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JOSU ARAMBERRI

Redes para la Ciencia y la Educación

Profesor de Arquitectura y Tecnología de Computadores

  • Cathedra

Lehenengo argitaratze data: 2019/09/12

Irudia
Josu Aramberri. Argazkia: Nagore Iraola. UPV/EHU
Artikulu hau jatorriz idatzitako hizkuntzan argitaratu da.

Las Redes Académicas, tal y como las conocemos hoy, comienzan a dar servicios a los investigadores en distintos países europeos hace poco más de 30 años. El “Proyecto IRIS” (Interconexión de Recursos Informáticos) se plantea en el Ministerio de Educación y Ciencia en 1985, pero hasta 1989 no está operativo. Pronto se constituyen las primeras Redes Autonómicas en Andalucía (RICA, 1989), Cataluña (Anella Científica, 1993), y Galicia (RECETGA, 1993). En el País Vasco i2basque comienza a dar servicio en 2005 a una reducida comunidad académica de poco más de una decena de entidades afiliadas, y solo seis conectadas: cuatro universidades y dos centros tecnológicos. Hoy cuenta con más de 100 entidades afiliadas.

i2basque-ren  enbor-sarea 2018an  http://www-es.i2basque.es

 

Es poco conocida la relevancia que tienen los servicios de las redes académicas en el ámbito de la investigación y la educación. Las Redes Académicas, como RedIRIS a nivel estatal, o i2basque en el País Vasco, despliegan una especie de “intranet” para I+D+i que no sólo proporciona a sus entidades afiliadas conexiones de altas prestaciones, con capacidades de hasta 10 Gbps. También lo hacen con una calidad de servicio que permite utilizar grandes equipamientos científicos a distancia:

A nivel estatal, las denominadas Infraestructuras Científico Técnicas Singulares (ICTS): equipos de cálculo intensivo (supercomputadores), aceleradores de partículas, microscopía electrónica, observatorios astronómicos, telescopios y radiotelescopios.

A nivel europeo, las que infraestructuras que promocionan ERIC (European Research Infrastructure Consortium) y ESFRI (European Strategy Forum on Research Infrastructures), en los mismos ámbitos que las ICTS, pero mucho más potentes. Estas son de dos tipos: equipos localizados en un solo sitio, y equipos distribuidos con un nodo central y varios nodos estatales

Por otra parte, facilitan el acceso y la utilización conjunta de inmensas bases de datos, como las del genoma humano.

Las Redes Académicas establecen sus enlaces por caminos conocidos, con retardos acotados. Podemos decir, sin temor a equivocarnos que, para utilizar a distancia estos recursos científicos, no existe ningún servicio similar entre los que puedan ofrecer las empresas de telecomunicaciones.

Estas características, la capacidad de mover grandes volúmenes de datos en un tiempo muy reducido, y con retardos conocidos, es imprescindible en muchas áreas científicas. Pongamos como ejemplo el caso de la radioastronomía. La comunicación en tiempo real entre radiotelescopios alejados miles de kilómetros entre sí, los convierte en un telescopio virtual, cuya antena tendría de diámetro la distancia que los separa. Utilizando técnicas de interferometría, pueden separar la señal que interesa a los investigadores, del “ruido de fondo” que procede del espacio.

En los últimos años las Redes Académicas han hecho un esfuerzo importante en aprovisionar enlaces de fibra óptica sin iluminar (fibra oscura), que son capaces de proporcionar caudales muy elevados sólo con cambiar los equipos de comunicaciones. RedIRIS cuenta desde 2011 con una planta de fibra óptica de 11.000 Km. alquilada hasta el año 2032.

 

RedIRIS-en enbor-sarea (http://www.rediris.es/lared/mapa.html)

 

Un ejemplo nos puede servir para demostrar la relevancia que supone contar con infraestructuras de fibra óptica: el retardo en las comunicaciones del cable MAREA, que enlaza Sopela (Bizkaia) con Virginia Beach (Virginia, USA). Son 6.600 Km de distancia, que a la velocidad de la luz (300.000 Km/s) se recorren en 22 milisegundos. Es el mismo tiempo que tarda en propagarse el sonido entre dos músicos que está separados menos de 7 metros en una orquesta (330 metros/segundo). Con estas características es factible realizar actividades en tiempo real, como cirugía a distancia.

Ahora que se anuncia la telefonía 5G como la solución universal de comunicaciones casi instantánea, no se menciona que la conexión inalámbrica sólo es un tramo del camino entre el cliente y el servidor. Lo que importa es el enlace de extremo a extremo, teniendo en cuenta todo el recorrido. Si los sitios están alejados, nunca el retardo puede ser inferior al que produce la velocidad de la luz.

En el Plan Estratégico de RedIRIS 2017-2020 figuran como proyectos dos nuevos puntos de presencia en Donostia-San Sebastián y Eibar, que se sumarían a los ya existentes en Leioa y Vitoria-Gasteiz. Por otra parte, GEANT plantea una nueva topología de red para el año 2020, con un punto de presencia en el área de Bilbao. Entre ambas iniciativas, el escenario no puede ser más favorable para el País Vasco: nuestro territorio tendría las condiciones idóneas para el establecimiento de grandes infraestructuras científicas (ICTS), conectadas directamente con fibra óptica a las troncales de las Redes Académicas estatal y europea.

 



“GÉANT network Evolution: Planning the Network Topology”. Sebastiano Buscaglione, TNC18, Trondheim,
2018ko ekainaren 12a.(https://tnc18.geant.org/core/presentation/192)

 

Como conclusión, podemos decir que hace 30 años el objetivo de las Redes Académicas era la “interconexión de los recursos informáticos”, tales como supercomputadores y grandes equipos, programas, aplicaciones y bases de datos.

Hoy el énfasis de las Redes Académicas está en actuar como facilitadores, poniendo el foco en las comunidades de usuarios, entre las que se encuentran investigadores de cualquier disciplina, profesores y estudiantes de universidades y centros educativos, y agentes relacionados con la ciencia, la tecnología y la innovación. Las Redes Académicas son una potente herramienta al servicio de las comunidades relacionadas con la ciencia, la tecnología, la innovación y la educación.