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Advierten de la necesidad de uniformizar el sistema de señalización de seguridad de las playas

Un grupo de la UPV/EHU analiza la política de gestión de playas en relación con los sistemas de banderas de seguridad de la cornisa cantábrica

  • Investigación

Fecha de primera publicación: 23/03/2023

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De izquierda a derecha, Javier Sánchez-Beaskoetxea, María de las Mercedes Maruri, Imanol Basterrechea e Iranzu Sotés | Foto: Mitxi. UPV/EHU

Un estudio de la UPV/EHU advierte de que los sistemas de banderas de seguridad difieren incluso entre playas muy cercanas, y que esta falta de uniformidad puede ser debida a un marco legal anticuado y a la ausencia de un sistema consensuado entre diferentes organizaciones. Proponen que una guía específica de banderas y señalización de seguridad en playas dentro de un plan nacional de seguridad consensuado puede ser una solución.

El cuidado de los bañistas debería ser una prioridad para las instituciones para prevenir accidentes. Para ello, los servicios de socorrismo deben contar con herramientas globales y comprensibles basadas, entre otras cosas, en una adecuada señalización. Entre dichas herramientas, las banderas de seguridad de las playas son una de las formas proactivas de proteger a los bañistas de los riesgos de las playas y proporcionar información sobre las condiciones de seguridad para el baño. 

Profesores de la UPV/EHU han analizado las banderas de seguridad de las playas y su gestión en la costa de la cornisa cantábrica (desde el cabo de Higuer en el País Vasco, hasta el de Estaca de Bares en Galicia), donde hay más de 1000 playas pequeñas. Para ello, han observado y estudiado el significado de las banderas de seguridad y su correcto uso en función de las condiciones oceanográficas y meteorológicas. También han investigado la influencia de la gestión de la seguridad de las playas y de la normativa en el uso de la señalización de seguridad de las playas.  

La investigación distingue entre banderas generales y costeras. Las banderas generales son aquellas estáticas, colocadas a la entrada de la playa, que indican las condiciones de seguridad de toda la playa. Por otro lado, las banderas costeras son las que se desplazan fácilmente y se colocan a lo largo de la orilla del mar para definir una zona peligrosa o un área concreta en la que están permitidas o no algunas actividades específicas. 

Los resultados muestran que los sistemas de banderas de seguridad “difieren incluso entre playas muy cercanas en las que la gestión de la seguridad está en manos de diferentes gobiernos locales”, afirma el profesor del Departamento de Ciencias y Técnica de Navegación Imanol Basterrechea. Los autores del estudio han percibido que hay “una uniformidad con respecto al significado y al color de las banderas generales (verde-amarillo-rojo) consideradas por la Orden de 1972 (que dicta las normas e instrucciones para la seguridad humana en los lugares de baño), lo que significa que la normativa legal funciona”. Por el contrario, “existe una falta de uniformidad en los colores, formas y tamaños de las banderas costeras. Los carteles informativos a la entrada de la playa no están normalizados en cuanto a símbolos y colores. Y a veces, incluso hay una doble señalización que proporciona información contradictoria”, afirma el doctor Basterrechea.  

Un marco legal anticuado y local y la ausencia de un sistema consensuado entre las diferentes organizaciones que prestan servicios de socorrismo parecen estar detrás de esta falta de uniformidad. “Los socorristas señalizan adecuadamente las zonas de peligro y otras áreas relacionadas con la distribución física. Sin embargo, las diferentes normativas locales relativas a las banderas de playa y los diferentes requisitos y certificaciones de los socorristas en cada región pueden dar lugar a una falta de seguridad en determinadas playas”.  

El hecho de que los gobiernos locales se encarguen de la gestión de la seguridad de las playas provoca un desequilibrio en los recursos humanos y materiales de que disponen los servicios de seguridad en cada playa. Además, la existencia de diferentes empresas u organizaciones que prestan servicios de socorrismo y la falta de un plan global de seguridad en las playas para todo el litoral hace que existan diferentes procedimientos en cuanto a banderas y señalización de seguridad en las playas. En opinión del investigador, “una guía específica de banderas y señalización de seguridad en playas dentro de un plan nacional de seguridad consensuado por todos los gobiernos autonómicos o provinciales puede ser una solución”. 

Por ello, afirma que “es necesaria la implicación de todas las instituciones para alcanzar un plan nacional de seguridad en playas que coordine y equipare la gestión de todas las playas, donde los colores de las banderas y el diseño de la señalización deberían seguir los estándares utilizados en el resto de los países”, refiriéndose a los estándares internacionales ISO (de la Organización Internacional de Normalización) e ILS (de la Federación Internacional de Salvamento). Además, añade que “la educación sobre seguridad en la playa es necesaria para concienciar a los usuarios de la playa, para que entiendan la señalización y los peligros. La comunidad debe ser educada en este sentido desde la escuela infantil si es posible”. 

Información complementaria 

Este estudio ha sido realizado por Iranzu Sotés, Javier Sánchez-Beaskoetxea e Imanol Basterrechea, del Departamento de Organización de Empresas y la profesora del Departamento de Matemática Aplicada Maria de las Mercedes Maruri, todos ellos de la Escuela de Ingeniería de Bilbao. 

El doctor Imanol Basterrechea Iribar, piloto de la Marina Mercante, es profesor en el Grado en Náutica y Transporte Marítimo en la Escuela de Ingeniería de Bilbao, e imparte clases en el Máster Universitario en Náutica y Transporte Marítimo, del cual es responsable. 

Referencia bibliográfica