La colocación de estas placas en edificios de estilo Moderno es una iniciativa de la Fundación Docomomo Ibérico y responde a su objetivo de inventariar, divulgar y proteger el patrimonio de este movimiento arquitectónico. La Fundación cuenta con la participación de numerosos Colegios de Arquitectos, Escuelas de Arquitectura y entidades dedicadas a la divulgación de la Arquitectura tanto de España como de Portugal, entre ellos el Colegio de Arquitectos Vasco Navarro.

En el acto han estado presentes el vicerrector de Campus de Bizkaia, Patxi Juaristi; el decano de la Facultad de Economía y Empresa, Jon Barrutia; la secretaria académica de la Facultad, Henar Diez; la decana del Colegio de Arquitectos Vasco Navarro, Matxalen Acasuso; junto con la secretaria y el vocal de la Delegación de Bizkaia del COAVN, Irati Burgues y Pablo Nistal. Además, asistieron varios familiares del arquitecto Basterrechea: los hijos, Rafael Basterrechea y Begoña Basterrechea, y un yerno, Alfonso Oliver.

Docomomo Ibérico ha colocado este lunes cuatro placas más en edificios del País Vasco y otras 16 más en diferentes ciudades españolas, lo que eleva a 204 el número de edificios que cuentan con este reconocimiento desde que puso en marcha esta iniciativa en 2012. Otro edificio de la UPV/EHU, la Escuela de Ingeniería de Bilbao en la calle Alameda de Urquijo, también obra de Jesús Rafael Basterrechea, ya exhibe un indicativo similar desde 2012.

La obra más destacada

La Facultad de Economía y Empresa es la obra más destacada de José Rafael Basterrechea. El arquitecto organizó el conjunto en tres núcleos principales: un cuerpo bajo que organiza los accesos, un cuerpo de mayor altura que dota al edificio de mayor presencia y, finalmente, el aulario, que ofrece una sección escalonada para adaptarse a la pendiente de la ladera arbolada en que se ubica.

Aunque con posterioridad se han construido, junto al edificio original, otros tres nuevos edificios para ampliar las instalaciones, la construcción mantiene esencialmente su configuración original y su aspecto exterior. Además, conserva los materiales originales de fachada y el arbolado del perímetro.

El edificio comparte algunas características de la obra de Basterrechea, como el funcionalismo en la organización del edificio y la ponderación de volúmenes como criterio compositivo. Como elementos singulares destaca la relación del edificio con el terreno y el arbolado que lo rodea y el uso de materiales como el ladrillo o la madera que lo acercan a la arquitectura nórdica.