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Proyectos en los que participa la UPV/EHU, premios Hispania Nostra y Europa Nostra

Los dos trabajos galardonados son el del Conjunto Monumental de Portilla y el de recuperación integral del Valle Salado de Añana

  • Crónica

Fecha de primera publicación: 01/02/2018

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De izquierda a derecha, Imanol Agote, exdirector del Centro de Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco, José Luis Solaun, investigador de la UPV/EHU, Igone Martínez de Luna, diputada foral de Euskera, Cultura y Deportes, y Pedro Durana, presidente de la Junta Administrativa de Portilla.

El proyecto sobre el Conjunto Monumental de Portilla y el proyecto de recuperación integral del Valle Salado de Añana, en los que participa la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, han sido galardonados con los premios Hispania Nostra y Europa Nostra, respectivamente. El acto de entrega de los 22 galardones, que otorga la Federación de Asociaciones e Instituciones de Patrimonio, Europa Nostra, correspondientes a las ediciones 2015, 2016 y 2017, tuvo lugar en la Sala Capitular del Monasterio de San Juan de Burgos.

El proyecto de recuperación del Conjunto Monumental de Portilla, en Zambrana (Álava), fue distinguido con el premio Hispania Nostra 2016 en su categoría de ‘Intervención en el territorio o en el paisaje’. El proyecto está liderado desde el año 2013 por el Ayuntamiento de Zambrana y el Grupo de Investigación en Patrimonio Construido de la UPV/EHU. Su objetivo principal, más allá de las implicaciones históricas que se generan del conocimiento paisajístico, es la recuperación de uno de los conjuntos históricos más espectaculares del País Vasco, cuya difusión en los itinerarios culturales no ocupa el lugar que se merece.

Son varios los motivos que justifican el proyecto de recuperación del Conjunto Monumental de Portilla. Entre ellos se encuentra su fragilidad, como elemento patrimonial amenazado, al encontrarse en un estado de ruina progresiva que pide a gritos la necesidad urgente de rehabilitación. Otros aspectos destacados son el valor histórico-cultural y como hito en el paisaje, al localizarse en una atalaya, con un gran dominio visual sobre el territorio. Su posición entre escarpados riscos, en la ladera norte del monte Txulato, hacen de ese enclave un punto de referencia visual desde los valles y llanuras del entorno, que ayuda al visitante a controlar el espacio cuando se acerca al lugar desde cualquiera de los posibles accesos. Es precisamente el carácter abrupto y elevado de Portilla el que explica su origen como plaza fuerte medieval, plasmado incluso en sus topónimos “Portilla” o “Zabalate” (paso hacia terreno abierto).

El jurado valoró la concepción integral del proyecto en la gestión del patrimonio, que no se ha limitado solo a la valoración patrimonial o a la intervención arquitectónica, sino que ha abarcado otras actividades de difusión, socialización e incluso de impacto económico. El trabajo realizado en Portilla, mediante diferentes actividades de difusión y participación ciudadana, ha permitido que ese bien patrimonial pueda ser socializado; esto es, convertido en un recurso social para el desarrollo cultural y, en los casos en que sea posible, económico, sacando del olvido y potenciando la identidad de una comarca rural económicamente deprimida como Zambrana.

 

Premio Europa Nostra

En el acto celebrado en la capital burgalesa, también se entregaron los premios Europa Nostra, que en su convocatoria de 2015 galardonó al proyecto de recuperación integral del Valle Salado de Añana (Álava).

El Valle Salado tiene una extensión de 13 hectáreas y constituye un paisaje salino único en el mundo. Recientes investigaciones arqueológicas señalan que en ese valle se ha venido produciendo sal, de forma ininterrumpida, desde hace al menos 6.700 años. El Valle Salado destaca por su impresionante estructura de terrazas escalonadas construidas con piedra, madera y arcilla, con canales de madera que conducen el agua salada por gravedad desde los manantiales a los pozos, así como por sus almacenes de sal y la riqueza de su biodiversidad salina.

La recuperación de este importante patrimonio está ligada a la ejecución de un Plan Director elaborado entre 2000 y 2004, y a la constitución en 2009 de la Fundación Valle Salado de Añana, única propietaria del valle desde la fecha. Para la concesión del premio, el jurado tuvo en consideración la dimensión de un proyecto que no solamente afecta a un paisaje, sino a todo un valle y a la vida de sus habitantes, produciendo la recuperación de una industria que ha existido desde épocas remotas hasta hace pocas décadas.