La competición se divide en 3 apartados o categorías donde el ganador de cada una de ellas se lleva un premio en metálico de 1.000 dólares. El campeonato se celebra a lo largo de tres meses – enero, febrero y marzo- cada una en un mes diferente. El equipo que logre la mejor puntuación o nota en las tres categorías gana la competición y un premio de 3.000 dólares o la oportunidad de realizar prácticas dentro de Aveva.

La competición se realiza tanto en Estados Unidos como en Europa, donde los dos alumnos de la universidad han conseguido alzarse con la victoria en una de las categorías (‘Mejor simulación en estado Estable’). Los sentimientos fueron una mezcla entre alegría, sorpresa e incredulidad. “No nos esperábamos ganar, sobre todo porque la principal razón por la que hicimos el proyecto era para ver cómo funcionaban los simuladores avanzados y ver cómo son los proyectos que proponen las empresas hoy en día”, explica Aritz Fraga. “Ganar esto nos motiva a seguir adelante con otros proyectos futuros”, añade.

Varios reconocimientos

La asignatura se desarrolla en torno a un proyecto de diseño preliminar de un proceso químico industrial para transformar un compuesto como materia prima en un producto con ayuda de un simulador de procesos, durante las 15 semanas que dura el curso, llegando incluso a evaluar su viabilidad económica. Los alumnos trabajan en equipos creados con la metodología Belbin, una técnica para aumentar el rendimiento de los equipos.

“Para Eva Epelde y para mí (Asier Aranzabal), como profesores de la asignatura Ingeniería de Procesos Químicos, este premio del 2022 y el segundo puesto en la edición 2021 por parte de otras dos alumnas de la asignatura, es un espaldarazo sobre el éxito de la metodología de enseñanza que hemos implementado, que se basa en el aprendizaje mediante la realización de los proyectos en equipos”, explica Asier Aranzabal, profesor de la asignatura de Ingeniería de Procesos Químicos, de la UPV/EHU.

“Eva y yo hemos observado una mejora de la motivación de los alumnos. Además, valoran positivamente la visión práctica de la asignatura, y creemos que ha sido clave para que Aimar y Aritz hayan dado el paso presentarse al Concurso. La participación y éxito de los alumnos nos confirma que vamos en la buena dirección. Además, el Concurso les ha permitido integrar y profundizar en aprendizajes de otras asignaturas del Grado”, expone Aranzabal.