En la sesión de hoy del Claustro universitario de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, celebrada en el Auditorio Mitxelena de Bizkaia Aretoa, el Aldezle Iñigo Urrutia Libarona ha presentado la Memoria Anual de actividades de ese servicio, correspondiente al año 2018. La institución del Aldezle se encarga de velar por el respeto de los derechos y libertades de todas las personas de la comunidad universitaria ante las actuaciones de los diferentes órganos y servicios de la UPV/EHU. También es una instancia mediadora en los conflictos entre personas de esa comunidad.

“La preocupación por la garantía de los derechos del gran colectivo de personas que formamos la UPV/EHU y la mejora constante en este ámbito suponen un factor fundamental para el desarrollo de nuestra universidad pública. Garantizar los derechos de todas las personas, sin distinción, supone mejorar las prácticas y los procedimientos administrativos, mejorar en calidad docente y en el funcionamiento de los servicios, y acercarnos a una universidad más amable y respetuosa. En definitiva, mejorar en la garantía de los derechos supone una buena forma de impulsar el servicio público universitario”, ha destacado el Aldezle, en su intervención.

Las actuaciones que realiza se dividen en las categorías: “consultas”, “quejas y reclamaciones” y “procesos de mediación-conciliación”. A lo largo de 2018 han acudido al servicio 135 personas, que han planteado un total de 138 asuntos. Son cifras inferiores a las del año pasado, pero dentro de la media de casos anuales en esa institución. De forma acumulada, desde la puesta en marcha del servicio del Aldezle en 2011, han pasado por el mismo 843 personas (algunas de ellas han acudido varios años), planteándose en total 956 casos.

De las 135 personas que han acudido a la defensoría, 70 han sido mujeres y 65 varones, un reparto por sexos muy similar a la presencia de hombres y mujeres en la universidad. Por colectivos, 57 asuntos fueron planteados por el alumnado, 48 por el PDI, 15 por el PAS y 18 por personas ajenas a la universidad. Esta categoría se mantiene por considerar que ello contribuye a la mejora del servicio público que la UPV/EHU presta a la sociedad.

Se ha apreciado una caída del número de asuntos planteados por el colectivo de alumnado, lo que ha supuesto volver a la estabilización de la relación entre casos planteados en años anteriores. Por lo que se refiere a la naturaleza de los asuntos, en 2018 se han recibido 102 consultas, 33 quejas y 3 peticiones de mediación. En ese sentido, se puede apreciar que la disminución se ha producido en todo tipo de asuntos, siendo la consulta la que se ha convertido en un sistema de gran utilidad para encauzar el tratamiento de muchos de los casos que se presentan.

En cuanto a la temática, los asuntos de mayor incidencia relacionados con el alumnado son las consultas relativas a la evaluación, la matrícula, los precios públicos, así como los trabajos de fin de grado y su tutorización. En el caso del PDI, las temáticas más frecuentes han sido la asignación de docencia, las plazas y bolsas de sustitución y los conflictos entre compañeros. Todas ellas son cuestiones recurrentes, que este año también se han hecho sentir. Por lo que se refiere al PAS, destacan los asuntos relacionados con comportamientos de superiores jerárquicos, las condiciones laborales y los concursos de traslados.

A modo de conclusión

En su informe, Iñigo Urrutia ha destacado el gran peso que están adquiriendo las consultas en la labor de la oficina y que provienen de todos los colectivos universitarios. Ha agradecido, además, la respuesta obtenida de las personas u órganos a los que se han dirigido a fin de dar solución a las quejas, cuya resolución ha sido mayoritariamente positiva.

“Desde una perspectiva general, quisiera hacer referencia a una sensación que observo en varios colectivos universitarios, señaladamente en el PDI y quizás también en el de PAS. Se trata de cierta insatisfacción derivada de los recortes económicos y contención del gasto de los últimos años, ajenos a la universidad, que ha repercutido de forma importante sobre la carrera y la promoción universitaria”, ha indicado el Aldezle.

“Somos conscientes”, ha añadido, “de que detrás de cada una de las actuaciones hay personas, personas que nos transmiten un problema, una inquietud o un conflicto que afecta de alguna manera al normal desarrollo de la función que esa persona tiene en esta universidad, y le dificulta o le impide el normal desarrollo de la vida universitaria. Desde esa perspectiva, nuestra voluntad ha sido, y seguirá siendo, ofrecer la mejor atención a todas las personas que se acercan al servicio y esforzarnos por resolver todos los casos que llegan”.