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Una trayectoria llena de obstáculos para entrenadoras y árbitras

Según una investigación de la UPV/EHU, los estereotipos están detrás de los obstáculos psicosociales que encuentran las entrenadoras y árbitras

  • Investigación

Fecha de primera publicación: 01/02/2017

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Son pocas las mujeres que ejercen como entrenadoras y árbitras deportivas, y sobre todo en los deportes considerados tradicionalmente como masculinos. Y no solo cuantitativamente, cualitativamente también se encuentran en peor situación; por ejemplo, las mujeres suelen ejercer en categorías inferiores. Encuentran multitud de obstáculos para desempeñar esa labor en categorías superiores, según una investigación llevada a cabo en el Departamento de Psicología Social y Metodología de las Ciencias del Comportamiento. Los responsables de esa situación son, en mayor medida, los estereotipos establecidos en la sociedad, la organización de las federaciones deportivas y clubs, y la resignación de las propias mujeres.

"Cuando las mujeres se salen de los roles establecidos en el ámbito deportivo aparecen grandes resistencias. Por ejemplo, se considera una ruptura de estereotipos que las mujeres tomen decisiones o sepan mucho de deporte, y ni que decir, que una mujer arbitre un partido jugado por hombres. Genera gran resistencia, en general, la participación de las mujeres en los lugares donde hay poder", comenta Ainhoa Azurmendi, profesora del Departamento de Procesos Psicológicos Básicos y su Desarrollo de la facultad de Psicología de la  UPV/EHU. Ha estudiado la presencia de las mujeres en los estamentos de entrenadores y árbitros, y ha comprobado que se trata de otra consecuencia de la desigualdad que existe en la sociedad entre hombres y mujeres.

Azurmendi ha certificado que las resistencias y las objeciones a la participación de las mujeres se dan en tres aspectos. Por un lado, provienen del entorno social: "El hecho de que los espectadores increpen a las árbitras con expresiones como "¡vete a casa a fregar!" es debido al reparto de roles y estereotipos extendidos en la sociedad, explica Azurmendi. Por otro lado, numerosos aspectos de la organización de las federaciones y clubs "obstaculizan el acceso de las mujeres —continúa—. En estos órganos imperan las redes informales de hombres, es decir, los conforman grupos de amigos. Se ayudan y apoyan mutuamente, y eso se convierte en una barrera para las mujeres". Por último, las propias mujeres, ante todas esas situaciones y dificultades "pierden autoconfianza, y dejan de intentar entrar en ese mundo. Esa actitud, sin embargo, no hace más que confirmar los estereotipos, y terminan haciendo lo que socialmente se espera de ellas".

Un problema mundial, pero subsanable

El estudio que llevó a cabo Azurmendi para llegar a todas esas conclusiones constó de dos partes. Primero, realizó entrevistas personales en profundidad con 33 entrenadoras y árbitras de diferentes deportes. Con la información recabada en ellas, redactó un cuestionario, y en la segunda parte, se lo envió a mujeres y hombres de estos estamentos de la CAV, España y Canadá, para contrastar los datos. "Decidí tener en cuenta a personas de Canadá para el contraste, debido a que en Canadá llevan muchos años trabajando en el ámbito de la igualdad, promoviendo la presencia de entrenadoras; han puesto en marcha multitud de programas con ese fin", aclara Azurmendi.
En Canadá son muchísimo más numerosas las mujeres en los estamentos de entrenadores y árbitros, pero allí también existen diferencias, y las mujeres encuentran, asimismo, obstáculos socioculturales, organizacionales y personales. "Lo que está sucediendo es algo estructural. En cualquier lugar se ve que los mayores problemas se dan en los deportes considerados tradicionalmente como masculinos. Y si comparamos la situación entre árbitras y entrenadoras, se ve que las árbitras se encuentran en una situación peor aún, por el estigma social que lleva consigo esta profesión; parece que todo el mundo tiene derecho a descargar en ellas toda su frustración", detalla la profesora.

Aunque la situación actual es mala, Azurmendi no considera difícil darle la vuelta a esa situación; "es cuestión de voluntad —comenta—. Por ejemplo, en la CAV tenemos un marco legal muy apropiado para conseguirlo. Otra cosa será cumplir con esa legislación. Para avanzar en ese camino, uno de los temas más importantes es crear referentes: las mujeres deben entrar en esos estamentos, y hay que procurar que las que ya están se encuentren en buena situación. De esta forma, cuando las chicas jóvenes comiencen a entrenar, si ven que también hay entrenadoras y árbitras, será más fácil crear adherencias y que continúen en ese deporte, y que vean como posibilidad el ser árbitras o entrenadoras".

Sería de gran ayuda, por otro lado, formar a todo el mundo del ámbito deportivo en igualdad de género, fomentar políticas de igualdad en toda la estructura deportiva, y en especial en las entidades deportivas (federaciones, clubs y demás). "Bajo mi punto de vista, además, las entidades deportivas tendrían mucho que ganar si cambiaran de actitud, y, por ejemplo, se mostraran en contra de las increpaciones sufridas por una árbitra; al fin y al cabo, la actitud de los clubs tiene influencia en la sociedad", concluye.

Información complementaria

Ainhoa Azurmendi Echegaray (Hernani, 1978) es especialista en la incorporación de la perspectiva de género en el deporte, y habiendo observado la reducida presencia de mujeres en los estamentos de entrenadores y árbitros, decidió enfocar su trabajo doctoral a esa cuestión. La tesis doctoral lleva por título "Obstáculos psicosociales para la participación de las mujeres en el deporte como entrenadoras y árbitras" y ha contado como directoras con la doctora Ana Isabel Vergara Iraeta, decana de la Facultad de Psicología de la UPV/EHU, y la doctora María Olga Cardeñoso Ramírez, del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Escuela de Magisterio de Leioa. La tesis doctoral la llevó a cabo en el Departamento de Psicología Social y Metodología de las Ciencias del Comportamiento; hoy en día trabaja como consultora deportiva en la empresa Avento, y profesora en el Departamento de Procesos Psicológicos Básicos y su Desarrollo.