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El cazador murciélago patudo desarrolla un agudo sonar para la pesca

Los movimientos de los peces despiertan su actividad pescadora y determinan sus patrones de caza

  • Investigación

Fecha de primera publicación: 29/10/2015

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El murciélago patudo (Myotis capaccinii) es, que se conozca, el único murciélago de Europa que, además de insectos se alimenta también de peces. Pero ese comportamiento no es una mera anécdota, ya que el nivel de fineza que ha logrado en el desarrollo de sus sentidos y en su forma de volar ha sido un factor importante en la historia evolutiva del murciélago patudo, así como en la supervivencia de esta especie. Así se desprende del artículo que ha publicado un grupo de investigación de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea en la revista científica Scientific Reports bajo el título "Insight on how fishing bats discern prey and adjust their mechanic and sensorial features during the attack sequence" (Percepción sobre cómo murciélagos pescadores distinguen sus presas y ajustan su mecánica y características sensoriales durante la secuencia de ataque).

"El utilizar una técnica u otra para apresar insectos y peces demuestra que estos murciélagos son capaces de distinguir entre las dos presas, y el primer paso de esta investigación fue entender cómo ocurre esta distinción: es decir, conocer cuál es el estímulo que utilizan para identificar que la presa es un pez", asegura Ostaizka Aizpurua, miembro del Grupo de Investigación de la UPV/EHU Ecología y Evolución del Comportamiento e investigadora principal del artículo.

El arrastre y los zumbidos

La técnica que utiliza el murciélago patudo para cazar insectos y para pescar es diferente, y está adecuada a cada tipo de presa. Los insectos que se encuentran posados en la superficie del agua los apresa haciendo un arrastre con las patas o con el uropatogio (la membrana de sus extremidades traseras). Por su parte, para pescar introduce aún más las patas y el arrastre es más largo. Las diferencias, sin embargo, no se limitan al vuelo, ya que el patrón de eco-localización también es diferente. La eco-localización es el mecanismo que utilizan los murciélagos para orientarse y poder cazar, y consiste en conocer por medio del eco la situación de los objetos que hay en el entorno. Concretamente, la aceleración del pulso de eco-localización que se da al final de la fase de caza se conoce como zumbido, y en el caso de estos murciélagos pescadores se distinguen dos partes que tienen características diferenciadas: el primer zumbido y el segundo zumbido. Los murciélagos patudos tienen la capacidad de amoldar sus dos zumbidos; es decir, dependiendo de lo que les interese, pueden alargar una y acortar la otra. Para cazar insectos, la importancia de ambos zumbidos es similar, pero, a la hora de pescar, el segundo zumbido se acorta mucho, hasta incluso desaparecer en algunos casos.

El primer paso para conocer el estímulo concreto que corresponde ha sido descubrir a qué tipo de estímulos responden los murciélagos. Y, para ello, el grupo de investigación de la UPV/EHU analizó el comportamiento de los murciélagos entre tres situaciones distintas. Tal y como explica la investigadora Aizpurua, "en uno de los estímulos provocamos ondas en el agua, sin ninguna presa aparente. En otro, pusimos un pez que se encontraba quieto en el agua, con el labio superior fuera del agua. Y el último estímulo fue un pez que subía y bajaba, apareciendo y desapareciendo y creando ondas en el agua". Como consecuencia de esta observación, el equipo de investigación se percató de que los murciélagos sólo respondían ante los estímulos en los que la presa estaba visible, sin hacer caso a las ondas de agua.

Conocida esa información, procedieron a estudiar las diferencias entre el pez que estaba quieto y el que aparecía y desaparecía, con un objetivo claro: descubrir si identificaban al pez en base a su morfología o a su movimiento. Y la respuesta correcta fue la segunda, ya que observaron que la reacción ante los dos estímulos era similar a la reacción mostrada ante insectos y peces. "Cuando un pez está quieto lo atacan como si fuera un insecto, con arrastres cortos de superficie y utilizando los dos zumbidos de forma similar. Pero cuando desaparece el pez, realizan arrastres más profundos y largos y relegan el zumbido a los pulsos del primer tipo, de la misma forma que ocurre cuando pescan", asegura la investigadora.

Cuando desaparece la presa

La técnica que utilizan los murciélagos para pescar es más fatigosa que la que utilizan para cazar insectos, ya que la fricción que se produce al introducir las patas bajo el agua les provoca una gran pérdida de energía cinética. Por lo tanto, utilizar de forma continua la técnica de pesca no les es provechoso si los peces no son pescados en la mayoría de los intentos. Para saber cómo reaccionan los murciélagos cuando desaparece la presa, el grupo de investigación diseñó un último experimento. En varios momentos de la acción de caza del murciélago han sumergido el pez, para así analizar el cambio de sus patrones de vuelo y de eco-localización.

La respuesta del murciélago no fue del tipo si/no, sino gradual. Es decir, la desaparición del pez y el cambio del patrón de caza están relacionados. La intensidad del arrastre lo amoldan a la incertidumbre de la localización de la presa, y el patrón de eco-localización lo amoldan para recibir el tipo de información que les interesa. Ese comportamiento de regulación, por lo tanto, podría ser el elemento importante que hace que la pesca sea rentable.

Referencia bibliográfica

Ostaizka Aizpurua, Antton Alberdi, Joxerra Aihartza & Inazio Garin. Insight on how fishing bats discern prey and adjust their mechanic and sensorial features during the attack sequence. Scientific Reports (2015). http://dx.doi.org/10.1038/srep12392