Este es un espacio vacío de gran interés. Al verlo, resulta difícil pensar que en este mismo lugar se situaba la cafetería inicial del campus de Leioa, en la que se mezclaban los cafés, los trabajos de los estudiantes, las pequeñas reuniones en torno a una mesa e incluso las comidas. Hoy, el espacio se ha transformado, es un espacio amplio, de esos espacios que no caben en los diseños actuales, en los que cada metro cuadrado debe obedecer a una función, sin cabida para volúmenes en los que la función la realizan quienes van utilizándolo. Algo así como la representación del “vacío” de Oteiza. Y esto abre la puerta a una última razón, en la que cada usuario la define mediante su mirada y mediante las acciones que en ella realiza –subir, bajar, pararse-, mientras contempla la luz y el tremendo blanco, dinámico por la convergencia -a lo Escher- de sus líneas y de sus volúmenes.

Carmelo Garitaonandia y Juan Carlos Miguel utilizan este espacio a diario, para mezclar la actualidad y el pasado, con un poco de café, y soñando con que el futuro –que nunca llega- sea siempre el mejor que pueda ser imaginado, dentro de lo que cabe.

Cómo llegar: 43°19'51.5"N 2°58'01.4"W