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La idea de que el euskera no era apto para la modernidad dominó al inicio del siglo XX

Se creía que era un impedimento para llegar a los nuevos modelos de vida e ideales que se abrían en la sociedad vasca

  • Investigación

Fecha de primera publicación: 11/03/2016

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Aritz Farwell Castillo, autor de 'Borne Before the Moone'

Miguel de Unamuno fue, en el siglo pasado, en intelectual más conocido que apoyó la idea de que el euskera no era un idioma apto para la modernidad y el progreso. No obstante, el filósofo bilbaíno no era el único que se aferraba a dicho planteamiento, ya que en diversos ámbitos de la sociedad –en el ámbito político, entre los agentes culturales, entre los intelectuales…– esa reflexión en torno al euskera era una opinión predominante, hegemónica.

Así lo confirma la tesis titulada Borne Before the Moone: A Social and Political History of Basque at the Dawn of the Twentieth Century presentada por Aritz Farwell Castillo en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la UPV/EHU. La expresión 'Borne Before the Moone' fue utilizada en el siglo XVII. por el escritor Edward Brerewood para referirse al euskera en un libro sobre el origen de las lenguas.

"Esa frase me llamó la atención. Me pareció atractiva la narración que hacía del euskera, sobre todo esa expresión que utilizó para describir su antigüedad y la singularidad de su naturaleza: ‘nacido antes que la luna'. Pensé que era una bonita manera de resaltar ese contraste con la modernidad de principios del siglo XX", ha explicado el investigador Aritz Farwell Castillo.


Así pues, este trabajo ha pretendido mostrar cómo se concebía el euskera en el comienzo del siglo XX: "En la sociedad vasca predominaba la idea de que el euskera no era apto para la modernidad y el progreso: para los partidos políticos y los intelectuales –republicanos, socialistas, liberales...– constituía un impedimento para expandir nuevas ideas y modelos de vida; es decir, la mayoría sostenía que el euskera no se usaba para expresar ideas modernas, abstractas o cultas. Los partidos o intelectuales conservadores –carlistas, nacionalistas, monárquicos– también eran de la misma opinión, esto es, también creían que el euskera era un impedimento para difundir nuevas ideas y modelos de vida; en definitiva, un escudo contra las ideas inmorales".

El euskera era el muro que hacía frente a las ideas que provenían desde fuera: en aquellos primeros años del siglo XX. se creía que sería una de las pocas cosas que se resistiría al conjunto de transformaciones, a la industrialización, a la lucha entre clases, al movimiento de los trabajadores… que vivía la sociedad vasca. Además, aquella lengua sin contaminar por la modernidad era para algunos la esencia de la identidad vasca.

Por otro lado, según el investigador, la mayoría de la sociedad compartía estas creencias en cuanto al euskera: "se veía, entre otras cosas, como una reliquia del pasado que estaba descuidada, amenazada, fuera de la vida pública, una isla lingüística, el idioma primitivo de los vascos y la lengua de la clase baja". Sin embargo, todas esas afirmaciones, según Farwell, eran meras percepciones, tal y como se explica en la tesis, ya que, por ejemplo, "el euskara no se encontraba del todo marginado del ámbito público".

Los responsables de la pérdida

Para la elaboración de la tesis, Farwell ha analizado miles de artículos de periódicos y revistas que se publicaban en el País Vasco entre los años 1900 y 1910 (sobre todo ha tenido en cuenta aquellos que se publicaban en Gipuzkoa y en Bizkaia), así como infinidad de panfletos, obras literarias e incluso teatrales. Y, tras hacer un análisis de todo ello, ha sacado algunas conclusiones junto a la idea de la incapacidad para la modernidad y el progreso mencionada anteriormente: "Por una parte, la precaria situación del euskera producía ansiedad a muchos, pues su desaparición suponía el fin de la singularidad vasca; por otra parte, se decía que la responsabilidad de la pérdida de la lengua recaía en los vascos. Esto es, se pensaba que los vascos de clase alta habían abandonado el euskera mientras se mantenía entre los aldeanos o la gente de clase baja. Por tanto, la visión idealizada de la identidad vasca luchaba contra la perspectiva ligada a la modernidad".

El director de la tesis titulada Borne Before the Moone: A Social and Political History of Basque at the Dawn of the Twentieth Century de Aritz Farwell ha sido Ludger Mees, catedrático del Departamento de Historia Contemporánea de la UPV/EHU, quien ha querido subrayar la importancia de esta tesis: "Es la primera tesis de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación escrita completamente en inglés. En otras facultades también se escriben tesis en inglés, por supuesto, pero es muy distinto realizar totalmente en inglés una tesis de historia o una tesis, por ejemplo, de matemáticas o de física. Asimismo, todo el acto de defensa se llevó a cabo en dicho idioma y en la comisión evaluadora participaron profesores de Munich, París, Iruñea y de la UPV/EHU, entre otros. Una tesis completamente en inglés y, además, sobre un tema muy relevante de aquí mismo: la historia política y social del euskera a principios del siglo XX. A fin de cuentas, se trata de un gran avance en el proceso de internacionalización de la Facultad estrechamente vinculado al concepto ‘glocalización': el idioma de la localización, un tema local".

Aritz Farwell Castillo, después de licenciarse en Historia por la Pitzer College de Los Angeles, realizó su máster en la University of Chicago. Llegó hace diez años al País Vasco para hacer su doctorado. Defendió su tesis titulada "Borne Before the Moone: A Social and Political History of Basque at the Dawn of the Twentieth Century" el 3 de febrero de 2016 en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la UPV/EHU.

Autor de la fotografía: Mikel Mtz. de Trespuentes

Fotografía de la portada de  Campusa: Indalecio Ojanguren.Gipuzkoako Foru Aldundiko Kultura eta Euskara Departamentua. CC BY SA.