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Leire García Baztarrica y Oihane Sánchez Duro, estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU

«Reno es más que casinos y hoteles; también tiene mucho arte»

  • Entrevista

Fecha de primera publicación: 29/01/2016

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Leire García Baztarrica y Oihane Sánchez Duro

Apenas tuvieron un par de semanas para preparar el proyecto, pero lograron hacerse con las dos becas que por segundo año ha convocado la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU para que dos de sus estudiantes desarrollen una estancia artística de dos meses en Reno (Nevada, EEUU), en el Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada. Oihane Sánchez Duro, graduada en Arte y estudiante de segundo año de doctorado, logró la beca con el proyecto ‘Del pastoreo al casino: modificaciones en el paisaje y función simbólica', y Leire García Baztarrica, estudiante del Grado de Creación y Diseño, con ‘Reno Neón'. Ya están de vuelta en el País Vasco, y están encantadas con la experiencia que han vivido.

Por una parte, la evolución sociocultural de la zona; y, por otra, las luces de neón de los establecimientos. Os habéis interesado en dos aspectos muy diferentes de Reno y su entorno.
Oihane Sánchez Duro: Sí, no tienen nada que ver un proyecto con el otro. Yo quería que el mío tuviera cierta relación con la tesis en la que estoy trabajando, que trata sobre las prácticas artísticas y culturales en espacios colectivos en Bilbao. Por eso, he decidido analizar conceptos como la función simbólica de la arquitectura o la configuración de la ciudad, y cómo afecta eso en los contextos socioculturales del entorno. Es decir, cómo ha afectado la diáspora vasca, cómo se ha pasado del nomadismo de los pastores al sedentarismo de una ciudad que básicamente se basa en casinos y hoteles. Quería era hablar de la función simbólica, de cómo cambia la arquitectura, cómo se modifica el paisaje…
Leire García Baztarrica: Y mi proyecto se centrado en las luces de neón de Reno y de otras ciudades cercanas. Ha sido un trabajo fotográfico-documental que ha profundizado en la vida nocturna, las luces de neón, la vida de los casinos, la decadencia frente al falso bienestar… Por lo tanto, yo creo que el punto de unión de nuestros dos proyectos han sido los casinos…

¿Cómo es Reno desde el punto de vista artístico?
OSD: Tiene más actividad artística de lo que puede parecer. Es una ciudad que sorprende. Pensábamos que era una ciudad de casinos y hoteles, pero es más que eso. También tiene mucho arte. Está el Museo de Nevada y, por ejemplo, en el Midtown hay bastante actividad artística, con gente que coge espacios en desuso y con la participación de varios colectivos a la vez organizan muchas actividades artísticas y culturales. Hay, además, muchísima gente que desarrolla su actividad en casa. Como todas las casas tienen garaje, pues montan allí talleres de grabado, de encuadernación artesanal o de lo que sea o se montan sus propias exposiciones o galerías en pequeño formato… Estuvimos con bastantes artistas, agentes culturales y galeristas para ver cómo se desarrollan sus dinámicas de trabajos y profesionalización.

«Will Durham, el mayor coleccionista de neones del mundo, me hizo un tour por los carteles de Reno»

LGB: También los estudiantes de Bellas Artes son muy activos. Empiezan bastantes proyectos por cuenta propia y consiguen movilizar a mucha gente. Trabajan mucho en colectivo. La diferencia con la universidad de aquí es que allí los propios alumnos se encargan mucho de la gestión, y así es más fácil que se puedan sacar ideas adelante.

¿Cómo era vuestra rutina diaria?
OSD: Cada día era distinto. Como mi trabajo era más teórico, metía más horas en el Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada, que tienen una biblioteca muy buena con interesantes documentos sobre la diáspora y la cultura vasca. Pero luego, para las prácticas de campo que teníamos que hacer las dos, intentábamos ir juntas. Así, visitamos juntas pueblos de la diáspora vasca como Elko, Winnemucca, Idaho…
LGB: Y para mi proyecto nos hemos desplazado también a Las Vegas, a Los Ángeles… Intentábamos compensar el tiempo dedicado a la parte teórica y a la parte práctica. Aunque, realmente, mi trabajo era práctico casi en su totalidad, ya que la teoría la podía trabajar aquí. Mi objetivo era producir lo máximo posible para tener buen material de trabajo y, entre vídeo y fotografía, he traído más de 5.000 referencias.

¿Os resultó fácil amoldaros a su estilo de vida?
OSD:
Sí, la gente es muy acogedora. Además, nosotras tratábamos de participar en todo lo que podíamos. Nos presentamos a los concursos que organizaban en la universidad para estudiantes de Bellas Artes, íbamos a charlas, inauguraciones y todo tipo de actividades, y nos invitaban a todo tipo de fiestas.
LGB: Lo del concurso estuvo bien. Lo organizaron para que los estudiantes de Bellas Artes tuvieran la oportunidad de exponer sus trabajos. Nosotras presentamos parte de los proyectos que estábamos desarrollando allí, pero que todavía estaban en proceso… Y al final no salió. No teníamos muchos medios. Pero estas cosas nos servían para tomar parte en la vida universitaria.

¿Cuál es el mayor tesoro que habéis traído?
LGB: Yo he tenido la oportunidad de conocer personalmente a Will Durham, uno de los mayores coleccionistas de neones del mundo y que ha hecho varias exposiciones. Antes de partir para Reno, me puse en contacto con él por medio de Facebook, y ya allí pudimos quedar varias veces. Me hizo un tour por todo Reno para que viese y fotografiase las piezas de neón más importantes que hay en la ciudad. Algunas eran muy bonitas e interesantes y otras estaban muy viejas y desenchufadas; pero estas eran las que más le interesaban a Will, ya que su pasión era conservar la historia de la ciudad. Me comentó que con su colección particular quiere abrir el museo de luces de neón más grande del mundo.
OSD: Lo mío es más simbólico. Me llamó la atención que habiendo una distancia tan grande entre el País Vasco y Nevada hay conceptos y elementos que continuamente están conectando un entorno con el otro. Hay una memoria que está muy presente entre los emigrantes vascos. Es como un puente muy chulo que ofrece muchas posibilidades. Pero algo importante que me he traído está relacionado con mi tesis. Y es que le pedí al profesor Joseba Zulaika, que fue director del Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada, que sea codirector de mi tesis. Le pareció interesante la propuesta y ahora estamos en trámites para que sea aceptado.

¿Están ya finalizados vuestros proyectos?
OSD: Tenemos que presentar para mediados de febrero la memoria de la beca, y yo estoy aprovechando ahora para dar forma a todo el material que he traído. Estoy trabajando en una pequeña estructura, juntando el material fotográfico en una publicación y preparando unos DVD que recojan las prácticas y las acciones artísticas que hice en el entorno natural. También tengo que transcribir todas las entrevistas que hice.

«A pesar de la distancia, hay elementos que conectan continuamente al País Vasco y a Nevada»

LGB: En mi caso, el trabajo que hice allí se materializará en mi Trabajo Fin de Grado. Y estoy trabajando en ello. Además, la Facultad de Bellas Artes tiene previsto organizar una exposición en Bizkaia Aretoa, antes de verano, para que la gente pueda ver el resultado de nuestro trabajo. Todavía no tengo decidido qué formato tendrá mi parte de la exposición; no sé si será solo fotografía o si incluiré video o alguna otra cosa. Pero seguro que en un 80% será fotografía.

¿Volveréis?
LGB:
¡Me encantaría! Las últimas semanas, los dueños del Burner Hotel, un hotel de artistas, me pidieron que me quedara allí un mes trabajando con ellos a cambio de la estancia. Me apetecía, pero me resultaba imposible… Estaban redecorando el hotel porque se estaban preparando para el festival Burning Man, que se celebra en verano en el desierto de Nevada, cerca de Reno. Es un festival en el que construyen una ciudad con material reciclado y, luego, una semana después, desaparece todo y lo dejan limpio. Es un concepto muy interesante. Y hay mucha gente de Reno que está haciendo prácticas artísticas durante todo el año en relación con este festival. Me encantaría volver para poder asistir al festival.
OSD: A mí también me gustaría volver algún día. El Centro de Estudios Vascos tiene una cantidad de material bibliográfico muy interesante. Y, además, me gustaría que el proyecto que empecé allí tuviera continuidad y que diera pie a nuevas vías de investigación.

De cara al futuro, ¿hacia dónde se dirige vuestra trayectoria profesional?
LGB: Lo primero es presentar el Trabajo Fin de Grado, lo cual me va a llevar mucho trabajo. Y, a partir de ahí, me gustaría seguir con la fotografía, abarcando diferentes ámbitos, como la fotografía documental y la de moda, por ejemplo. Centrándome, sobre todo, en los conceptos artísticos.
OSD: A mí, me acaban de conceder la beca predoctoral del Gobierno Vasco, lo cual me da la posibilidad de seguir ejerciendo en el ámbito artístico con un poco de tranquilidad. O sea que todos mis esfuerzos van a ir encaminados a la práctica artística como tal, tanto en el ámbito universitario como en otros ámbitos, como por ejemplo, intentando aprovechar las oportunidades que se presentan con motivo de la capitalidad cultural de Donostia 2016.

 

FOTOS: Leire García Baztarrica, Oihane Sánchez Duro y Mikel Mtz. de Trespuentes. UPV/EHU