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Marismas, el paisaje cultural de Urdaibai

El libro ‘Itzak: Urdaibaiko kultur paisaia’ es fruto de la colaboración entre la Universidad del País Vasco y la Sociedad de Ciencias Aranzadi

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Fecha de primera publicación: 04/12/2023

Josu Narbarte y Eneko Iriarte
Josu Narbarte y Eneko Iriarte | Foto: Fernando Gómez. UPV/EHU.

La obra presenta el análisis del paisaje de Urdaibai como resultado de las relaciones entre la sociedad y el medio ambiente teniendo en cuenta los cambios que se han ido produciendo a lo largo de la historia. Dentro de esa evolución, se han estudiado especialmente las marismas, ya que tienen una importante relevancia en esa zona vizcaína.

Para los habitantes de los pueblos de la zona de Urdaibai, la ría y su paisaje forman parte de la vida cotidiana: aguas saladas y dulces, arenales, marismas que se cubren o se descubren al ritmo de las mareas. Esas marismas han formado parte de los terrenos comunales desde la Edad Media, donde se han explotado diversos recursos, como el pasto de ganado o la recolección de juncos. Sin embargo, entre los siglos XVII y XIX esa situación cambió y, con su privatización, se llevaron a cabo proyectos de drenaje a gran escala, formando zonas cerradas con munas o diques (pólderes) destinados a un uso agrario. “Donde ahora hay marismas hubo zonas ricas de agricultura. Por eso, en la memoria colectiva de la comarca han quedado guardadas algunas palabras relacionadas con esas zonas (‘itzak’ o ‘itsasoak’, ‘munak’ o ‘lubanak’), que atestiguan el trabajo y el conocimiento desarrollado por los antiguos pobladores para adaptarse a un entorno difícil”, comentan los autores del libro.

Aquella forma de vida ha ido desapareciendo. Hoy en día son muy pocos los habitantes que se dedican al sector primario en Urdaibai, lo que ha influido en el aspecto paisajístico. Se han ido abandonando caseríos y campos de cultivo y, en su lugar, se han restaurado los ecosistemas originales de las zonas húmedas, especialmente tras la declaración de la Reserva de la Biosfera y de la Zona de Especial Protección de la Red Natura 2000. “Los beneficios de esa apuesta son notables tanto en biodiversidad como en calidad ambiental. Pero al mismo tiempo han ido erosionando las huellas de esos paisajes del pasado y olvidando su memoria, perdiéndose para siempre parte de nuestro patrimonio cultural”, inciden los investigadores.

Proyecto Erriberak

La reconstrucción de esa historia fue uno de los objetivos del proyecto de investigación Erriberak (Riberas), que en el año 2020 llevaron a cabo la Universidad del País Vasco y la Sociedad de Ciencias Aranzadi, con la colaboración del Centro de Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco. Fue una labor fructífera que permitió reconstruir las interacciones entre la sociedad local y su medio ambiente, y que ha dado como fruto la publicación del libro ‘Itzak: Urdaibaiko kultur paisaia‘ (Marismas, el paisaje cultural de Urdaibai), de los investigadores Josu Narbarte y Eneko Iriarte. “La obra no sólo sirve para ayudarnos a comprender mejor el paisaje que vemos hoy en día, sino que también ha tenido el objetivo de reconocer a las mujeres y hombres que le dieron forma con su trabajo y que, de generación en generación, nos transmitieron su amor por él”, destacan los autores.

El libro está dividido en diez apartados. Los cuatro primeros son generales. Así, en el primer apartado se propone una definición del paisaje cultural y las bases metodológicas para la investigación arqueológica en torno al mismo. En la segunda parte se dibuja una evolución diacrónica del paisaje de Urdaibai basada tanto en fuentes documentales como en el registro material. En el tercer capítulo se analiza un espacio característico de ese paisaje: las marismas. En el cuarto capítulo se da cuenta de los pólderes que se construyeron sobre esos humedales durante la Edad Moderna, insertando ese proceso en su contexto de la Europa atlántica. En los siguientes cinco apartados se analizan uno a uno los casos de los cinco municipios de la comarca: Busturia, Murueta, Forua, Kortezubi y Gautegiz Arteaga. En cada caso, además de las fuentes del archivo y los revestimientos terrestres actuales, se propone la transcripción del antiguo catastro formado en 1949, con el fin de recoger la memoria de los últimos habitantes que elaboraron esos pólderes. Y, por último, el décimo capítulo reflexiona sobre el valor del paisaje de Urdaibai como patrimonio cultural.

El libro se puede adquirir en cada uno de los cinco ayuntamientos colaboradores (Busturia, Murueta, Forua, Kortezubi y Gautegiz Arteaga) y, además, estará a la venta en el stand de la Sociedad de Ciencias Aranzadi durante la Feria del libro de Durango de 2023.

Información sobre los autores

Josu Narbarte

Es arqueólogo, doctor por la Universidad del País Vasco y miembro activo del Departamento de Arqueología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. La evolución de los paisajes culturales es su principal línea de investigación, entendida como el resultado de las interacciones entre las sociedades y el medio ambiente. En ese sentido, elabora una visión interdisciplinar que combina diferentes fuentes de información: registro arqueológico, análisis de suelos, documentos de archivos, memoria oral, toponimia, etc. Así, ha dirigido investigaciones como el paisaje rural ligado a los caseríos vascos, el paisaje pastoril de Pirineo o los viñedos del valle del Ebro. En los últimos años trabaja en la investigación de los paisajes culturales costeros, dentro del proyecto Erriberak (Riberas), auspiciado por el Gobierno Vasco.

Eneko Iriarte

Doctor en Geología por la Universidad del País Vasco, es profesor del Máster en Evolución Humana y responsable científico del Laboratorio de Isotopo-Estables IsoTOPIK en la Universidad de Burgos y miembro activo del Departamento de Geología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. A partir de los registros sedimentarios del cuaternario, su principal línea de investigación se centra en la reconstrucción paleoambiental y la interacción entre el medio ambiente y el ser humano. Para ello, trata de tender puentes entre la geología y la arqueología y, en muchas ocasiones, también participa en proyectos arqueológicos de diferentes épocas y problemáticas, tratando de conocer el impacto ambiental de los cambios culturales a lo largo del tiempo.