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Adolescentes testimonian la utilidad de la psicoterapia para tratar problemas de conducta

El Hospital de Basurto y la UPV/EHU estudian la experiencia subjetiva de adolescentes tras su entrenamiento en habilidades psicosociales según la TDC

  • Investigación

Fecha de primera publicación: 08/08/2018

Eva Sesma
Eva Sesma. Foto: UPV/EHU.

Mediante el análisis del discurso de adolescentes con problemas de conducta que han completado el entrenamiento en habilidades psicosociales de Terapia Dialéctica Conductual (TDC), una investigación del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Basurto y del Departamento de Neurociencias de la UPV/EHU ha evaluado la efectividad de esa herramienta psicoterapéutica desde un punto de vista cualitativo. Sus testimonios recogen que la valoran de modo muy positivo, incluso plantean su utilidad en población sana.

El entrenamiento en habilidades psicosociales según el modelo de TDC ha demostrado ser efectivo para adolescentes con problemas de conducta. La Terapia Dialéctica Conductual fue desarrollada por Marsha Linehan para el Trastorno Límite de Personalidad cuya característica nuclear es la desregulación emocional. Se trata de una terapia multicomponente que comprende, además del entrenamiento en habilidades psicosociales para un grupo de pacientes —objeto de la presente investigación—, otra serie de componentes como la psicoterapia individual, el grupo de entrenamiento en habilidades psicosociales para familias, el coaching telefónico y el equipo de supervisión.

“Existe numerosa bibliografía de naturaleza cuantitativa que demuestra la efectividad de este componente de la terapia en la reducción de la sintomatología tanto internalizante como externalizante en adolescentes con problemas de conducta”, comenta Eva Sesma Pardo, médico psiquiatra de la Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Basurto y una de las autoras del estudio. Sin embargo, “en la bibliografía no había hasta la fecha estudios llevados a cabo en población adolescente que evaluaran el entrenamiento en habilidades psicosociales TDC desde el punto de vista cualitativo, siendo éste el punto de partida de nuestra investigación. Dicha intervención psicoterapéutica se lleva realizando desde enero del 2010 en la Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Basurto, único centro de asistencia público en España con un programa TDC completo tanto para adolescentes como para adultos”, añade.

Para llevar a cabo la investigación, dentro de la metodología cualitativa eligieron la técnica de los grupos focales, e invitaron a participar a grupos de adolescentes que habían completado el entrenamiento en habilidades psicosociales (TDC), buenos informantes, con el fin de conocer su experiencia subjetiva sobre dicho componente de la TDC. En los grupos focales, los y las participantes expresaron su experiencia en lo que respecta a su vivencia de enfermedad, motivación para la terapia, experiencia de la terapia y resultados de esta.

 

Experiencia positiva y de gran utilidad

Como resultados, el grupo investigador ha señalado que el conjunto de  participantes valoran de forma muy positiva el grupo de entrenamiento en habilidades psicosociales (TDC). Tal como relata Sesma, “reconocen que tras su paso por el grupo de entrenamiento mejoran los problemas de conducta y la sintomatología internalizante. Aseguran que el propio componente motivacional de la TDC les ayuda a adquirir motivación propia para el cambio e implicación activa en el tratamiento, factores que consideran imprescindibles para la efectividad de la terapia. Si no existe motivación propia para el cambio, la terapia no funciona”.

La investigadora reseña que “además de adquirir habilidades para manejar su malestar en situaciones de crisis tras su paso por la experiencia grupal, afirman que, fruto de este entrenamiento, experimentan cambios intrapsíquicos, como la mejora de su capacidad reflexiva, lo que les permite teorizar sobre las dificultades que presentaron en el pasado y comprenderse mejor en el presente. Aseguran que los cambios pueden aflorar pasado un tiempo tras finalizar la terapia grupal”.

Más allá de reportar la utilidad de la intervención grupal para adolescentes con problemas de conducta, “el propio colectivo participante recomienda su utilidad en población sana. Este dato es muy interesante ya que se ha realizado recientemente una adaptación de la TDC para su aplicación en el ámbito escolar, con el fin de incluirse dentro del currículum socioemocional. En estos momentos, se está desarrollando un proyecto piloto, liderado por el Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Basurto y subvencionado por el Departamento de Educación del Gobierno Vasco, de cara a la formación del profesorado de ciertos centros educativos de Bizkaia en dicha adaptación para poder, a continuación, ser incluida como una asignatura más en la enseñanza, donde poder enseñar habilidades que ayuden al alumnado adolescente a manejar de forma adaptativa situaciones difíciles o problemáticas diversas de su día a día, lo que les ayudaría a encontrarse mejor y podría influir en un mejor rendimiento académico”, concluye.

 

Información complementaria

Eva Sesma Pardo (Barakaldo, 1980) es médico psiquiatra en la Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital Universitario de Basurto y ha realizado esta investigación en el marco de su tesis doctoral, defendida en la UPV/EHU, y dirigida por Miguel Ángel González Torres, jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Basurto y profesor titular del Departamento de Neurociencias de la UPV/EHU y Aránzazu Fernández Rivas, jefa de sección de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital Universitario de Basurto y profesora asociada del Departamento de Neurociencias de la UPV/EHU.