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Gure txokoak: Un icosaedro truncado o fullereno

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Fecha de primera publicación: 01/02/2023

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Pedro Alegría, junto al fullereno de la Facultad de Ciencia y Tecnología. | Foto: Unai Zorriketa. Oficina de Comunicación. UPV/EHU.

A lo largo de los años, la Facultad de Ciencia y Tecnología ha experimentado muchos cambios, empezando por su nombre y pasando por diferentes planes de estudios que han obligado a diferentes transformaciones estructurales. Más allá de los interminables pasillos tachonados de aulas, laboratorios y despachos, recorridos con prisas una y otra vez a lo largo de los años, un lugar destaca por su singularidad: el vestíbulo central se ha convertido en un lugar de estudio y encuentro entre clase y clase, o bien como centro de gravedad de la actividad académica. En el vestíbulo se encuentra otro símbolo de que las diferentes especialidades que se desarrollan en la facultad no son ciencias aisladas sino, más bien al contrario, están estrechamente relacionadas y muy conectadas con el mundo real. 

Una gran escultura, formada por bolas y varillas, ocupa un lugar privilegiado: en química lo llaman fullereno, en matemáticas recibe el nombre de icosaedro truncado y en el deporte es popularmente conocido como balón de fútbol. ¿Qué fue primero? Hace más de 22 siglos, Arquímedes de Siracusa describió trece poliedros, que ahora llamamos sólidos arquimedianos, cuyas caras están formadas por polígonos regulares de dos o más tipos. Uno de ellos, el icosaedro truncado, tiene 32 caras —de las cuales 20 son hexágonos y 12 son pentágonos—, 60 vértices y 90 aristas. Se obtiene cortando las 20 esquinas de un icosaedro a distancias iguales de cada vértice. Su forma casi esférica —ocupa un volumen del 86.74% de la esfera circunscrita—, así como la facilidad de su construcción, ha hecho que sea la figura más utilizada en la construcción de balones de fútbol (el porcentaje aumenta al 95% cuando se hincha). 

Pero esas no son las razones por las que este poliedro está allí ubicado: en 1985, un grupo de investigadores que estaba realizando experimentos destinados a reproducir la química de las atmósferas de las estrellas gigantes rojas descubrió que una de las arquitecturas moleculares del carbono más frecuentes eran moléculas huecas con 60 átomos de carbono, distribuidos en 12 pentágonos y 20 hexágonos en una forma de icosaedro truncado. El nombre que dieron a esta estructura, el buckminsterfullereno o simplemente buckyball, está inspirado en las construcciones de Buckminster Fuller, el visionario arquitecto que fue inventor de las cúpulas geodésicas, como la construida en la Exposición Universal de Montreal en 1967. Como homenaje a dicho descubrimiento, se instaló el fullereno en la facultad con motivo del año internacional de la Química el año 2011. En definitiva, un lugar de encuentro de estudiantes, docentes y visitantes así como un símbolo de la unidad de la ciencia.  

Este es el lugar elegido por Pedro Alegría, profesor del Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencia y Tecnología. Él es también el autor de las líneas anteriores. 

Cómo llegar: 43°19'50.2"N 2°58'08.3"W