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AINARA LARRONDO URETA

Periodismo a golpe de innovación

  • Cathedra

Fecha de primera publicación: 10/07/2019

Ainara Larrondo. Foto: Mikel Mtnez. de Trespuestes
Ainara Larrondo. Foto: Mikel Mtnez. de Trespuestes

Vivimos el mejor y el peor de los tiempos para el periodismo, aunque puede ser que esta misma percepción disruptiva la tuvieran también quienes se encargaban de ejercer e investigar la profesión hace ahora décadas. Ocurre que la sensación de cambio e incertidumbre permanente dentro del ámbito de los medios de comunicación se ha intensificado desde hace tres décadas, concretamente, desde el surgimiento de la tecnología digital y de su máximo exponente, la web. En esta etapa, la actividad periodística ha puesto de manifiesto su capacidad para convertir la experimentación constante en su modus vivendi. Tanto es así, que la innovación se ha convertido en una especie de ‘mantra’ dentro de las corporaciones de medios, independientemente de su tamaño y su carácter, público o privado.

Las empresas periodísticas han intensificado sus estrategias de difusión múltiple y buscan cada vez más rentabilizar su producción alcanzando al público en diferentes medios y, muy especialmente, en los soportes conectados. Se trata de una audiencia que tiene a su alcance múltiples fuentes de información –medios tradicionales offline y online, nativos digitales, redes sociales, etc.–, de ahí que la lucha hoy sea por conseguir su atención y engagement.   

Ello ha promovido en la última década la búsqueda de fórmulas narrativas útiles para distribuir el contenido informativo y de entretenimiento a través de múltiples canales. Estos relatos multiplataforma pueden ser sencillos –una misma información adaptada para ser difundida en diferentes medios– o más complejos, como el transmedia –un mismo acontecimiento es contado a partir del uso de distintos medios y del papel activo de la audiencia, convertida en prosumer, esto es, en productora y consumidora–. En el marco de esta estrategia multiplataforma, destaca la creciente orientación de las empresas periodísticas hacia las aplicaciones móviles. Así lo evidencia el incremento continuado en el uso de estos dispositivos para el acceso a noticias, cifrado en un 300% desde el año 2013 (Pew Research Center, 2018, Estados Unidos; Digital News Report, 2018).

Consumir noticias en cualquier soporte –televisor, prensa impresa, radio, tableta, smartphone, etc.– es un gesto que todos hemos naturalizado, sin percatarnos de que detrás de esa posibilidad existe todo un proceso de restructuración de las empresas y grupos comunicativos encaminado a promover un auténtica convergencia, “diálogo” o acercamiento entre sus distintas divisiones de medios –por ejemplo, entre el medio papel y el medio web, en el caso de las empresas de prensa, o entre la radio, la televisión y la web, en el caso de las empresas audiovisuales–.

Estas dinámicas han llevado a unificar las herramientas de edición informativa en los diferentes medios, o a introducir cambios en las estructuras físicas de las redacciones y en su modo de organizar el trabajo diario. Algunas empresas han optado por agrupar físicamente en una misma sala a redactores de distintos medios para facilitar rutinas básicas, como el compartir fuentes, generando al mismo tiempo reticencias y recelos por parte de los profesionales más experimentados; otras han optado por ir más allá y fusionar redacciones para forjar estructuras organizativas multimedia, con la consiguiente reducción de las plantillas. Inevitablemente, estos cambios han impactado en el perfil del periodista, convertido en un profesional polivalente con capacidad para la multitarea y el desempeño multimedia.

Paralelamente, han surgido perfiles profesionales adaptados a las necesidades específicas del ejercicio periodístico en la web (profesionales SEO, gestores de comunidades online, coordinadores/as multimedia y transmedia, etc.). Al tiempo que estos perfiles se consolidan, surgen con fuerza tendencias como la automatización de las redacciones y los llamados “robots-periodistas”. En un contexto crecientemente dominado por la Inteligencia Artificial (IA) y los datos masivos (big data), observamos cómo las rutinas básicas de los periodistas están siendo ya codificadas a través de algoritmos. Estos generan productos noticiosos valorados por su profundización y alta precisión, no exentos, en cualquier caso, de interrogantes a nivel práctico y ético. Parece que esta cuestión y otros fenómenos inquietantes de máxima actualidad, caso de las fake news (noticias falsas), marcarán el camino a recorrer en los próximos años a nivel profesional e investigador (Digital News Project, 2017).

Otro terreno abonado por el que transitan actualmente las principales innovaciones en el sector es el de los géneros y formatos concebidos para el ámbito digital –periodismo de datos en forma de webdocs, infografías, etc.–. En este escenario, además de los géneros informativos adaptados a redes sociales como Twitter o Instagram, marca tendencia el conocido como “periodismo inmersivo” (Digital News Report, 2017). Bajo esta expresión paraguas se distinguen maneras de contar más dinámicas, visuales y participativas desarrolladas a partir de herramientas o aplicaciones específicas, como vídeos en 360º, mapas interactivos o productos de Realidad Virtual (RV), entre otros.

El proyecto ‘News Initiative’ del Gigante Google ha inspirado buena parte de estos desarrollos para el periodismo a través de su laboratorio o News Lab, además de sembrar ciertas dudas sobre las posibles alianzas y rivalidades entre las grandes tecnológicas y los medios de comunicación. Sea como fuere, en línea con esta filosofía de la innovación, las empresas punteras en el sector en España –Grupo Vocento, El País, RTVE, Diario de Navarra, El Confidencial, etc.– ya han comenzado a desarrollar sus propios laboratorios de innovación en aplicaciones y formatos, conocidos comúnmente como Medialabs.   

En definitiva, si por algo se caracteriza hoy el periodismo es por desplegarse en un escenario de múltiples oportunidades y riesgos, un contexto de datos masivos que le hiperconecta, como nunca antes, con sus fuentes y sus audiencias y, por ende, con sus fines y funciones dentro de la sociedad. Ése ha sido precisamente el eje de reflexión de uno de los últimos encuentros profesionales y académicos más importantes a nivel estatal, el XXV Congreso Internacional de la Sociedad Española de Periodística (SEP) (30 y 31 de mayo de 2019), organizado por ‘Gureiker’, Grupo de Investigación Consolidado del Sistema Universitario Vasco del Departamento de Periodismo II. Este equipo permanece atento al panorama de innovaciones periodísticas descrito y apuesta por investigar la comunicación social desde novedosas metodologías, sustentadas en el análisis de datos masivos (big data) en redes sociales, a partir de la colaboración con iniciativas emprendedoras como Network Outsight, perteneciente al vivero de empresas del programa ZITEK del Campus de Bizkaia.