En los albores de una nueva década y en un contexto singular marcado por la COVID-19, nuestra comunidad universitaria sigue avanzando en el largo camino hacia la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres, camino que emprendimos en 2006, al crearse la Dirección para la Igualdad.

No se ha de olvidar que, en ese camino, iniciado por un grupo de personas ilusionadas y verdaderamente comprometidas con la lucha por la igualdad de oportunidades en los diferentes ámbitos de la vida académica y social vasca, los logros en la Dirección para la Igualdad han sido relevantes: recopilación inicial de datos sobre información desagregada por sexos y estamentos universitarios; constitución de las diversas comisiones asesoras y colaborativas (Comisión de Igualdad, comisiones intersectoriales); implantación de la participación equilibrada de mujeres y hombres en los órganos de la institución; y, por último, reconocimiento a nivel estatal mediante el Premio Menina (2020) por su Protocolo contra las Violencias de Género. La mayoría de esos objetivos estaban previstos en los planes de igualdad I y II de la UPV/EHU.

Por consiguiente, ante este nuevo 8 de marzo de 2021, día de reivindicación de la igualdad entre mujeres y hombres¹, el primer cometido que corresponde a la Universidad del País Vasco y a su Dirección de Igualdad, es reconocer la ingente y valiosa labor realizada por todas esas personas que nos han precedido y, sin excepción alguna, agradecerles sinceramente el camino realizado en defensa de la igualdad, por y para la institución en que nos integramos. En realidad, somos lo que somos porque esas personas en su momento fueron e hicieron.

Ahora bien, el camino hacia la igualdad es largo² y exige, en todo caso, plantearse previamente la estrategia correspondiente a una carrera de fondo, en la que hay que racionalizar las fuerzas en el tiempo y prever la vía óptima para alcanzar la meta, teniendo en cuenta las circunstancias actuales. Por eso, deviene necesario conocer exactamente dónde nos encontramos a día de hoy en la sociedad y en la universidad, con objeto de planificar ese camino y alcanzar exitosamente nuestra meta, a poder ser con el menor coste posible. La previsión ha de ser objetiva y realista, no se ha de caer en la autocomplacencia ni tampoco en la utopía.

Partiendo de nuestra realidad social, universitaria y académica, anclada fundamentalmente en el mundo occidental y, en concreto, en Europa (o si se prefiere, en la Unión Europea del Siglo XXI³) a pesar de lo avanzado, asistimos atónitas en nuestro ámbito político-social a corrientes negacionistas de la propia realidad, poniendo en cuestión datos objetivos e irrefutables, lo que nos obliga a estar atentas y perseverar en nuestros objetivos. Y más si tenemos en cuenta que tales corrientes pueden tener también cierto peso en la universidad. Diversos estudios ponen de relieve fuertes resistencias a la implementación de las políticas y la cultura de género en nuestras universidades⁴. Es común la escasa visibilidad y, en ocasiones, la reducida participación de las mujeres en los ámbitos decisorios de la universidad. Resulta insuficiente la implementación efectiva de la normativa de igualdad (formal) por no ir acompañada de suficiente financiación y recursos humanos. Se han detectado resistencias a la utilización del lenguaje inclusivo o a la incorporación de la perspectiva de género en los currículos, así como se han encontrado significativas reservas a abordar con valentía las cuestiones de acoso sexual y discriminación por razón de sexo. Ante esta circunstancia, se impone intervenir mediante políticas universitarias y medidas de discriminación positiva que neutralicen esas resistencias.

Con toda probabilidad, la UPV/EHU no escapará, en mayor o menor grado, a esa realidad. Ahora bien, esa aseveración no sería objetiva si no se expusieran y enumerasen los avances y los pasos que, para contrarrestar esas resistencias, la institución ha dado en los últimos años, algunos de los cuales se han mencionado más arriba. En ese sentido, es imprescindible destacar su apuesta clara y categórica por la prevención contra los abusos y la formación en el camino hacia la igualdad y la diversidad en el espacio universitario. Esa apuesta se halla enmarcada en detalle en las acciones recogidas en el III Plan de Igualdad de Mujeres y Hombres (2019-2022), y su horizonte no es otro que contribuir a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, entre los que se recoge la igualdad de género (ODS 5).

Es responsabilidad de todas y todos formarnos en igualdad, dado que es el instrumento más cualificado y eficaz para prevenir abusos y construir una sociedad futura participativa y mejor. Es imprescindible que, en nuestra formación universitaria, integremos los valores de la igualdad, justicia y equidad⁵. En este sentido, la UPV/EHU, a través de la Dirección para la Igualdad, ha apostado seriamente por la prevención, implantando un Protocolo contra las Violencias de Género (2018), y por la formación, poniendo en marcha programas gratuitos de empoderamiento con universitarias. También ha apostado por la concienciación con los hombres para prevenir las violencias de género. Al mismo tiempo, se organizan diversos cursos de formación para la igualdad y la diversidad, que abordan diferentes y heterogéneas materias, entre otras, la formación en la utilización del lenguaje inclusivo o en los retos que delimita la nueva masculinidad⁶. En el ámbito estrictamente académico, el programa de liderazgo Akademe, ha facilitado e impulsado que profesoras e investigadoras se hayan postulado más adelante para ser directoras de departamentos, de proyectos de investigación y/o decanas de las diferentes facultades, desterrando así las reservas y los estereotipos que habitualmente han generado esos cargos y puestos de decisión⁷.

A medio camino de concluir el próximo tramo (III Plan de Igualdad) de la carrera de fondo cuya meta es la igualdad entre mujeres y hombres en la universidad, desde la Dirección de Igualdad, durante los próximos dos años, se tratará de seguir la estela iniciada en 2019 e implementar las acciones que restan por ejecutar. Se trata de focalizar el esfuerzo en el fomento e introducción de la perspectiva de género en el ámbito de la docencia; el apoyo a las investigadoras y los investigadores noveles para que desarrollen su investigación con metodologías que incorporen la perspectiva de género; la promoción del desarrollo temprano de vocaciones científicas y tecnológicas en el colectivo femenino; el fomento de espacios universitarios respetuosos con la diversidad por razón de género u orientación; la elaboración de una Guía de Conciliación, con objeto de dar respuesta a las diferentes realidades y necesidades familiares, personales y socio-laborales del personal. Por último, se tratará de diseñar los fundamentos de una guía de orientación para la organización de eventos de la UPV/EHU que cuente con criterios de igualdad de género y sostenibilidad.

Todas esas acciones integran el modelo de la formación por el que ha apostado la universidad y que afecta a toda la comunidad universitaria, si bien el futuro lo estamos construyendo fundamentalmente en la educación que proporcionamos a nuestra juventud. Ellas y ellos serán quienes, desde todas y cada una de las ramas de la ciencia, habrán de trabajar en breve con perspectiva de género.

El camino trazado para ir construyendo el modelo formativo con perspectiva de género no se realiza ni se realizará en solitario. Se requiere del trabajo en equipo, principalmente de toda la comunidad universitaria, pero también se requerirá de la colaboración con otras instituciones, organizaciones y universidades de nuestro entorno, tanto españolas como europeas.

Antes de proseguir el camino hacia la igualdad, la universidad tiene próxima la cita del día 8 de marzo, en el Campus de Álava, en un entrañable acto. En él, por una parte, se homenajeará y se reconocerá la magnífica labor docente, investigadora y laboral de nuestras académicas y de nuestro personal. Por otra, se concederán los premios a los trabajos académicos que incorporaron la perspectiva de género el curso pasado, integrando así la vanguardia académica de los estudios con esa temática. Un día para reivindicar, celebrar y retomar fuerzas en el camino hacia la igualdad.

1 Artículo 14 CE y valor fundamental de la Unión Europea (Tratado de Roma de 1957).

2 Prueba de ello son los más de 150 años de lucha que han transcurrido desde una de las primeras reivindicaciones por los derechos de las mujeres (1857), y la institucionalización de este día como el Día Internacional de la Mujer a nivel mundial (ONU, 1975).

3 En Europa todavía es necesaria la lucha por los derechos de las mujeres y su protección, dado que todavía demasiadas mujeres no pueden disfrutar de la igualdad, empoderamiento y seguridad. En este sentido, las estadísticas ponen de relieve que en la Unión Europea las mujeres están infrarrepresentadas en puestos de toma de decisiones en los ámbitos político y empresarial y que todavía obtienen unos ingresos, de media un 16 % inferiores a los de los hombres. Igualmente, la violencia de género y el acoso están todavía ampliamente extendidos. (https://op.europa.eu/webpub/com/factsheets/women/es/)

4 Castaño Collado, Cecilia — Vázquez-Cupeiro, Susana, “Progress and resistance to gender mainstreaming in Spanish public universities. The case of Gender Equality Units”, Proyecto Genera Talento 2013-2016 R&D+i, Plan del Gobierno español (FEM 2013-48225-C3-2-R); Bustelo, María — Lombardo, Emanuela, “The implementation of gender+ equality policies in Spanish universities: opportunities for and resistances to measures against sexual and sexist harassment”, Paper para la Conferencia Europea de Políticas y Género, celebrada en la Universidad de Amsterdam los días 4 a 6 de junio de 2019.

5 Huerta Viesca, Mª Isabel, “La composición equilibrada de género en los consejos de administración: entre la Ley Orgánica 3/2007 de igualdad, su proyectada reforma y la Ley 11/2018, de 28 de diciembre, en materia de información no financiera y diversidad” Gobierno corporativo e igualdad de género. Realidad y tendencias regulatorias actuales (Campuzano Laguillo, Ana Belén – Pérez Troya, Adoración (dirs.), Tirant lo Blanch, Valencia, 2019, pp. 92-118, 100, 117.

6 En el curso 2019/2020, 1.196 personas (82% mujeres) se inscribieron en los diferentes cursos organizados y aproximadamente el 50% de esa cifra finalizó el curso y se acreditó en la materia cursada.  

7 Como extensión de esta circunstancia, el hecho de que la última y la actual representante de la Universidad sea mujer, en un entorno en el que de 50 universidades públicas en España sólo 9 tienen rectoras, es motivo de satisfacción y optimismo.