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«¡No te dejes engañar, conoce tu ciencia!»

  • Crónica

Fecha de primera publicación: 27/10/2022

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Jocelyn Bell, hablando con un grupo de estudiantes, al finalizar el encuentro. A su derecha, el decano de la Facultad de Ciencia y Tecnología, Fernando Plazaola. | Foto: Mitxi. UPV/EHU

Un día antes de ser nombrada doctora honoris causa, Jocelyn Bell Burnell, la astrofísica que se quedó sin el premio Nobel, departió, en un abarrotado paraninfo, con estudiantes de la Facultad de Ciencia y Tecnología. Su consejo: “Preguntad e investigad”. Y sobre todo a las chicas: “Perseverad”.

En una pequeña superficie corporal cabe una gran pasión por la ciencia, y transmitir esa pasión con mimo y proximidad multiplica por dos a la persona. La científica que se ha abierto camino en un mundo de hombres se dirigió como la abuela a sus nietos  y nietas, en el encuentro celebrado en un desbordado Paraninfo de la Facultad de Ciencia y Tecnología. No ofreció respuestas largas, pero sí estrictamente relacionadas con el tema, y de vez en cuando regaló alguna anécdota de su vida, saciando la curiosidad del público. El alumnado que estudia física, ingeniería o matemáticas, durante una hora, pudieron imaginar a Bell Burnell como una científica que ha pasado horas en el laboratorio estudiando las señales entre las estrellas; en el papel de madre que tenía que quedarse sin ir a trabajar porque su hijo pequeño se había puesto enfermo, o hoy en día como una persona en edad avanzada que compagina el cuidado de las plantas de su jardín y el montañismo con la ciencia. La astrofísica da un mensaje claro a los alumnos y alumnas: “Preguntad e investigad”. Y sobre todo a las jóvenes presentes en la sala: “Perseverad”.   

«Puede que la investigación no se pague bien, que tengas que trabajar muchas horas, pero es un gran privilegio descubrir cosas nuevas» 

Jocelyn Bell Burnell inició el encuentro con una conferencia magistral sobre física, y tranquilizando a quienes no estudiaban física: “Tranquilos, todo irá bien”. Haciendo un guiño a la proximidad geográfica puso en primer lugar el ejemplo de la Bahía de Donostia-San Sebastián, donde las capas de arena que aparecen en las playas de la bahía están directamente relacionadas con las ondas de oleaje que se producen a ambos lados de la isla de Santa Clara y su distancia. Luego fue más allá y ofreció una explicación física del uso que los incas hacían de las pirámides. Cuando tenían problemas en la comunidad, por enfermedades o guerras, el líder reunía a los ciudadanos y ciudadanas frente a las pirámides y aplaudía. El eco especial que devolvía la pirámide era la señal del pájaro quetzal, y el líder la interpretaba como una solución a esos problemas. Debido a la física, el tamaño de las escaleras construidas en la pirámide y el hecho del aplauso corto y agudo creaba un eco complejo y singular con muchas frecuencias. Bell Burnell cerró la conferencia con el mensaje “¡Usa tu física adecuadamente” y “¡No te dejes engañar, conoce tu ciencia!”. 

Las mujeres en la ciencia 

Llegado el turno de las preguntas del alumnado, fue palpable la curiosidad que despierta entre los jóvenes sobre como mujer se abrió camino en el campo de la astrofísica. No puede pasar inadvertido que, aunque fue ella quien descubrió la primera señal de radio del púlsar, fue el supervisor de su tesis, Antony Hewish, quien recibió el premio Nobel en 1974 por el citado trabajo. “En Gran Bretaña no hay muchas mujeres científicas, aquí veo muchas, bien” afirmó, y recordó que era la única chica cuando estudió física en la Universidad de Glasgow: “Entraba al anfiteatro y todos los hombres empezaban a silbar y a golpear el suelo”. Deseó a los jóvenes que la situación sea más fácil aquí y ahora, aunque reconoció que “todavía la carrera masculina sigue siendo más importante que la de las mujeres”. Y admitió que le da rabia la distinción que se hace desde la infancia con los juguetes en cuanto al género: “Juguetes relacionados con la tecnología e ingeniería para los chicos y con la cocina o estética para las chicas. Si seguimos comprando este tipo de juguetes, será muy difícil cambiar la sociedad. ¿Pero cómo cambiarla? No lo sé, diría que manteniendo la presión”.  

Repetir una y otra vez 

Al preguntarle si tiene alguna recomendación para los que quieren investigar, Bell Burnell no dudó: “Puede que no se pague bien, que tengas que trabajar muchas horas, pero es un gran privilegio descubrir cosas nuevas”. Invitó a los jóvenes a “intentarlo” y sobre todo a hacer preguntas: “Cosas que no entiendes te llevarán a abrir nuevos caminos”. La recomendación principal de la científica es trabajar duro y tener la mente en constante trabajo, “no descansar”, dijo, “y ser perseverantes, no vale repetir una vez, tiene que haber una segunda y tercera vez”, recordando que esto fue fundamental con el descubrimiento del púlsar, y resaltando “convencer a quien estaba por encima de mí, claro”. Tampoco le faltó humor: “¡Todo sucede, además, cuando sales de vacaciones un viernes por la tarde!”.  

«Estamos encontrando un montón de planetas, pero será mejor que cuidemos de este que tenemos y no caigamos en el caos» 

Preguntada por la importancia de la física afirmó que “la economía de un país necesita de ella” y añadió: “Es importante que haya una gran diversidad en física, no sólo que haya gente de piel blanca; las ideas y miradas de las minorías son enriquecedoras”. Hizo una interesante apreciación al preguntarle sobre la existencia de vida fuera de la Tierra: “Estamos encontrando un montón de planetas entre las estrellas, pero será mejor que cuidemos de este que tenemos y no caigamos en el caos”. Al concluir una agradable hora de encuentro, a medida que se vaciaba el Paraninfo, varios jóvenes acudieron a hacerse selfis con la astrofísica. La mayoría eran chicas.   

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