euskaraespañol

Imagen del día

Reestudio de una pieza excepcional de arte mueble de Gipuzkoa

Un trabajo de la UPV/EHU realiza una nueva valoración tecnológica de un hueso de alcatraz que presenta una compleja decoración pericilíndrica

  • Investigación

Fecha de primera publicación: 24/05/2023

Asier Erostarbe en el laboratorio
Asier Erostarbe en el laboratorio | Foto: Nuria González. UPV/EHU.

Un estudio de la Universidad del País Vasco ofrece una nueva valoración de un cúbito decorado de un alcatraz hallado en 1966 durante la exploración del yacimiento arqueológico de la cueva de Torre en Gipuzkoa. El nuevo análisis tecnológico y estilístico aporta mayor precisión de los grabados, así como el descubrimiento de algunos hasta ahora inéditos, de uno de los pocos restos con decoración pericilíndrica de la Península Ibérica que presenta una compleja combinación de motivos.

La revista ‘Journal of Paleolithic Archaeology’ acaba de publicar el artículo ‘Revaluation of the Portable Art of Northern Iberia: a Magdalenian Decorated Bone Tube from Torre’, cuyo autor principal es Asier Erostarbe Tome, doctorando del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la Universidad del País Vasco. El estudio ofrece una nueva valoración de un cúbito decorado de un alcatraz (Morus bassanus), que fue hallado en 1966 durante la exploración del yacimiento arqueológico de la cueva de Torre en Gipuzkoa.

A diferencia de lo que se ha estado haciendo hasta ahora en la industria ósea, donde prevalecían los estudios tipológicos, los estudios tecnológicos permiten reconstituir la cadena operativa, es decir, desde que los cazadores-recolectores adquirían la materia prima, su transformación, hasta su reparación o descarte. Así, se da sentido a las series de materiales estudiados para llegar a comprender mejor el tecnocomplejo con el que culmina el Paleolítico Superior y abrir, a su vez, nuevas vías de investigación en ese campo.

“En el caso del tubo de Torre, dada la excepcionalidad de la pieza, pensé que era importante darlo a conocer con el reestudio del objeto desde el punto de vista tecnológico, puesto que supone a día de hoy uno de los ejemplares más completos de toda la Península Ibérica”, destaca Asier Erostarbe. Ese tipo de objetos, los tubos, aparecen mayoritariamente a partir del Solutrense en la Península Ibérica, aunque la mayoría de ellos pertenecen al Magdaleniense, igual que el tubo de Torre.

Pieza excepcional

La pieza es uno de los pocos objetos de arte mueble con una decoración pericilíndrica que presenta una compleja combinación de motivos. Se encuentra profusamente decorada con representaciones figurativas (ciervo, caballo, cabras, sarrio, uro y un antropomorfo) y signos (líneas simples, líneas paralelas, zigzags, etc.) dispuestos en dos bandas orientadas en sentido inverso. Además, comparando con la fauna que consumían los grupos humanos de aquella época, se observa que en el tubo se grabaron animales cinegéticos predilectos (como el ciervo o cabra montés), pero también animales que se consumían en menor frecuencia (caballo, uro o rebeco).

“Nuestro estudio ha permitido realizar, con la nueva tecnología disponible, una precisión mayor de los grabados, así como descubrir algunos hasta ahora inéditos. Las representaciones siguen un patrón similar en todos los casos. Los contornos de las figuras y los signos se trazaron primero, pasando la herramienta lítica varias veces para hacer profundos surcos. Las decoraciones formadas por líneas cortas y/o muescas se realizaban más tarde y, a veces, se aprecia que se daba la vuelta al hueso para realizarlas. El artista poseía una gran capacidad cognitiva, una apreciación estética de la regularidad visual y una lateralización de las funciones motoras. Además, analizando los grabados, hemos observado similitudes en el tratamiento, especialmente de los animales grabados, con otros yacimientos magdalenienses de la Cornisa Cantábrica y los Pirineos, lo que corrobora intercambios de comportamientos técnicos e iconográficos”, señala el investigador.

La funcionalidad de esos objetos sigue siendo tema de debate, puesto que se les ha atribuido diferentes funcionalidades: aerógrafos, silbatos, recipientes de agujas, cuentas en proceso de fabricación, recipientes de ocre, objetos rituales… Al contar con un reducido conjunto de ejemplares en el mundo es muy difícil atribuir una única funcionalidad y puede que sirviesen como objetos multifuncionales. “En nuestro estudio no hemos detectado ningún tipo de evidencia de uso en el tubo y los análisis traceológicos no han servido para profundizar en ese sentido. Por lo tanto, sigue siendo un enigma la verdadera función que tuvo el tubo de Torre para los cazadores-recolectores que habitaron la cueva”, concluye.

Información complementaria

La publicación del artículo sobre el tubo de Torre se encuadra dentro de la tesis doctoral de Asier Erostarbe Tome, que lleva por título ‘Actualización del conocimiento sobre el Magdaleniense en la cornisa cantábrica: la contribución del análisis tecnológico de las materias duras animales’. En ella realiza un estudio tecnológico de la industria ósea de varios yacimientos del País Vasco, como Ekain, Santimamiñe o Erralla. El objetivo de la investigación es caracterizar los esquemas técnicos de transformación e identificar las estrategias tecnológicas puestas en juego en la explotación de las materias duras animales (hueso, asta, concha, etc.). La tesis está dirigida por Álvaro Arrizabalaga y José Miguel Tejero.

Referencia bibliográfica