De repente, sin previo aviso, sin ningún síntoma, este pasado fin de semana fallecía nuestro compañero Asier Garro. Su inesperada muerte nos ha causado un gran impacto a quienes le conocíamos. Hemos perdido un excelente profesor, un gran compañero y para muchos, un gran amigo. 

Asier Garro Beristain (Mikel Asier según los documentos oficiales) trabajaba en la Sección Donostia / San Sebastián de la Facultad de Medicina y Enfermería, lo que antes era la Escuela Universitaria de Enfermería de San Sebastián. 35 generaciones de enfermeras y enfermeros han aprendido de un gran maestro. Publicó material docente en euskera y el euskera era su lengua natural de comunicación.  

Biológo de formación, ha estado siempre comprometido con la enfermería y con la formación de las enfermeras.  Como docente, aunque ha impartido otras asignaturas, era el “profe de farma”. Consideraba que era una asignatura esencial en los estudios de enfermería, porque está directamente relacionada con la seguridad de los pacientes. Para Asier, conocer los efectos adversos de los fármacos y sus interacciones era muy importante, pero saber calcular correctamente una dosis o una disolución era imprescindible. Porque sabía que el 40 % de los errores de medicación se producían por errores de dosificación. 

Porque esos errores pueden producir graves secuelas o incluso la muerte,  trabajó intensamente para mejorar el aprendizaje de la dosificación. Introdujo metodologías docentes innovadoras, generó materiales y herramientas de aprendizaje interactivas. También analizaba los resultados obtenidos, para medir la mejora producida por cada innovación. Estaba muy contento con los últimos resultados. Preparaba un artículo con esos resultados y ya maquinaba las mejoras para el próximo curso. Y es que la innovación educativa centraba su actual área de investigación. 

También estaba comprometido con la Euskal Herriko Unibertsitatea, con la universidad pública, con su centro, con la Escuela Universitaria de Enfermería de Donostia, ahora sección de la facultad y con su departamento, el Departamento de Enfermería II. Ha formado parte del equipo directivo de la Escuela, y le ha tocado ser director de departamento en dos periodos, por designación rectoral porque nadie quería coger esa responsabilidad. Como coordinador del trabajo fin de grado, partiendo de un concienzudo análisis estadístico, validó las rúbricas, estableció criterios para organizar tribunales más homogéneos e impulsó un nuevo modelo  de TFG innovador. 

Su faceta investigadora constituye otro capítulo más de su trayectoria. Vinculada al Departamento de Farmacología, en el que hizo su tesis doctoral, le llevó a hacer una estancia en la universidad de Leicester. Solía comentar lo difícil que era entender a los escoceses, por su acento cerrado. Y en su paso por Biodonostia, se acercó a la cardiología. De esta faceta investigadora, deriva su rigor científico, el carácter esencial que daba a los aspectos metodológicos y la afición por los análisis estadísticos. Sin olvidar nunca los principios éticos que deben regir cualquier investigación. Transmitía pasión cuando hablaba de todo esto. Seguro que podría haber tenido una mayor producción científica, pero generosamente, se implicó en la enfermería, en la docencia y en el desarrollo de este centro. 

A lo largo de todo este tiempo muchas compañeras y compañeros hemos sido testigos de su gran capacitación, de su espíritu investigador, de su privilegiada mente analítica y capacidad de trabajo, que aderezaba con una gran generosidad para compartir sus talentos. Se caracterizaba por presentar sus argumentos con análisis estadísticos complejos acompañados con sus correspondientes gráficos. La seña de identidad de Asier. Estoy convencido de que hasta las victorias o derrotas de su amado Athletic las analizaba con el programa estadístico SPSS.  

Hemos compartido muchos momentos y no voy a tener la oportunidad de poder agradecerle todo lo que me ha enseñado, todo lo que he aprendido de él. Nunca podré olvidar una maravillosa noche en la que estábamos sentados en una terraza en el Albaicín, contemplando la Alhambra. Habíamos acudido a un congreso de innovación educativa y al finalizar, sentados relajadamente, aprovechamos para hablar. Hablamos de los divino y lo humano, de nuestras familias, de lo orgulloso que se sentía de sus hijos, de Izaro, de Aitzol y de Joritz. Pero también de la universidad, de nuestra sección, de lo que estábamos haciendo y de lo que podríamos hacer. Allí se fraguaron unas cuantas ideas que hoy son realidad, gracias al espíritu constructivo de un compañero excepcional.  

Ahora, nos toca despedirnos de una gran persona, de un profesor excelente, metodológicamente exquisito, científicamente riguroso y plenamente comprometido con la innovación docente, que ha dejado una profunda huella en numerosas promociones de enfermeras y enfermeros. También entre quienes hemos tenido la fortuna de trabajar con él.  A Asier no le gustaría vernos tristes. Estoy seguro de que nos animaría a seguir trabajando, a seguir enseñando, a seguir investigando, a seguir compartiendo, a seguir disfrutando, a seguir riendo y, sobre todo, a seguir viviendo.  Dicen que el tiempo ayudará a cicatrizar esta profunda herida que nos ha producido su súbita desaparición, pero aunque el tiempo pase, su imborrable recuerdo quedará grabado en nuestra memoria y en nuestros corazones.  

¡Eskerrik asko, Asier!

Jesus Rubio Pilarte
Vicedecano-coordinador de la Sección Donostia de la Facultad de Medicina y Enfermería

Video realizado por la comunidad de la Facultad de Medicina y Enfermería (Donostia / San Sebastián) en homenaje al profesor Asier Garro.