Los stands están colocados uno tras otro, donde cada uno expone sus explicaciones y acomete sus actividades, rodeados de cientos de jóvenes expectantes. Más allá del bullicio generado en esas condiciones, se respira un ambiente muy tranquilo y ordenado en las salas de exposiciones de la Semana de la Ciencia. Los y las jóvenes divididos en grupos siguen las explicaciones del stand que les toca visitar, atentamente, excepto cuando pierden la atención por algo que ocurre a su alrededor, como ver cómo sube y anda una estudiante en el Segway del stand contiguo, por ejemplo.

Aunque cuando entran no tienen muy claro qué es lo que van a encontrar, ya que comentan que verán "tecnología, algo de ciencias, experimentos", al salir del recinto hacen una lectura totalmente distinta. Un estudiante al que le gustan mucho los aviones considera de especial interés "los stands relacionados con la ingeniería, los motores y demás". A otra alumna le han atraído más los temas relacionados con la biología: "Tuve dudas entre elegir biología o dibujo, y hoy hemos visto cosas relacionadas sobre todo con la biología, que me han parecido muy importantes, interesantes y bonitas".

Exactamente, ese es el objetivo que persigue la UPV/EHU al organizar las actividades como la Semana de la Ciencia. El profesorado de los centros comparte la misma opinión: "Son interesantes para ellos, para que puedan ver las aplicaciones que pueden tener en el día a día lo que aprendemos en las escuelas. Como no realizamos tantas prácticas, también sirve para ver ese punto de vista práctico, así como para saber qué tipo de contenido está relacionado con cada grado, para cuando tengan que elegir los estudios universitarios dentro de unos años", comenta un grupo de profesores del IES Burdinibarra de Trápaga.

Para los y las profesoras e investigadoras detrás de los stands, "es una experiencia muy positiva el ver a las y los chavales interesados por la ciencia, contentos y con buena actitud, formales. La mayoría vienen de este modo, y les gusta lo que ven; lo que más escuchamos es ¡Qué guay!, ¡Qué guapo!", comenta el  representante del stand del Ekoetxea Urdaibai, que muestra los pigmentos que ofrece la biodiversidad.

No solo para el alumnado; la exposición también está abierta al público. El ambiente suele ser entonces "más movido, y para nosotras también es más dificultoso dar las explicaciones, pero como son experimentos cortos, conseguimos explicar algunos conceptos de química, relacionándolos con ejemplos que podemos encontrar en el día a día", relatan las responsables del stand Jugando con Química.

En definitiva, el objetivo es acercar la ciencia y el trabajo de los científicos a la gente, ofreciéndoles pequeñas dosis de ciencia, como si fuera llovizna: "Procuramos mostrar siempre algo que sea muy deductivo, y vistoso, que no precise de explicaciones muy extensas. Si es divertido, los y las participantes se quedan con el 80 % de una explicación de diez minutos —explica el responsable del stand de los pigmentos—. Sirve para despertar vocaciones, sin duda alguna".

Todo aquel interesado en disfrutar de la amplia oferta de la XVI Zientzia Astea está todavía a tiempo: encontrará actividades hasta el domingo 6 de noviembre en Bilbao (Bizkaia Aretoa) y Vitoria-Gasteiz (Museo Bibat), y hasta el sábado 5 en San Sebastián (Kursaal).

Toda la información en zientzia-astea.eus

Fotos: UPV/EHU.