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Ibon Cancio

Los océanos en su día

Profesor de Biología Celular (PiE) y director de EMBRC-España

  • Cathedra

Fecha de primera publicación: 08/06/2023

Ibon Cancio, profesor de Biología Celular (PiE) y director de EMBRC-España
Ibon Cancio, profesor de Biología Celular (PiE) y director de EMBRC-España | Foto: Fernando Gómez. UPV/EHU.

“Call me Ishmael. Some years ago —never mind how long precisely— having little or no money in my purse, and nothing particular to interest me on shore, I thought I would sail about a little and see the watery part of the world”.

Pocas aventuras han capturado más nuestra imaginación que la del descenso a los infiernos del capitán Ahab en su lucha contra la gran ballena Moby-Dick (1851). Herman Melville se basó libremente en la historia real del ‘Essex’, ballenero de Nantucket que en 1820 se hundió en el Pacífico por el ataque de un gran cachalote blanco. Lo mismo sucede con el capitán Nemo y su viaje submarino. El libro de Verne (1869) se lee como una descripción taxonómica de la biodiversidad de los océanos y rinde pleitesía a grandes científicos de la época como Henri Milne-Edwards, quien intentara por primera vez obtener financiación para la creación de estaciones marinas de investigación en la costa francesa. Nemo, alejado de la sociedad y la tierra, explora los océanos utilizando tecnología que todavía no estaba disponible cuando Verne escribió su “20000 leguas de viaje submarino”. Ese mismo siglo XIX asistió a las primeras grandes expediciones científicas que exploraron los mares, las de los ‘Rattlesnake’, ‘Challenger’ o ‘Beagle’. Más tarde, Occidente asistió a la desaparición de buques de exploración científica como el ‘Terror’ y el ‘Erebus’ el ‘Porquoi Pas?’ o el ‘Endurance’. ¡Mayor fascinación, aún si cabe! Recientemente, ¿cuántos seguimos al capitán Cousteau y a su ‘Calipso’, o a David Attenborough, en sus exploraciones televisivas de nuestro planeta azul? ¿Qué tienen los océanos, tanto en mar abierto como en costa, que deseemos y necesitemos investigar y preservar? ¿Qué necesitan de nosotros? ¿Tenemos ya la tecnología para su salvaguarda?

Un día por los océanos

Las Naciones Unidas dedican por resolución de su Asamblea General determinados días, semanas, años y décadas a temas específicos para promover, mediante la concienciación y la acción, los objetivos de la Organización y de sus Estados Miembros. El 8 de junio celebramos el Día Mundial de los Océanos, que desde hace tres años conmemoramos en el marco de la Década de los Océanos, precedido en el calendario por el Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio). Todos los días tienen 24 horas… Día de la Biodiversidad, Día de los Derechos Humanos, Día de la Mujer, Día de la Bicicleta (3 de junio), Día del Baile (4 de enero)… Son ocasiones para la celebración, reivindicación y concienciación adoptados por la ONU alrededor de sus objetivos prioritarios.

El Día Mundial de los Océanos nos recuerda su importante papel en nuestro día a día, como agallas de nuestro planeta, sumidero de CO2, fuente de alimentos, medicamentos y recursos, santuario fundamental de la biosfera y fuente inagotable de inspiración. Su propósito es informar del impacto del “Homo sapiens” sobre la mar, desarrollar un movimiento mundial de apoyo y unir a la ciudadanía en un proyecto para la gestión sostenible de nuestros mares. El tema elegido para el 2023 es "Planeta oceánico: las corrientes están cambiando".

Desde el mundo académico y científico tenemos una única, pero poderosa, herramienta para promover el uso sostenible de los recursos marinos salvaguardando la salud de este planeta oceánico. Esa herramienta es el conocimiento. El que hemos obtenido tras años de estudio, y el que podemos y debemos alcanzar todavía. Poniendo el foco sobre los desafíos a los que se enfrenta la mar, celebraciones como la del 8 de junio buscan compartir ese (des)conocimiento y concienciar sobre la necesidad de protegerla. ¿Cuáles son esos desafíos?

Acciones científicas para 10 desafíos

Lanzado en enero de 2021, la “Década de la ONU de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030)”, la Década de los Océanos, proporciona un “arca” para un compromiso mundial con la investigación marina. Al alinear colectivamente la investigación, las inversiones y las políticas en torno a una serie de retos comunes, se pretende que la Década contribuya a la buena salud de los océanos que sigan siendo fuente de vida. La Década cuya visión es “La ciencia que necesitamos para el océano que queremos” se ha marcado 10 desafíos que requieren de acción conjunta y esfuerzo de investigación in situ, en condiciones sociales, ambientales y climáticas cambiantes.

  1. Comprender y vencer la contaminación marina.
  2. Proteger y restaurar los ecosistemas y la biodiversidad.
  3. Alimentar de forma sostenible a la población mundial.
  4. Desarrollar una economía oceánica sostenible y equitativa.
  5. Desbloquear las soluciones al cambio climático basadas en los océanos.
  6. Aumentar la resistencia de las comunidades a los peligros oceánicos.
  7. Ampliar el sistema mundial de observación de los océanos.
  8. Crear una representación digital del océano.
  9. Habilidades, conocimientos y tecnología para todos.
  10. Cambiar la relación de la humanidad con el océano.

¡Un barco viene a verme!

Entre el 11 de septiembre y 18 de octubre recibimos en la UPV/EHU una actividad colaborativa alineada con estos desafíos y con los objetivos del Día de los Océanos. TREC es una expedición científica y de concienciación ciudadana al más alto nivel, coordinado por el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), con la participación de Tara Oceans y de EMBRC-ERIC, de la que la Estación Marina de Plentzia (PiE-UPV/EHU) es también miembro. La expedición ha comenzado en abril y finalizará en junio de 2024.

TREC combinará la exploración oceánica a bordo de la goleta de investigación científica Tara, con muestreos de suelo, sedimentos y aguas poco profundas, y de organismos modelo seleccionados en varios hábitats costeros europeos. Para ello cuenta con el apoyo de servicios móviles terrestres y con infraestructuras de investigación marina locales como el PiE-UPV/EHU. Visitará 22 países, con 42 paradas y 120 puntos de muestreo en la transición tierra-mar, además de los muestreos en mar por parte de Tara. Ocho paradas han sido seleccionadas como sitios de muestreo intensivo y de ciencia ciudadana. Plentzia-Bilbao ha sido seleccionada como uno de esos “super-sitios” para ambas actividades. Por primera vez en 50 años el EMBL visita sus países miembros y Plentzia será el primer punto en su recorrido por la península. El Tara a su vez, finalizará sus muestreos en el Golfo de Bizkaia, amarrando frente al Itsasmuseum de Bilbao (11-18 de octubre).

Se analizará la biodiversidad vírica, bacteriana y de protistas así como la de grupos multicelulares de algas y animales. El análisis mediante metodologías de secuenciación del genoma de diversos ecosistemas combinados con estudios de microscopía avanzada permitirá obtener información sin precedentes, asociando datos moleculares y morfológicos a nivel de ecosistema, organismo y célula. Se hará especial hincapié en la detección de metabolitos y compuestos bioactivos, así como en la caracterización fisicoquímica de los hábitats muestreados, proporcionando el marco ambiental que contextualice la biodiversidad que sea identificada y el análisis de sus características adaptativas. Esta descripción integrada a través de gradientes ambientales y antrópicos de vida micro y macroscópica permitirá obtener el primer censo paneuropeo de los ecosistemas costeros europeos.

Uno de los principales objetivos de la expedición TREC es comprender los ecosistemas costeros en Europa y sus respuestas en entornos cambiantes a nivel molecular. A través de la comprensión de estos mecanismos ecosistémicos y su mutación, podremos desarrollar herramientas de diagnóstico precoz y soluciones para revertir los cambios perjudiciales que el futuro pudiera depararnos.

La expedición TREC contará con el apoyo del Laboratorio Móvil del EMBL, con el equipo necesario para el procesamiento de muestras y la adquisición de metadatos. Este laboratorio traerá tecnología de vanguardia hasta Plentzia para colaborar con los científicos de la UPV/EHU. Además, TREC pretende involucrar a lo largo de su ruta a la ciudadanía en torno a los problemas ambientales ligados a la salud planetaria, mostrando el poder de la biología para abordar los retos globales de nuestras sociedades, destacando la conectividad entre los entornos terrestre y marino. Las actividades de participación pública incluirán talleres basados en juegos, un stand, charlas científicas y visitas guiadas al laboratorio móvil, al barco Tara y al PiE-UPV/EHU.

Cada mililitro de agua de mar contiene 10 millones de partículas víricas, 1 millón de bacterias y arqueas y 1.000 hongos, microalgas y protozoos que compiten por espacio y alimento, estableciendo relaciones íntimas entre sí, con su entorno y con nosotros. Un océano que funcione bien depende de comunidades microbianas diversas y abundantes. Estos microbios tanto planctónicos como bénticos proporcionan nutrientes, eliminan desechos, limpian el agua, son ingenieros químicos, tejen la red alimentaria marina, y suponen el genoma en el reposa la información genética que permita generar nuevas biomoléculas de aplicación industrial y médica.

Las iniciativas de exploración puntuales necesitan la integración temporal que aportan observatorios de biodiversidad costera periódicos como el de la iniciativa EMO-BON de EMBRC (acción respaldada por la Década). EMO-BON incorpora entre sus 16 puntos de muestreo bimensual la localidad de Getxo a cargo de los científicos del PiE-UPV/EHU. A ella, el PiE-UPV/EHU acaba de añadir el observatorio “One-Health” HOBE en la bahía de Plentzia. Estas actividades contribuirán a enriquecer las bases de datos y la generación de un atlas de distribución de especies que puedan facilitar la investigación en el marco de un planeta cambiante.

Actividades de socialización y concienciación como el Día y la Década de los Océanos, y las actividades científicas TREC y EMO-BON, sirven para ver, tocar, oler y sentir el Planeta Azul de otro modo. Hay muchas “ballenas” ahí fuera, pero no son necesariamente blancas ni gigantescas, y no podemos permitirnos no conocerlas y menos perderlas. ¡No seamos como Ahab, sé Ismael!