euskaraespañol

El papel de la calle en el nazismo

El doctor de la UPV/EHU, Jesús Casquete, revisa el papel de las Tropas de Asalto, el servicio de orden imprescindible para al ascenso de Hitler

  • Noticias

Fecha de primera publicación: 09/06/2017

Imagen

¿Quiénes fueron las Sturmabteilung (SA) o Tropas de Asalto nazis? ¿Cuándo nacieron estas SA? ¿Qué papel jugaron en el ascenso de Hitler al poder? Son preguntas realizadas por el profesor de la UPV/EHU, Jesús Casquete al investigar un movimiento que no ha sido estudiado en profundidad en la historiografía del país germano. "Los nazis a pie de calle. Una historia de las SA en la República de Weimar" (Madrid, Alianza Editorial. 2017) recoge aspectos inéditos sobre los ‘soldados políticos' del movimiento nazi.

"Las Tropas de Asalto protagonizaron la lucha por la calle en Alemania y resultaron imprescindibles en el ascenso nazi al poder", señala Jesús Casquete, profesor de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos, quien ha revisado archivos, documentación nazi original y publicaciones de la época para realizar su investigación. "Esta acción colectiva ‘incivil' estigmatizó al otro como enemigo a batir y, a través de la violencia, dinamitó la primera experiencia democrática alemana", aclara el autor.

La creación del servicio de orden nazi, los locales de asalto, el sistema de seguros que protegía a los miembros de estas Tropas de Asalto y el nacimiento de símbolos (como Georg Hirschmann, primer y único ‘mártir' del movimiento en Munich) son aspectos (en algún caso inéditos) documentados por Jesús Casquete. Es decir, en el libro se detalla la práctica a ras de suelo de un movimiento que en origen fue la "Sección gimnástica y deportiva" del partido nazi; pero también analiza el uso sistemático de la mentira en el discurso político, y de la narrativa que en ocasiones repite vocabulario, frases y estructura, como en el caso de los relatos épicos que con seis años de diferencia pronunciaron Hitler (1921, Munich) y Goebbels (1927, Berlín).

Las Sturmabteilung, o Tropas de Asalto nacieron en Munich en 1920 y jugaron un papel fundamental en la desaparición de la República de Weimar (1919-1933). Los soldados políticos de Hitler tuvieron como principal cometido "batirse en la calle con socialdemócratas y comunistas, sin dejar nunca de lado el amedrantar a la población alemana de origen judío", relata Casquete. Este estudio llega hasta el nombramiento de Hitler como canciller, el 30 de enero de 1933. A partir de aquel momento, las SA perdieron su razón de ser original y su presencia pasó a un segundo plano.

El contexto

El clima de guerra civil latente —con muchos soldados desmovilizados tras la Primera Guerra Mundial, y la posterior crisis del 29 que elevó las cifras de paro hasta el 35% de la población, y entre los jóvenes superó el 60%— fue el caldo de cultivo que favoreció el desarrollo de fuerzas paramilitares afines a partidos políticos para proteger sus actos y difundir propaganda. "Las SA fueron el grupo vinculado al Partido Nacional Socialista de Hitler que dieron un paso más y se dedicaron, también, a reventar los actos públicos del enemigo. Aunque no lo decían abiertamente porque era un delito, buscaban la confrontación para mostrarse como salvadores de la patria", según Casquete.

Hitler y sus acólitos fomentaron el "espíritu del sacrificio, el triunfo de la voluntad y el uso de las emociones" para facilitar que los "soldados políticos" arriesgaran su vida por la regeneración de la patria. Pero, además, las Tropas de Asalto disponían de "una violencia asegurada" como la denomina Jesús Casquete, es decir, un sistema de seguros que apenas ha sido estudiado. "Si un miembro tenía que estar de baja por su participación en un altercado callejero provocado o sufrido, si al reventar un acto político del enemigo sufrían algún tipo de lesión -detalla el profesor de la UPV/EHU- estaban cubiertos por un seguro. Así, se vencían las barreras para la participación en actos violentos".

La investigación ha llevado a Jesús Casquete hasta Luisenstadt, en Berlín, lugar dónde se instaló el "cementerio principal de las Tropas de Asalto". Allí fueron enterrados un total de 22 miembros del movimiento y los oficios religiosos solían correr a cargo del párroco protestante Johannes Wenzel, estrechamente vinculado con Goebbels y desconocido hasta el momento por la investigación alemana. Wenzel contribuyó a crear una sofisticada liturgia funeraria que se nutría de elementos religiosos y políticos.

También se ha detenido este estudio en uno de los puntos más investigados en la historia del nacionalsocialismo el antisemitismo. Al ensamblarlo con las SA, Jesús Casquete hace suyas las reflexiones del historiador Raul Hilberg: "Los misioneros cristianos habían dicho en realidad: no tenéis derecho a vivir entre nosotros como judíos. Los gobernantes laicos que les siguieron habían proclamado: no tenéis derecho a vivir entre nosotros. Los nazis decretaron finalmente: no tenéis derecho a vivir". En palabras de Jesús Casquete, "el odio hacia los judíos existía desde hacía mucho tiempo en los sectores conservadores y nacionalistas alemanes desde el siglo XIX, pero los nazis se apropiaron del sentimiento, lo canalizaron y lo ubicaron en el centro de todas sus preocupaciones".

Jesús Casquete. Doctor de la UPV/EHU y profesor de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos de la Universidad del País Vasco es integrante del Centro de Investigación sobre Antisemitismo en Berlín. Tras realizar estudios de posgrado en la New School for Social Research de Nueva York, ha sido investigador y profesor invitado en el Wissenschaftszentrum Berlin für Sozialforschung y en las universidades Humboldt de Berlín y Ludwig-Maximilian de Múnich. Es, además, becario de la Fundación Alexander von Humboldt. Sus líneas de investigación se mueven entre los campos de la sociología, la historia, la ciencia política y la antropología.