Experimentación Proyectual.

La selección de las propuestas definitivas corrió a cargo de dos arquitectos formados en la propia escuela: Edorta Subijana, responsable de programación y contenidos de Olatu Talka, y Josian Llorente, quien se ha incorporado además como supervisor de la fase de desarrollo. Resultaron seleccionadas la presentada por los alumnos Andrea Alamillo, Imane Bouljaoui, Sarah Darmon, Cristina González, Ander González, Paco Julia, Natalia Mantilla, Luna Paumé-Lesbats, para la instalación exterior, y la de Marina Aldazabal, Justyna Dunaszweska, Bárbara Giménez, Maia Lemmi, Laïla Medina, Wiktoria Stepien, Cristina Timm y Oihane Urrutia, para la que se llevará a cabo en el interior. Los dos grupos responden a diversas nacionalidades, al estar integrados por una combinación de alumnos locales con otros de diferentes programas de movilidad.

Tanto el desarrollo de la solución definitiva como su construcción están siendo llevados a cabo por los propios autores, utilizando para ello casi exclusivamente materiales electrónicos y de iluminación reciclados de diferentes proyectos realizados durante la Capitalidad Europea de la Cultura en 2016.

Las propuestas juegan con muchas de las herramientas de diseño habitualmente utilizadas por el arquitecto, y trabajan con el inconsciente, con la percepción, con el juego y el engaño, con el límite y el recorrido. El resultado introduce deliberadamente un contenido interactivo, consiguiendo que el visitante se vea involucrado en la instalación. También la narración y las secuencias espacio temporales son objeto del trabajo de ambas instalaciones. La luz artificial (resuelta mediante modernos sistemas de iluminación LED activados mediante sensores programados) manipulada mediante la geometría, el color y el ritmo, es la protagonista de estos juegos espaciales.