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Una coordinación real y eficaz de la asistencia sanitaria ayuda a gestionar mejor la pandemia de la COVID-19

Un estudio de la UPV/EHU analiza la coordinación de la asistencia sanitaria en Osakidetza en la gestión de la pandemia

  • Investigación

Fecha de primera publicación: 07/12/2021

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Julen Izagirre Olaizola. Foto: UPV/EHU.

La emergencia sanitaria mundial provocada por la pandemia de la COVID-19 ha puesto a prueba el funcionamiento de los sistemas sanitarios. Un estudio realizado en la UPV/EHU corrobora que el proceso de integración de la asistencia sanitaria del Sistema Sanitario Público de la Comunidad Autónoma del País Vasco ha ayudado a gestionar mejor la pandemia, a pesar de poner de manifiesto una serie de carencias e ineficiencias.

El constante envejecimiento de la población y el aumento del número de pacientes con enfermedades crónicas y pluripatológicos han hecho que una revisión del sistema sanitario sea prácticamente necesaria en muchas sociedades avanzadas.

El sistema Sanitario Público (Osakidetza) de la Comunidad Autónoma del País Vasco dispone de un proceso de integración de la asistencia sanitaria que consiste básicamente en ofrecer una mejor atención al paciente, más continuada y coordinada entre los diferentes niveles de atención (primaria, hospitalaria…) a través de una serie de herramientas. “El proceso de integración de la gestión sanitaria es esencial para una atención sanitaria de calidad y sostenible en cualquier momento, pero especialmente en momentos de emergencia sanitaria, como la COVID-19 es más importante que nunca avanzar hacia un modelo que sitúe a los pacientes en el centro del sistema”, señala Julen Izagirre Olaizola investigador del departamento de Economía Financiera II de la UPV/EHU.

Esta necesidad es especialmente relevante en el caso de la atención primaria, porque es el primer servicio que se ve presionado en emergencias sanitarias como la pandemia de la COVID-19.  Por ello, “este estudio ha consistido en analizar el proceso de integración de la asistencia sanitaria en Osakidetza y valorar si las medidas adoptadas hasta la fecha han ayudado o dificultado la labor del personal sanitario en tiempos de COVID-19”, señala Julen Izagirre Olaizola.

“Hemos realizado un estudio de casos y entrevistas en profundidad con tres tipos de personas en primera línea del proceso de integración y de la lucha contra la COVID-19: dirección, personal sanitario y pacientes”, comenta el investigador de la UPV/EHU.

Según Izagirre, “este estudio realiza dos aportaciones fundamentales. En primer lugar, analiza el proceso de integración sanitaria en los últimos años en el sistema sanitario público de la Comunidad de la Comunidad Autónoma del País Vasco. En segundo lugar, recoge de primera mano las percepciones de diferentes agentes relacionados con el sistema sanitario vasco sobre si las herramientas del proceso de integración implementadas han funcionado o no durante la pandemia”.

“Los resultados obtenidos afirman que se está avanzando en el cumplimiento de los retos actuales y futuros de la atención sanitaria a la ciudadanía, pero aún queda mucho camino que recorrer. Se busca un sistema proactivo y mucho más centrado en pacientes, se quiere potenciar la telemedicina o la hospitalización a domicilio etc. El sistema presenta algunas carencias y desequilibrios que deben ser abordados, especialmente en un contexto de creciente dependencia, cronicidad y envejecimiento. Las voces más críticas consideran que la toma de decisiones y la asignación de recursos ha quedado en mano de los hospitales, de manera que la atención primaria ha ido viendo con el paso de los años cómo iba perdiendo medios y capacidad de decisión.”, indica Julen Izagirre Olaizola.

Asimismo, el trabajo pone de manifiesto la necesidad de una verdadera coordinación. “El objetivo primordial del sistema sanitario de salud debe ser lograr una coordinación real y efectiva entre los distintos niveles asistenciales: atención primaria, hospitalaria…”, añade el investigador de la UPV/EHU.

“La atención primaria debe contar con recursos suficientes, condiciones adecuadas y, sobre todo, capacidad de decisión y gestión para poder hacer frente a situaciones extremas. Si el proceso de integración sanitaria busca promover la salud intentando reducir las hospitalizaciones, es imprescindible contar con una atención primaria de calidad que tenga mayor responsabilidad y peso en sus manos”, concluye Julen Izagirre Olaizola.

Referencia bibliográfica