«No me cuente todo en el currículum; déjeme con hambre para que le dé una entrevista»

Tras finalizar la segunda jornada del curso ‘Transición a la vida activa: cómo defender mi currículum y carta de presentación en una entrevista de trabajo. Herramientas activas para mejorar la comunicación‘, hablamos con Enrique Pérez Urresti (Auiola) sobre las competencias a desarrollar para culminar una entrevista laboral. "La última palabra del currículum dice mucho de usted".

Tras más de 15 años  como asesor y formador en comunicación a empresas, sindicatos, partidos políticos y asociaciones ahora enseña a estudiantes jóvenes a defender su currículum ¿Ve una falta de formación aquí?
El problema está en que pasamos muchas horas aprendiendo conocimiento y , sin embargo, muy pocas trabajando las competencias y las habilidades. Es decir, uno de los puntos den los que parto en esta formación es: ¿Cuánta gente se gradúa en su misma titulación este año?; ¿Cuál va a ser su valor añadido?; ¿Cómo va a competir? ¿Cuántas facultades hay de lo suyo en España, en Europa, en el mundo?, ¿Qué va hacer? ¿Competir en conocimientos? Porque los conocimientos son muy fuertes o muy altos y además son muy transversales. Entonces yo entiendo que su fortaleza no puede ser el conocimiento, salvo que tenga 4 matrículas de honor. Lo normal es que sea una nota normal, en una facultad normal. Entonces tiene que haber otras habilidades que no solamente sean el conocimiento.

¿Cree que los candidatos van cada vez más preparados a una entrevista de trabajo?
Sí y de hecho en la Facultad de Ciencia y Tecnología se está trabajando con la gente que tiene que defender el proyecto de fin de grado, le damos una segunda vuelta y les digo ¿Y para la entrevista de trabajo? Es decir, que sepan en cualquier momento que tienen que demostrar estas tres cosas: Qué saben, qué quieren y qué pueden.

El saben: que tienen conocimientos académicos.

El pueden: que no se pongan nerviosos, que sean capaces de trabajar con una imagen de profesionalidad.

El quieren: teniendo un espíritu de servicio.

Tienen que sentirse que de alguna manera quieren aportar, ayudar a complementar a la empresa a la que se dirijan. Cubrir una necesidad, y esas tres las tienen que demostrar

¿Qué ocurre si no se preparan? Del saben no me cabe duda, el pueden depende de cómo tengan el día y el quieren, a veces, es lo que más falla.

No me hable de usted, piensa el entrevistador, hábleme de mí: cuál es la necesidad que cubre, qué me aporta, qué necesito. Desde ahí, desde ese espíritu de servicio es desde donde yo trabajo y desde donde creo que podemos dar un valor añadido a la gente que sale, yo entiendo que muy bien formada, de la UPV/EHU.

En uno de los videos que ha subido a YouTube, bajo el perfil "Habla y Disfruta por Enrique Pérez Urresti", dice que: "Hablar en público es un arte que requiere destreza, requiere hábito y requiere método". ¿Podemos aplicarlo a una entrevista de trabajo?
Igual, exactamente igual. Una entrevista de trabajo requiere destreza para dar lo mejor de cada uno, su mejor perfil; requiere cierta costumbre; ser capaz de estar en una zona de confort y de manejarse siendo uno mismo, pero para eso requiere un tiempo. Es decir, nadie toca el piano la  primera vez que se sienta, nadie mete goles o lanza un penalti la primera vez que le dejan un balón. Requiere un adiestramiento y unas habilidades.

¿Cuáles cree que son las claves para destacar en una entrevista de trabajo?
Primero, conocer la empresa a las que se está dirigiendo. Segundo, hacer hincapié en aquello que puede aportar como profesional a la empresa y, tercero,  transmitir la imagen de que quiere colaborar, de que quiere compartir un proyecto con la empresa que tiene enfrente.

«La carta de presentación es un requisito sine qua non»

La carta de presentación, ¿la aconseja?
Siempre, es obligatoria. Lo que no tiene sentido es que mande un papel en el que explique lo listo que es y lo mucho que ha aprendido. ¿Qué quiere que haga yo con eso? Como mucho, tiene valor de evidencia y a veces solamente como evidencia testimonial, es un testimonio. La carta de presentación es el documento que dice: Yo le conozco, sé que tiene esta realidad, creo que puedo aportar y le adjunto una evidencia (el currículum), para que entienda que eso de que podría serle útil, se basa en datos. Pero la carta de presentación es sine qua non.

¿Podemos decir lo mismo de la carta de recomendación?
No. No tiene por qué tener una carta de recomendación y menos cuando hablamos de universitarios, que no tendrían necesidad. Pero la de presentación, siempre.

¿Qué 3 atributos  son los que más valora usted en un comunicador? Ya que en una entrevista de trabajo, de lo que se trata es de comunicar.
Primero que sepa, después que quiera y después que pueda. O dicho de otra manera, que domine las tres grandes columnas: Que no haya contradicción entre lenguaje verbal y no verbal, es decir, honestidad, ya que al haber armonía entre tu comunicación verbal y no verbal hay credibilidad. Segundo, que haya dominio del mensaje, dominio del contenido, claridad. Y tercero, ganas de servicio. Que entienda muy bien a quién se dirige y que adapte el mensaje a esa persona a la que se dirige.

Es decir que haya hecho el potito.  ¿Qué es un potito? Es un compendio de conocimiento, sintetizado, transportable, de fácil digestión por parte del receptor y a la vez muy elaborado. Y no es casualidad que en los potitos ponga en grande que es para 3 meses, para 6 meses, para 8 ó  12. El conocimiento tiene que estar adaptado al destinatario, y a veces en la universidad ahí no andamos finos. La misma charla la hacemos en segundo de carrera, en el máster o en una conferencia para expertos. Hay que adaptar los mensajes al destinatario.

De conocimientos vamos sobrados, pero en la tercera columna, que sería la adaptación del mensaje al destinatario,  andamos despistados. Esa es la diferencia entre Steve Jobs y Bill Gates, el primero adapta, el segundo no. A esto los romanos lo llamaban la elocutio, que es la transformación del mensaje puro y duro a algo adaptado, preparado, manipulado, como el potito para una mejor digestión.

«Cuando hay contradicción entre lenguaje verbal y no verbal, siempre creemos al no verbal»

¿Cuáles cree que son las 3 peores faltas en las que puede caer un entrevistado?
El primer error es el auto referencial, que me hable de él todo el tiempo, "yo estudié, yo tengo". La segunda es la falta de honestidad o la contradicción entre lenguaje verbal y no verbal, cuando hay contradicción entre lenguaje verbal y no verbal siempre siempre siempre creemos al no verbal. Ahí se está vendiendo mal, no debe haber contradicción. Creo que esas dos, no pondría ni tres.

¿Cómo sería un proceso perfecto para preparar una entrevista de trabajo y conseguir el puesto?
Lo primero que hay que hacer antes de mandar el currículum es documentarse, conocer la empresa a la que se va a dirigir perfectamente. Segundo es analizar si ese puesto de trabajo se adapta a lo que uno sabe, a lo que quiere, a lo que está dispuesto a hacer por la empresa.

No todos valemos para todo, el que tiene un perfil de comercial es muy difícil que tenga un perfil de investigador o de archivero de biblioteca, no es bueno ni es malo, un cirujano tiene unas habilidades, un médico de atención primaria o un camillero tiene otras distintas. No hay que meterse en uno que no le encaje. Por tanto, primero hay que documentarse, después conocerse y que haya una buena comunicación entre estos dos ejes a través de un CV.

Una vez que ya se ha pasado a la entrevista, que para eso tiene mucho que ver la carta de presentación, porque es la puerta que hace que se lea el currículum, ya estamos en la mesa, ya estamos usted y yo hablando. Entonces ahí lo que tiene que hacer es hincapié en cómo puede ayudar, cómo puede aportar, que cree que con su ayuda podemos hacer juntos. Y eso es el potencial, hay que centrar toda la entrevista en el potencial, cuál es mi potencial, qué saca usted de mí, qué saco yo de usted, qué sacamos todos. Vamos a ir juntos. Creo que ese sería el proceso, porque a última decisión, si te cogen o no, va a depender del otro.

Si uno demuestra que sabe, que quiere y que puede, perfecto.