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Mejorar el barrio, crecer como persona

Más de 500 estudiantes de la UPV/EHU han participado en el programa Viviendas Municipales de Bilbao para Jóvenes Solidarios/as que cumple su 13ª edición

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Fecha de primera publicación: 02/02/2023

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Mar Puig, en una de sus clases del centro cívico de Otxarkoaga con Julia Lewis de la asociación AMUGE | Foto: Fernando Gomez. UPV/EHU

Mar Puig es una joven catalana alumna del Máster en Desarrollo y Cooperación Internacional de la Universidad del País Vasco. Dos días a la semana, sobre las 10, pasa por la Asociación Intercultural para el empoderamiento de las mujeres gitanas de Euskadi, recoge el material y se dirige al centro Cívico de Otxarkoaga, donde se reúne con sus alumnas y colabora como profesora. Ramón Ascanio es un joven venezolano alumno del Máster de Marketing y Dirección Comercial en la UPV/EHU. Cada dos días acude al colegio público de Otxarkoaga, donde colabora en el comedor y se encarga de organizar las mesas, servir la comida y cuidar del alumnado.  Mar y Ramón comparten algo más que un piso en Otxarkoaga, también son dos de los 46 estudiantes, 44 de ellos de la UPV/EHU, que este año participan en el programa Jóvenes Solidarios/as.   

Ha pasado más de una década desde que arrancó el proyecto de Viviendas Municipales de Bilbao para Jóvenes Solidarios.  Este programa, organizado por el Campus de Bizkaia de la UPV/EHU y el Ayuntamiento de Bilbao ofrece al estudiantado de posgrado, menor de 35 años, la oportunidad de conseguir un alquiler por un precio simbólico de 55 euros, a cambio de ofrecer diferentes servicios comunitarios a los barrios de Bilbao la Vieja y Otxarkoaga.  

"Jamás había tenido la oportunidad de estar en contacto con la comunidad gitana", señala Mar Puig. Y la estudiante del Máster de Cooperación y Desarrollo Internacional está encantada. "Se crea una conexión única con las chicas, aunque les enseñe matemáticas, la que realmente aprende soy yo", añade la estudiante.   

"Llegue a Euskadi hace tres años y la oportunidad de unirme a Jóvenes Solidarios me hizo quedarme”, cuenta Ramón Ascanio.  El estudiante de Marketing y Dirección Comercial en la UPV/EHU descubrió el programa una vez terminado el plazo de inscripción, pero decidió esperar un año entero para poder participar en el proyecto en el que finalmente le aceptaron. “Me parece importantísimo que existan esta clase de oportunidades, que desgraciadamente no son nada habituales”, aclara. 

Desconocimiento y prejuicios   

“En mi país un barrio como Otxarkoaga prácticamente sería de clase media. Aquí es un barrio marginal y la verdad es que me sorprende mucho”, comenta Ascanio.   El estudiante venezolano reflexiona sobre las distintas perspectivas que manejamos sobre los barrios con menor poder adquisitivo. 

“Me sorprendió que incluso gente que era de toda la vida de Bilbao jamás hubiera estado en Otxarkoaga”. Mar Puig recuerda su sorpresa cuando comento que su próximo piso se encontraría en la calle Txotena. “Todos me decían que me fuese si podía a San Francisco”, añade. Ramón Ascanio cuenta que ambos se sienten muy cómodos en el barrio, a gusto en el piso y que todo se debe al desconocimiento. “Si se habla poco de San Francisco, de Otxarkoaga todavía menos”, aclara el estudiante venezolano.  Los compañeros de piso insisten en la infundada mala fama del barrio. “Siempre te encuentras con las mismas personas, sobre todo con personas mayores que llevan toda la vida viviendo aquí”, aclara Puig. “No nos sentimos nada inseguros”, afirma Ascanio. “Te saludas con todo el mundo, hablas con ellos cuando haces la compra en el mercado, como en cualquier otro lado”, añade Puig.   

Un recibimiento afable  

En cuanto al trabajo que realizan, Ascanio destaca que “desde el primer momento el recibimiento ha sido muy agradable”. Las personas con las que trabaja tienen muy buena relación, incluso afirma haber creado una conexión con algunos de sus compañeros.  La experiencia de Mar Puig va más allá. “Me siento muy arropada por las personas con las que me relaciono en la asociación. Las chicas a las que doy clase incluso me dan las gracias por estar con ellas”, cuenta Puig, pero sobre todo destaca la “bidireccionalidad” del aprendizaje.  

A los dos compañeros de piso aún les quedan 4 meses por delante de esta experiencia, pero ambos están de acuerdo en que es una vivencia única. Tanto Puig como Ascanio recomiendan sin duda este “te hace valorar muchísimo más lo importante que es tener una vivienda digna y te da la oportunidad de conectar con colectivos que quizás nunca te habías cruzado”, añade Mar Puig.   

También en Santurtzi y Ermua 

Más de 500 estudiantes de la UPV/EHU han participado a lo largo de sus trece ediciones en el programa de Viviendas Municipales de Bilbao para Jóvenes Solidarios/as. Este año se ha extendido, por primera vez, a otros dos municipios vizcaínos, Santurtzi, que ha ofrecido seis plazas y Ermua, dos, a todas las cuales también han podido optar estudiantes de grado.  “Este programa muestra nuestra clara vocación por la colaboración interinstitucional. Nuestro objetivo es afianzarlo y, en la medida de lo posible, extenderlo a otros municipios”, explica Gorka Moreno, vicerrector del Campus de Bizkaia, quien destaca que es una iniciativa que casa con los objetivos de la UPV/EHU y su plan estratégico. “Es más, es un claro ejemplo de nuestro lema: Eman ta zabal zazu”, añade, ya que “a través de él nuestro alumnado no solo puede acceder a un alojamiento en condiciones económicas y atractivas, sino que también aporta a la comunidad y, mediante del voluntariado, da a la sociedad parte de los conocimientos obtenidos en el ámbito académico”.