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Grupo de Investigación Bentos Marino UPV/EHU

La recuperación de la vida marina en el Abra de Bilbao

  • Cathedra

Fecha de primera publicación: 10/08/2020

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Endika Quintano, Nahiara Muguerza, María Bustamante y Javier Tajadura, del Grupo de Investigación Bentos Marino UPV/EHU. Foto: Mikel Mtz. de Trespuentes. UPV/EHU.
Este artículo se encuentra publicado originalmente en Cuaderno de Cultura Científica.

La comarca del Gran Bilbao ha mostrado históricamente una estrecha relación con el río Nervión-Ibaizabal. Desde el siglo XIX, su cauce ha venido recibiendo grandes volúmenes de aguas residuales de origen doméstico, siderometalúrgico, minero e industrial, ante la creencia de que el medio marino podría asimilar toda esa carga contaminante. Sin embargo, las condiciones ambientales naturales del Abra de Bilbao se vieron alteradas de forma drástica.

Afortunadamente, la mayor sensibilidad y conciencia ambiental de la sociedad se tradujo en la puesta en marcha en 1984 del ‘Plan de Saneamiento Integral de la comarca del Gran Bilbao’ promovido por el Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia que, junto con la paulatina transformación medioambiental de las industrias, fue produciendo una mejora paulatina de la calidad de las aguas y de la vida animal y vegetal de los fondos rocosos del Abra.

Las algas y los invertebrados que viven fijos a la roca son excelentes indicadores ecológicos para evaluar la calidad de las aguas. Debido a su naturaleza sésil (sin capacidad de movimiento) o sedentaria, acumulan los efectos de la exposición prolongada a la contaminación, dando una visión general del estado ecológico de un lugar en relación a los contaminantes y a las variables naturales existentes.

La fuerte contaminación sufrida durante décadas en el Abra de Bilbao ocasionó la degradación ambiental de las comunidades biológicas originalmente existentes. La flora y fauna que ocupaba el lecho marino rocoso sufrió los efectos perjudiciales del aumento en la turbidez del agua, en la tasa de sedimentación y la concentración de sustancias tóxicas que junto con la menor disponibilidad de oxígeno originaron la desaparición masiva de muchas especies. En concreto, la zona intermareal rocosa (descubierta en bajamar) quedaba anegada por un fino depósito de fango y permanecía prácticamente sin vida en gran parte del Abra. Sólo las especies más tolerantes a la contaminación, como el alga roja Gelidium pusillum y gusanos del género Boccardia eran capaces de soportar unas condiciones ambientales tan adversas y estresantes.

En las campañas periódicas de muestreo llevadas a cabo por la UPV/EHU desde el año 1984 hasta la actualidad, se ha podido constatar cómo la transformación industrial y la implementación gradual de los planes de saneamiento de aguas residuales han hecho posible un descenso en la contaminación, permitiendo el proceso de recuperación de la fauna y la flora desde mar abierto hacia las zonas más internas del Abra.

Han sido numerosos los cambios positivos que han favorecido el desarrollo de comunidades más maduras. La mejora en las condiciones ambientales ha facilitado el incremento de la diversidad, el aumento de la cobertura algal, el retroceso de algas morfológicamente sencillas frente al avance de especies más complejas con mayores requerimientos ambientales, el aumento de la variedad de estrategias tróficas de la fauna, y la restauración del equilibrio fauna/flora.

Todos esos cambios se han sucedido de forma escalonada en el tiempo. Una primera etapa de mejora quedó identificada por el desarrollo de poblaciones de especies que de forma natural dominan los intermareales de la Costa Vasca: las algas calcáreas de color rosáceo Ellisolandia elongata y Lithophyllum incrustans. Acompañando a esa vegetación aún no muy diversa, quedaba favorecida la fauna filtradora formada por bancos amplios del mejillón Mytilus galloprovincialis, mientras que las lapas herbívoras del género Patella comenzaban a recolonizar la superficie de las rocas.

Posteriormente, el desarrollo de las mejoras ambientales permitieron el aumento de la diversidad con la entrada de especies sensibles, como las algas Bifurcaria bifurcata y Halopteris scoparia y de invertebrados típicos de costa abierta como la anémona Anemonia viridis. Además, la fauna filtradora retrocedió, favoreciendo el avance de los herbívoros y la diversidad de estrategias tróficas con la presencia de invertebrados carnívoros como el gasterópodo Ocenebra erinaceus. El desarrollo de las comunidades bentónicas (organismos que viven sobre el fondo marino) trajo además otros cambios positivos en el ecosistema, aportando recursos básicos como el de refugio, cría de alevines y alimentación para especies de peces típicas de ambientes no contaminados.

Actualmente, las comunidades continúan en fase de recuperación hacia estadíos propios de zonas limpias. A pesar de las medidas de mitigación implantadas y de los cambios favorables ya registrados, aún destaca la escasez de algas de morfología compleja y de herbívoros, entre otros aspectos.

Los programas de seguimiento llevados a cabo en el Abra han aportado una información biológica necesaria de gran valor para proponer modelos de gestión y recuperación, además de contribuir al conocimiento en la elaboración de directivas europeas para la protección del medio marino. En ese sentido, el estudio continuado del proceso de recuperación del Abra posibilitará obtener información científica única y muy valiosa que permita proteger, restaurar y gestionar de forma adecuada nuestros recursos marinos.

 

El Grupo de Investigación Bentos Marino UPV/EHU lo forman María Bustamante, Isabel Díez, Javier Tajadura, Endika Quintano, Nahiara Muguerza, José Ignacio Saiz Salinas y José María Gorostiaga Garai.