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Doctorando en Ingeniería de energía renovables

Lander Galera: «La beca de Microsoft nos permitirá ser más ambiciosos»

Ha sido premiado por un proyecto que mejorará el rendimiento de los aerogeneradores colocados en plataformas flotantes marinas

  • Entrevista

Fecha de primera publicación: 10/06/2020

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Lander Galera en el Laboratorio de la Escuela de Ingeniería de Bilbao. Foto: Tere Ormazabal

Lander Galera estudia en la tesis que escribe cómo prever las pérdidas de potencia que sufren los aerogeneradores que flotan en el mar, un problema que trae de cabeza a las empresas que instalan estas turbinas eólicas, porque no saben con seguridad qué rendimiento energético van a lograr. Especializado en energías renovables marinas, presentó la idea, junto a sus directores de tesis, a las becas de AI for Earth de Microsoft, que ha reconocido su propuesta, lo que dará el espaldarazo definitivo al proyecto MarIA

Lander, ¿qué habéis propuesto a Microsoft para que decida apoyarte con una de sus becas?  

En resumen, proponemos crear un software que calcule con mayor fidelidad las pérdidas de generación de energía que va a tener una turbina eólica antes de ser colocada en una plataforma flotante en el mar; esto es muy difícil de predecir con exactitud con los programas existentes hoy en día y eso repercute enormemente en el análisis de costes y beneficios de una empresa cuando está valorando dónde ubicarla. Esa propuesta es, al fin y al cabo, la base de la tesis doctoral que estoy escribiendo. 

¿No se predice de la misma manera que con un aerogenerador fijo de tierra o en el mar? 

No. A diferencia de los aerogeneradores fijos, en los flotantes influyen otros factores que hacen que varíe su eficacia para obtener energía; por ejemplo, la altura de las olas en cada momento, las diferentes orientaciones de viento y oleaje, las mareas, la inclinación del aerogenerador, corrientes que pueda haber en esa localización específica, etcétera. Todo ello hace que la plataforma se mueva y no optimice su rendimiento potencial de generación de energía. Piensa, por ejemplo, que en Euskadi tenemos olas de hasta, más doce metros, es muy importante predecir cuál podría ser esa pérdida de generación de energía que se pueda producir. 

¿Entonces, por qué utilizar plataformas flotantes? 

Hasta este siglo, la energía eólica siempre se había hecho en tierra, ahora se ha comenzado a trasladar ese mismo modelo al mar en países como Inglaterra, Bélgica o Alemania. Son países que tienen mucha plataforma continental, donde la profundidad es de entre 20-50 metros, por lo que puedes fijar las turbinas eólicas al fondo marino. 

El problema surge en muchos otros sitios, como Euskadi; aquí, a tres o cuatro kilómetros de la costa vizcaína la profundidad es cercana a 100 metros, por lo que no podemos poner aerogeneradores fijos en la base marina. Es ahí donde entran en juego las plataformas eólicas flotantes.  

¿Cómo lograsteis interesar a Microsoft en el proyecto? 

Microsoft convoca talleres de trabajo en todo el mundo para encontrar proyectos tecnológicos que mejoren la calidad del medio ambiente y apoyarlos a través de su iniciativa AI for Earth. El pasado marzo se llevó a cabo uno en el BEC y Jesús María Blanco, que es codirector de mi tesis y profesor en el Departamento de Ingeniería Nuclear y Mecánica de Fluidos, presentó la idea en el workshop dedicado a energías renovables. Nos sugirieron que la presentáramos en abril a las becas y así nació el “proyecto “MarIA”. 

¿Y en qué ayuda la beca AI for Earth (Inteligencia Artificial para la tierra)? 

La beca incluye 15.000$ teóricos en Inteligencia Artifical, para el acceso a su servicio computacional en la nube, la plataforma cloud Azure, lo que nos va a permitir acortar el tiempo de la investigación uno o dos años, porque sus redes permiten hacer simulaciones y experimentos computacionales cinco veces más rápido de lo que hemos estado logrando hasta ahora con nuestros sistemas. Eso nos anima a ser más ambiciosos con los resultados que deseamos obtener.  

¿Y asesoría técnica? 

Sí Lo cual es tan interesante como como lo anterior, porque el ‘know how’ de los expertos informáticos que ponen a nuestra disposición va a ser clave para esta primera fase del proyecto; nos va a permitir optimizar el uso de Azure para lograr más y mejores extrapolaciones de las diferentes situaciones que se podrían dar en casos reales en los aerogeneradores “offshore” (en el mar). Combinados estas dos ayudas tendremos más posibilidades de lograr el software necesario para proponer el diseño de una turbina que, por mucho que varíen las condiciones, tenga un buen rendimiento. 

¿De cuánto tiempo dispones para ello? 

La beca nos permite utilizar esos sistemas durante un año, de abril a abril, pero mis directores de tesis, Jesús María Blanco y Gregorio Iglesias, quieren que tengamos esta fase terminada para diciembre. 

¿Por qué las prisas? 

Si logramos obtener todos los datos necesarios para finales de año y el resultado es bueno, podríamos pasar a una segunda fase en la que podríamos a optar a una financiación más clásica por parte de Microsoft, ya no sería una beca. Eso supondría más financiación, posibilidad de trabajar con prototipos propios…  

Pinta muy bien… 

Bueno… yo soy muy positivo, es mi obligación como doctorando, luego ya me pondrán los pies en el suelo Jesús María y Gregorio, que son los que me han guiado en este proyecto. 

Dos directores y cada uno en un extremo del mapa… ¿Cómo los conociste? 

Yo estudié el grado de Ingeniería en Energías Renovables de la Escuela de Ingeniería de Gipuzkoa, en Eibar. Allí tuve la fortuna de escuchar a un experto que trabajaba en renovables marinas y, cuando le oí, me dije: yo me voy a dedicar a eso. Cuando acabé el grado, me fui a la Universidad de Plymouth, donde estudié el Master MSc Marine Renewable Energy en la University of Plymouth. Allí Gregorio, que es profesor de Energía Eólica Marina en la University College Cork en Irlanda; me dirigió mi tesis del master.  

Después comencé el Master in Offshore Renewable Energy aquí, en la Escuela de Ingeniería de Bilbao, donde coincidí con Jesús María. Así que, al comenzar el doctorado, pedí a ambos que me dirigieran la tesis. 

¿Y, cuando acabe esto, cómo ves tu futuro? 

No sé muy bien… lo mismo me veo en la industria que en la investigación. Ambas me apasionan. Pero soy optimista porque la energía eólica flotante va a seguir una tendencia ascendente importante pese a la crisis, porque el gobierno va a tener que invertir en energías verdes y abandonar las fósiles y también porque está surgiendo una tecnología emergente que empieza a demostrar que puede ser competitiva. 

Además, en el mar los vientos son más fuertes y constantes, por lo que puedes poner turbinas más grandes, que generen más energía con un coste algo mayor. Piensa, también, que el mar supone el 70% del planeta eso permite una mayor área de explotación.