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Lo vivido en la villa olímpica es el sueño de cualquier deportista

La XVI Semana Olímpica comenzó su programa con un homenaje a las y los deportistas de la Universidad que han participado en las Olimpiadas y Paralimpiadas. Les preguntamos por su experiencia en Tokio.

  • Reportajes

Fecha de primera publicación: 16/09/2021

Virginia Díaz, Odei Jainaga, Agurtzane Egiluz y Jorge Pineda (Falta Asier Martínez). Foto: Fernando Gómez
Virginia Díaz, Odei Jainaga, Agurtzane Egiluz y Jorge Pineda (Falta Asier Martínez). Foto: Fernando Gómez

Todavía no se han despertado del sueño vivido en Tokio y siguen sumando reconocimientos. Son Agurtzane, Jorge, Odei, Virginia y Asier, estudiantes de la Universidad que han competido en las recientes Olimpiadas y Paralimpiadas. Les encontramos en la inauguración de la XVI Semana Olímpica de la UPV/EHU. Allí, autoridades del Ayuntamiento de Bilbao, Diputación de Bizkaia y Gobierno Vasco acompañan al vicerrector del Campus de Bizkaia en la inauguración de esta edición, que, en esta ocasión, comenzaban con un homenaje a nuestras y nuestros deportistas de élite.

“Es difícil hacerse una idea de cómo os organizáis para mantener ese nivel de exigencia que requiere superar los cursos y, al mismo tiempo, estar al más alto nivel en los entrenamientos y competición”, aseguraba Gorka Moreno, vicerrector del Campus de Bizkaia a estos cuatro estudiantes y deportistas durante el homenaje ofrecido por la XVI Semana Olímpica, en su acto de inauguración.

Una ocasión perfecta para este homenaje, ya que, en esta edición, como explica Sergio Seoane, director de Deportes del Campus de Bizkaia, “estas jornadas analizarán los peculiares juegos de Tokio, haciendo hincapié en los atletas olímpicos y paralímpicos vascos, con énfasis en la participación femenina, y con ponencias que analizarán el papel de los espectadores en los Juegos Olímpicos o los cambios recientes introducidos por el COI”.

Cinco estudiantes que han vivido una experiencia personal inolvidable, más allá de los retos deportivos que allí se disputaban. Nos cuentan su paso por la villa olímpica, cómo consiguen conciliar estudios y deporte de élite y sus expectativas de futuro.

Agurtzane

Agurtzane Egiluz: “Como una niña en una tienda repleta de chuches”
Vitoria-Gasteiz. 1997
Paralímpica
Baloncesto en Silla de Ruedas #BSR
Grado en ADE. Estudia Máster Digital Management & ERP: Gestión de la Empresa 4.0

Agurtzane jugaba al baloncesto y, tras un accidente, pensó que no volvería a practicarlo. Tras su paso por Fundación Vital Zuzenak para hacer ejercicios de rehabilitación, fue invitada a jugar en el Zuzenak BSR, el equipo mixto de Baloncesto en Silla de Ruedas alavés. “Aunque son equipos mixtos, es raro ver muchas chicas jugando en la liga estatal -explica-. Aquí estamos dos; en otros una o, incluso, ninguna”, lamenta.

La noticia de que iba a Tokio le llegó en un hotel de Madrid, donde estaba concentrada con el equipo. “Se lo dije poca gente. Vitoria es un pañuelo y sabía que todo el mundo se enteraría más pronto que tarde”.

Asegura que la villa olímpica es diferente a otras experiencias: “He estado en dos campeonatos de Europa y un mundial, pero lo que vives allí no se puede comparar con nada”, asegura Egiluz. “Convives con deportistas de todas las disciplinas y países. ¡Los primeros días fueron como si una niña entrara en una tienda enorme de chuches!”, explica la jugadora de baloncesto, “después del primer momento de subidón nos centramos en lo que habíamos ido a hacer”.

Como anécdota, recuerda que, “en los últimos días todas íbamos a intercambiar la equipación con deportistas de otros países y nos encontramos con una canadiense que se llamaba Amaia, con apellidos vascos, que hablaba castellano y que ¡llevaba colgado un lauburu! Se acercó a nosotras. Tenía ascendencia vasca, claro y la ‘adopté’ como mi prima-no-prima”, bromea la deportista gasteiztarra.

Reconoce que ahora, con el máster se le hará más fácil conciliar estudios y deporte: “he estado cuatro años comiendo de ‘tupper’, asegura, porque ha tenido que “compaginar los horarios de clase, con los entrenamientos y, encima, los viajes de autobús de Gasteiz a Bilbao y vuelta”. A pesar de que me he podido organizar más o menos bien con mis profesores, siempre he dependido de su generosidad y, en ocasiones, llegabas a las tantas de la madrugada de un partido de liga desde la otra punta del país y, al día siguiente, tenías un examen”. Pero “siempre he dicho que, si hay algo que de verdad te gusta, puede que te cueste, pero lo puedes conseguir”, afirma la deportista paralímpica.

Asier Martínez Etxarte

Asier Martínez: “Probablemente en el momento no valoras en toda su trascendencia”
Iruña. 2000
Olímpico
Salto de vallas (110 m)
Ciencias Políticas. 4º Curso.

Logró el pase a las Olimpiadas meses antes de la cita en la capital nipona. Como explica, “era el premio a todo un año de trabajo de mi entrenador, François Beoringyan, y mío”. Un esfuerzo que se materializa en un promedio de cuatro a cinco horas de entrenamiento diario.

Como reconoce, “me supone un enorme esfuerzo compaginar estudios y entrenamientos, porque no siempre puedo ir a las clases y tengo organizarme con mis compañeros y compañeras, mirando el correo electrónico continuamente, negociando con los ‘profes’, organizando el horario, las prácticas, los exámenes… Y algunos te dejan y otros… no”.

Los dos primeros cursos los pasó en Bilbao y entrenando por su cuenta, pero “en tercero volví a Iruña, porque no tengo alternativa: si quiero entrenar bien, debo hacerlo con mi entrenador y en mi equipo (Club Pamplona Atlético). Sé que no es lo mejor para mis estudios, pero no tengo alternativa, explica, ahora, dividiré cuarto curso en dos para poder afrontar mejor lo que me queda, porque este curso es más exigente”.

En la villa olímpica “ves deportistas de todas las modalidades y países y sientes que formas parte de algo grande”. No sabes cómo explicar qué se siente, pero, probablemente, en ese momento no lo valoras en toda su trascendencia y, seguramente, lo haré más adelante”, reflexiona Asier. “Cuando estaba allí solo pensaba en preparar la competición de la mejor manera, vamos… te pones en modo olímpico”.

Asegura que no ha tenido mucho tiempo para descansar a su vuelta. “Comienzan las clases y este año tenemos el mundial de Oregón. Ese es el objetivo más importante ahora y solo tengo tres o cuatro meses para prepararlo.

“¿Paris? Eso queda lejos todavía, no me suele gustar mucho pensar en el largo plazo, pero, claro que sí, estar en las siguientes olimpiadas es un objetivo”.

A futuro no se ve, todavía, trabajando en algo relacionado con Políticas. “Todavía no lo he meditado mucho, pero todavía no me veo preparado para ejercer en ese campo. Por otro lado, me gustaría seguir en el mundo del deporte y también seguir estudiando: un máster u otra carrera… ya veremos”.

Jorge

Jorge Pineda: “Todavía estoy procesándolo”
Getxo. 1997
Paralímpico
Remo: PR3 cuatro con timonel mixto (PR3Mix4+).
Grado: 4º Medicina. Ud. Docente de Cruces

“Cuando recibí el ‘whatsapp’ diciéndome que íbamos a Tokio pegué un grito… ¡Es el sueño de cualquier deportista!”, explica. “Estábamos preparando este proyecto deportivo para intentar participar en las Paralimpiadas de París (2024), pero nos adelantamos y hemos logrado estar en Tokio”, afirma con satisfacción.

Jorge comenzó en el mundo del remo siguiendo los pasos de su hermano. “Un amigo de la familia le preguntó si quería apuntarse y, dos años más tarde, me dijo a mí. Tenía entonces trece años; once años después estaba compitiendo en el mayor evento deportivo que existe.

“Cuando estás allí hay muy buena ‘vibra’, asegura, se respira deporte. Estás agotado por los entrenamientos, pero encantado por todo lo que estás viviendo. Es difícil centrarse en la villa olímpica, con todos los estímulos que hay alrededor, pero sabíamos a qué habíamos ido. Te concentras en ello, porque quieres salir de allí contento de tu trabajo”, explica. A pesar de esa serenidad, Jorge insiste una y otra vez en “lo difícil que es explicar lo que uno siente cuando vive una experiencia de este tipo”.

Para este deportista getxotarra tampoco es fácil su día a día en la facultad de Medicina. “He comenzado cuarto y estoy en la Unidad Docente de Cruces”, explica.

“¿Qué cómo me organizo? El día tiene veinticuatro horas y hay que aprovecharlas todas y bien”, afirma. “En clase no hay privilegios, estoy en la Comisión de Apuntes de mi grupo y eso supone que cada cual tiene que aportar lo que te toca para que esto funcione”, asegura. “Si es cierto, añade, que he tenido suerte y no he tenido que pedir muchos cambios de fecha de examen por las competiciones”.

A Pineda le gustaría “seguir compitiendo al más alto nivel hasta que pueda y también hacer el MIR, para prepararme como médico”. Mientras tanto, seguirá preparándose para llegar a París.

Odei

Odei Jainaga: “Hasta que no estás allí no te haces idea de cómo es realmente”
Eibar. 1997
Olímpico
Lanzamiento de Jabalina.
Grado: Educación Infantil. Preparando el Trabajo Fin de Grado (TFG)

“Mi afición es la pesca, esto es mi trabajo”, asegura Odei cuando le preguntas cómo le surgió la afición por esta especialidad olímpica. Y fue, precisamente, practicando su afición como le cogió la noticia: pescando. “Llevaba varios días mirando las listas para ver si lograba el pase para Tokio”, pero no acababa de llegar.

“Cuando me lo dijeron estaba eufórico, pero apagué el móvil, porque sabía que me iba a llegar una avalancha de llamadas y mensajes” asegura riendo.

Jainaga, al parecer, ha heredado los genes de su madre, tricampeona y récord de España de lanzamiento de jabalina. Pero aclara que “yo no la vi competir” y que en casa no le presionaron para practicarlo. “Comencé en las actividades extraescolares cuando estaba en la escuela, y, de hecho, había picoteado también en otros deportes”. Pero la cosa se le daba bien, siguió y la Real Sociedad acabó fichándolo a sus 18 años para su Club de Atletismo.

“Hasta que no vas allí no te imaginas cómo puede ser la villa olímpica”, asegura Odei. Reconoce que fue especialmente popular en los medios de comunicación por su búsqueda de ‘pines’ entre deportistas de otros países. Tiene anécdotas para escribir un libro, “me vino un periodista de la televisión andorrana con un pin -cuenta-, me retó a intercambiarlo con Djokovich y, claro que lo hice”, ante la mirada atónica del periodista quien grabo y emitió la escena en su cadena, al igual que hicieron otras como televisión española sobre los pines del olímpico vasco.

“Otro día bajábamos en el ascensor, se abrió la puerta y miro de abajo hacia arriba a unos tíos más altos que yo, que mido más de 1.95cm. Eran Gassol y compañía”, cuenta entre risas.

Ahora, de vuelta a casa, tiene varios retos: “en cuanto a los estudios, quiero acabar el TFG, porque me está dando más dolores de cabeza que todo el grado de Educación Infantil”, asegura. Y, en el apartado deportivo, “recuperarme del hombro, debo superar esta lesión para estar de nuevo en forma y preparar los europeos, el mundial y estar listo para competir al cien por cien en París; porque -como explica- una de las cosas que se ha visto en Tokio es que el nivel deportivo ha subido mucho”.

Virginia

Virginia Díaz:  “Es indescriptible: iba con los mejores deportistas españoles”
Santander. 1991
Olímpica
Remo: Dos sin timonel femenino.
Grado: Enfermería. Actualmente: 3º Medicina

Para Virginia 2019 fue su año: además de otros éxitos, lograba el 5º puesto en el campeonato mundial de remo, que le daba el pase directo a las Olimpiadas de Tokio. Eso le perimitó digerir con más serenidad su viaje a la capital nipona.

Reconoce que “para mí todo empezó cuando llegué a Madrid y vi que viajaba con toda la delegación española. Estaba impresionada: ¡Iba con los mejores deportistas españoles! Y, luego, ya en la villa, lo compartes y charlas con los mejores deportistas del mundo, como Gasol. ¡Es impresionante… Indescriptible!”

Virginia asegura que su día a día no es fácil: “Entrenamos seis horas diarias, en tres turnos (mañana y tarde), incluidos los sábados. Así que solo nos queda libre el domingo”. Reconoce que supone un gran sacrificio, que le “obliga a una tener una vida muy rutinaria; debemos ser muy disciplinadas y eso nos da poco tiempo para poder disfrutar con las amistades y familia”. Pero no se lamenta, “es la vida que elegimos”, reconoce.

Estudiar Medicina tampoco es fácil para Virginia. “Por los horarios de mis entrenamientos, no puedo acudir regularmente a las clases, por lo que tengo un permiso para presentarme a los exámenes, sin acudir a las clases”. “Eso solo se puede conseguir teniendo compañeras y compañeros maravillosos que me ayudan a ponerme al día para poder presentarme al mayor número de asignaturas. Son mis ojos y mis oídos en la Universidad cuando no estoy”, asegura agradecida.

Virginia disfruta ahora de unas breves vacaciones, pero dentro de poco retomará los entrenamientos para comenzar de nuevo las competiciones, con el ojo puesto en París.

¿Y en el futuro qué? “Pues no lo sé… no tengo claro todavía cómo va a ser -afirma-; de momento quiero seguir compitiendo y continuar con los estudios, luego ya veremos qué hacer”, explica Virginia con una sonrisa.

 

Son estudiantes que acaban de vivir un sueño, su paso por la villa olímpica les ha marcado para siempre y así lo cuentan en nuestro encuentro. Ahora vuelven a sus estudios, pero también, tras unas merecidas vacaciones, a sus entrenamientos porque ya tienen nuevos objetivos: campeonatos de España, de Europa, mundiales y, cómo no, las Olimpiadas y Paralimpiadas de París de 2024.

La XVI Semana olímpica continúa

Tras el homenaje a estas y estos deportistas, el programa de actividades de la XVI Semana Olímpica continua con charlas, mesas redondas y otras actividades y que se prolongará hasta hoy, jueves, cuando se celebrarán las últimas charlas y mesa redonda. Una iniciativa muestra la unión de los valores de la UPV/EHU y los del espíritu olímpico.

Y es que, como explica el vicerrector del Campus de Bizkaia, “los valores del olimpismo casan perfectamente con la Universidad y su cometido, apostar por la cultura, la educación o la solidaridad entronca de lleno con lo que venimos trabajando a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde la UPV/EHU. Por ello, la organización de la Semana Olímpica de Bilbao es un reto muy pertinente para el Vicerrectorado de Campus de Bizkaia”.