El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz ha cedido a la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea un espacio situado en el edificio del campo de fútbol de Mendizorrotza para el desarrollo de investigaciones dirigidas al conocimiento de los efectos de la actividad física en la salud de la ciudadanía. Esa labor será realizada por grupos de investigación y/o equipos de proyectos de investigación reconocidos y financiados de la UPV/EHU.

El centro de investigación, denominado ‘Actividad Física y Salud’ (CIAFS), consta de un local de dos plantas, anexo a las oficinas del Servicio de Deporte municipal, con entrada independiente mediante escalera o ascensor. La primera planta dispone de una sala de ejercicio, office, ocho salas de exploración, vestuarios y servicios femenino, masculino y de discapacitados, y almacén. Desde ese espacio se accede, por escalera, a una sala de actividad (sala de esfuerzo) anexa al módulo de atletismo del estadio de Mendizorrotza. El módulo de atletismo no es parte de la cesión, si bien, y de acuerdo a los procedimientos establecidos para la solicitud de instalaciones por parte del Servicio Municipal de Deporte, constituye un complemento puntual respecto de los trabajos de investigación que pudieran proponerse. En la segunda planta se encuentran una sala de estudio o biblioteca, la zona de recepción y tres despachos.

Los trabajos que se desarrollen en el nuevo centro de investigación serán seleccionados por la UPV/EHU de entre los proyectos financiados que tengan vínculo directo con el tipo de actividad investigadora definido en el acuerdo. Es decir, todo lo relacionado con los efectos de la actividad física en la salud de las personas.

Ejercicio físico en pacientes diagnosticados con esquizofrenia

El primero de los trabajos que ya se está desarrollando en el CIAFS está relacionado con personas diagnosticadas con esquizofrenia. En concreto, el nombre del estudio es ‘Marcadores de neuroimagen cerebral asociados a la rehabilitación cognitiva y el ejercicio físico en la esquizofrenia. Cognitive Rehabilitation and Training with EXercise for SchizoPhrenia (CORTEX-SP Study)’. Este trabajo surge de la colaboración entre los investigadores Pedro Sánchez, del Hospital Psiquiátrico de Álava, Natalia Ojeda, de la Universidad de Deusto, y Sara Maldonado Martín, del Departamento de Educación Física y Deportiva de la UVP/EHU y profesora en la Facultad de Educación y Deporte.

Las personas que sufren esquizofrenia tienen, con demasiada frecuencia, problemas de exceso de peso y metabólicos, que acaban siendo factores de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares muy graves y enfermedades oncológicas. Como consecuencia de ello, se estima que la expectativa de vida en las personas que padecen esquizofrenia llega a ser hasta 20 años menor que en la población que no sufre dicha enfermedad.

Cada vez van apareciendo más estudios que señalan que el ejercicio físico, cuando es desarrollado por personas que padecen esquizofrenia, tiene un doble efecto positivo sobre su salud. En primer lugar, porque mejora todos los factores de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares y oncológicas (pérdida de peso, niveles de colesterol, lípidos y azúcares en sangre, etc.). En segundo lugar, porque hay resultados preliminares de que el ejercicio físico practicado de manera regular y constante mejora síntomas como el deterioro cognitivo o los síntomas negativos. Se espera, además, que esos cambios esperanzadores tengan un trasunto en el cerebro, en que debería apreciarse unos volúmenes de estructuras cerebrales y una función de las mismas más normalizada, tal y como sucede con otros tratamientos que también mejoran el deterioro cognitivo de la esquizofrenia.

Los pacientes siguen un programa de ejercicio físico intensivo

Para lograr sus objetivos, los investigadores están aplicando el REHACOP, un programa integral de rehabilitación cognitiva diseñado en España y para el que existen evidencias de eficacia previas, para estudiar esos cambios cerebrales y evaluar la mejora cognitiva, cognición social y funcionalidad, dirigido por la doctora Natalia Ojeda. Al mismo tiempo, se está llevando a cabo un programa de ejercicio físico intensivo de igual duración y con los mismos objetivos, dirigido por la doctora Sara Maldonado-Martín.

Para el estudio, se cuenta con 147 pacientes con esquizofrenia, divididos en tres grupos: Grupo 1, tratamiento tradicional; Grupo 2, estimulación cognitiva; Grupo 3, estimulación con ejercicio físico. Antes y después a la intervención, todos los participantes son valorados en aspectos clínicos, cognitivos, bioquímicos y funcionales, así como imágenes por resonancia magnética, para determinar cambios en estructura y función cerebral, cognición y funcionalidad.

En concreto, las personas participantes en el grupo ejercicio físico acuden al CIAFS tres días por semana, una hora por día. El diseño de cada sesión de ejercicio físico integra: calentamiento de 10 minutos con ejercicios de movilidad articular y coordinación, 20 minutos de ejercicio aeróbico de alta intensidad en bicicleta, alternando intensidades altas y moderadas, seguidos de 20 minutos de ejercicio de fuerza-resistencia, para finalizar con una serie de estiramientos.

El equipo investigador aspira a encontrar una mejora en cognición y cognición social, y en funcionalidad, así como cambios cerebrales funcionales asociados con ellos.

Las primeras observaciones indican que los participantes del grupo de ejercicio físico mejoran día a día y los especialistas psiquiatras se están quedando muy sorprendidos de las mejoras percibidas. Las primeras valoraciones post intervención se realizarán en marzo de este año 2019.