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«Las humanidades deberían ser la prioridad en cualquier currículo académico»

Luis Alberto de Cuenca protagonizó un encuentro con Jon Juaristi en la Facultad de Letras de la UPV/EHU

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Fecha de primera publicación: 19/10/2023

Luis Alberto de Cuenca y Jon Juaristi
Luis Alberto de Cuenca y Jon Juaristi | Foto: Nuria González. UPV/EHU.

El Aula magna de la Facultad de Letras del Campus de Álava acogió un acto singular titulado ‘Luis Alberto de Cuenca: Un poeta humanista’, un encuentro entre Luis Alberto de Cuenca y Jon Juaristi “para hablar de lo que hablan dos amigos con muchísimas cosas en común, tanto en el ámbito de la cultura como en el de la vida”. La actividad estuvo organizada por el Grupo de investigación Sociedades, Procesos, Culturas (siglos VIII a XVIII) de la Universidad el País Vasco.

Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950) es doctor en Filología Clásica y profesor de investigación en el Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC. Ha sido director de dicho Instituto y de la Biblioteca Nacional. Hasta 2004 fue secretario de Estado de Cultura. Campusa aprovechó su presencia en el Campus de Álava para hablar con él.

Filólogo, poeta, traductor, ensayista, columnista, crítico, editor literario e investigador, es también académico de número de la Real Academia de la Historia. Atesora multitud de prestigiosos galardones como el Premio Nacional de Poesía en 2015. Además, hace justo dos años le concedieron el Premio Internacional de poesía Federico García Lorca, una modalidad literaria que ha sido decisiva en su obra y en su vida. “Siempre he vivido cerca de la poesía. De la gran poesía, que es la épica, pero también de la lírica, su hermana menor, la que inventó el amor como tema literario”.

Y para recalcar la importancia de la poesía en la historia de los pueblos, siempre recuerda la frase “lo que permanece lo fundan los poetas”. “Es una frase de Hölderlin muy socorrida. Queda muy bien repetirla. Y si es en alemán, mucho mejor”.

En una sociedad dominada por la técnica, Luis Alberto de Cuenca no deja de reivindicar la importancia de las humanidades, que “deberían ser lo que ya nunca llegarán a ser: la prioridad en cualquier currículo académico. Todos los niños españoles tendrían que haber estudiado al menos un par de cursos de latín y de griego”.

Hace unos días, Bernardo Atxaga comentaba que en el Gobierno Vasco “hace falta una planta entera de filósofos con una idea más global de la cultura vasca”, pero el que fuera secretario de Estado de Cultura opina diferente: “¡Grande mi viejo amigo Atxaga! Los filósofos están mejor fuera de cualquier gobierno, incluido el vasco. Los humanistas son menos peligrosos, pero también los prefiero al margen de las tareas gubernamentales”.

En tiempos de una cultura líquida, el profesor De Cuenca apuesta por la cultura clásica, ya que “es mucho más sólida, más nutricia” y pide a las nuevas generaciones que se acerquen sin prejuicios a ellas, “verán lo divertidas que pueden llegar a ser”.

Letrista de rock

Una faceta poco conocida del trabajo de Luis Alberto de Cuenca ha sido su colaboración con Loquillo o las letras para canciones de la Orquesta Mondragón. “Loquillo es uno de mis mejores amigos. Con Gurruchaga me he reído una barbaridad. ¿Qué más puedo pedir al rock español?”. Defensor de superar la dicotomía entre la alta cultura y la popular, tiene clarísimo que no puede vivir sin la una y sin la otra.

Terminamos nuestra charla con tres cuestiones: su opinión sobre el revisionismo de obras literarias que está proliferando últimamente, para cuándo su próximo libro y unas recomendaciones de lectura para el alumnado universitario.

Responde tajante a la primera: “Me recuerda el saqueo de la biblioteca de Alejandría por el califa Omar, o las censuras inquisitoriales”. Para la segunda, tan solo tendremos que esperar un par de semanas: “Se titula ‘El secreto del Mago’, saldrá en Visor y obtuvo el último premio Gil de Biedma”.

Y, para abrir boca, recomienda al alumnado universitario la lectura de obras como el ‘Beowulf’ anglosajón y el ‘Cantar de los Nibelungos’ o la ‘Iliada’. En cuanto a obras clásicas, los ‘carmina’ de Catulo, la obra completa de Borges, el ‘Manuscrito encontrado en Zaragoza’ de Potocki...