El mes de diciembre de 2015 la revista oficial de la UPV/EHU, Campusa, inició una nueva etapa en formato digital. Hoy, a punto de cumplir dos años de vida, su newsletter semanal alcanza los cien envíos. Me parece relevante subrayar este hecho, pero también los objetivos principales que han guiado el proyecto: crear opinión y difundir resultados de investigación.

La creación de opinión pasa por la sección Cathedra. Lógicamente, no se trata de patrimonializar esa tarea, porque son muchas las personas integrantes de la comunidad universitaria que adoptan diariamente una postura activa en los debates públicos, a través de toda clase de plataformas, aportando opiniones y puntos de vista en los campos más variados. La universidad es el entorno no exclusivo, pero sí más apropiado, para generar opinión y para participar, junto a otros agentes políticos, sociales y culturales, en los debates que se desarrollan en una sociedad democrática.

A lo largo de este tiempo, han pasado por Cathedra académicos y académicas (también estudiantes y profesionales) que han abordado cuestiones de candente actualidad, y siempre desde los sólidos conocimientos de su especialidad. Se ha configurado un amplio y prestigioso elenco de firmas que, además, recoge distintas sensibilidades ideológicas y sociales.

Por otra parte, aunque hemos prestado especial atención a las dos lenguas oficiales de nuestra comunidad, también hemos publicado artículos en inglés y en alemán. En ese sentido, queremos que Campusa sea la expresión de una universidad abierta a distintas culturas, manteniendo al mismo tiempo la fidelidad a nuestras raíces.

Hemos impulsado la creación de opinión, pero también hemos intentado que Campusa se haga eco de la investigación que se desarrolla en la Universidad del País Vasco. Somos conscientes de que una publicación de estas características solo podrá recoger una mínima parte de la ingente investigación universitaria; no obstante, la difusión de la investigación científica en medios no especializados tiene un fin añadido a la comunicación de resultados: es también un modo eficaz de afianzar la importancia social de la ciencia. Muestra su relevancia para la consolidación de una sociedad más próspera, más crítica y más libre.

Difícilmente se ama lo que no se conoce. Y el amor por la ciencia pasa también por su conocimiento. La ciencia y la tecnología son responsables de las cotas de bienestar que hemos alcanzado en nuestra sociedad, pero no solo eso: junto al desarrollo técnico, la difusión de la ciencia destruye o atenúa las fronteras mentales, ayuda a fundamentar las opiniones propias y ofrece instrumentos para participar de forma más sólida en los debates públicos.

De modo que podemos encontrar una benéfica relación entre las dos actividades principales de Campusa digital: la difusión de la ciencia permite fundamentar mejor las opiniones, y la generación de nuevas opiniones despierta el deseo de aprender e investigar.

Solo me queda agradecer el interés de tantas personas de la UPV/EHU cuyo compromiso con nuestra institución les ha llevado, también, a participar en este proyecto. Gracias a los grupos de investigación que han facilitado la labor de la Oficina de Comunicación dirigida a difundir su trabajo y gracias a todas las personas que, de forma completamente desinteresada, han manifestado su opinión a través de la tribuna que hemos ofrecido desde Cathedra.

Son ya 100 los números de Campusa digital, lanzados cada semana en forma de newsletter. Estoy segura de que serán muchos más, en el futuro, los que seguirán dando cuenta de la reflexión y la investigación que desarrolla, sin descanso, la comunidad de la UPV/EHU.

Fotos: Tere Ormazabal. UPV/EHU.