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Iñigo Urrutia Libarona, Aldezle de la UPV/EHU

«La calidad también depende de la forma en que la universidad trata a las personas más vulnerables»

  • Entrevista

Fecha de primera publicación: 24/02/2022

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Iñigo Urrutia en el despacho del Aldezle. Foto: Jorge Navarro. UPV/EHU.

El profesor de Derecho Administrativo Iñigo Urrutia Libarona ha sido reelegido Aldezle en el Claustro que se acaba de celebrar esta mañana. Como ha destacado en su intervención, “la calidad de la universidad suele medirse a través de su posición en los rankings, número de tesis y proyectos de investigación, calidad acreditada de sus docentes, impacto de las publicaciones de sus investigadores… Pero la calidad universitaria, y más en una universidad pública, también depende de la forma en que trata a los más vulnerables y a las personas con mayores dificultades para seguir una carrera universitaria convencional”.

¿Qué valor otorga a la institución del Aldezle en el actual panorama universitario?

La institución del Aldezlea es nueva. Este año acaba de cumplir diez años. Sin embargo, tiene una buena acogida entre los colectivos universitarios. Como institución, además de ganar credibilidad, es una institución a la que hoy por hoy se le tiene mucho respeto. Es evidente que la labor del Aldezlea ha ayudado a la UPV/EHU a mejorar su actividad y práctica administrativa, a prestar un servicio más adecuado y a garantizar los derechos de las personas que formamos parte de la universidad. Dentro del proceso de mejora continua de la universidad, la actividad de Aldezlea ha ganado espacio propio.

¿Qué vinculación aprecia entre su responsabilidad como Aldezle y su ámbito de investigación como jurista?

Los derechos, y especialmente los derechos humanos, han sido siempre la responsabilidad y la prioridad de mi trabajo. A ello he dedicado mis esfuerzos académicos, los resultados de investigación y también mis esfuerzos personales, y me gustaría seguir trabajando en la misma línea en los próximos años. La protección de los derechos, su desarrollo y garantía son ámbitos de mi área de investigación desde hace tiempo, así como la actuación administrativa y los procedimientos, especialmente los mecanismos de control de la discrecionalidad y los requisitos de legalidad de la actividad administrativa.

¿Qué valoración ha realizado en su memoria de la actividad del año pasado?

En ese año, han acudido a la oficina del Aldezle 148 personas y planteado un total de 148 asuntos (entre Consultas, Quejas y peticiones de Mediación). Estos datos se mantienen en la línea de años anteriores, con un ligero incremento tanto del número de personas, como del número de casos. Un año más, los procesos de evaluación, en general, y el procedimiento de revisión de calificaciones, en particular, han constituido la temática con mayor número de consultas entre el alumnado. En el colectivo del PDI, las temáticas más habituales se relacionan con la convivencia en los departamentos universitarios, y con el acceso y promoción a plazas. Por lo que se refiere al PAS, los temas que más preocupan son los relacionados con el acceso a las plazas, la integración y llamamiento de las bolsas de sustitución, y las condiciones laborales del puesto de trabajo.

¿Qué prioridades va a marcarse de cara a este nuevo mandato?

La institución del Aldezle ha de afrontar y tratar de dar respuesta a nuevos desafíos: conciliación de la vida laboral, los estudios y la vida familiar; utilización de medios electrónicos y derecho fundamental a la protección de datos personales; atención a la discapacidad; atención a la diversidad; y atención a los colectivos más vulnerables.

También es su obligación mantenerse vigilante ante cualquier agresión de los derechos e interpretarlos en la manera más extensiva posible. La nueva Ley de Convivencia Universitaria, por ejemplo, llevará a modificar todo el procedimiento disciplinario que afecta al alumnado. Y debemos potenciar los medios alternativos de resolución de conflictos, mantener la mayor proximidad y disponibilidad, defender los principios de independencia y autonomía de gestión de la institución y actuar, en todo caso, con transparencia, objetividad y servicio a los intereses generales.

En definitiva, es mucho el trabajo que tenemos por delante, pero siempre guiado por los mismo principios: atención a la prevención de conflictos; brindar información sobre sus derechos a toda la comunidad universitaria; mantener una comunicación leal y fluida con la administración de la universidad; prestar atención a las demandas de todas las personas y todos los colectivos; mantener la colaboración con el Ararteko y con otros defensores universitarios; actuar no sólo conforme a derecho, sino también con equidad; actuar de oficio en los casos en que existan indicios de vulneración de un derecho; salvaguardar los derechos lingüísticos; trabajar con objetividad, proporcionalidad y transparencia; y prestar especial atención a las personas más vulnerables.