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Nahia Idoiaga: «Esta es una crisis ‘adultocéntrica’»

Un grupo multidisciplinar de la Facultad de Educación analiza las consecuencias del confinamiento en las niñas y los niños

  • Entrevista

Fecha de primera publicación: 22/04/2020

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La investigadora de la Facultad de Educación de Bilbao, Nahia Idoiaga. Foto: UPV/EHU

El grupo está formado por educadoras, psicólogas, sociólogas y pedagogas de la Facultad de Educación de Bilbao. Desde el anuncio del Estado de Alarma vio con preocupación las consecuencias que podría tener el confinamiento en las y los menores y ha querido investigar cómo les está afectando. En opinión de Nahia Idoiaga, una de las investigadoras del equipo, esta es una crisis “adultocéntrica”, que ha dejado en un segundo plano las necesidades de las y los menores.

¿Cuál es el propósito de vuestra investigación?

Queremos analizar cómo están viviendo las niñas y los niños el Estado de Alarma declarado por el coronovarius. El confinamiento es una situación dura y nueva para todo el mundo, pero sin duda, cobra una dimensión especial en las y los menores: sin poder salir de casa, sin estar con sus amigas y amigos… Esa es la razón por la que queremos investigarlo, porque creemos que está teniendo unas repercusiones preocupantes en ellas y ellos.

¿Quién participa en el proyecto?

Somos un grupo de profesoras e investigadoras de la Facultad de Educación de Bilbao: psicólogas, educadoras, sociólogas y pedagogas de diferentes departamentos: Psicología, Didáctica y Organización Escolar, y Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación. Además de mí, también participan en la investigación Naiara Berasategi, Amaia Eiguren, Maria Dosil, Naiara Ozamiz y Maitane Picaza. La mayoría del grupo de investigación KideOn.

¿Cómo surgió la idea?

Cuando estalló la crisis del COVID-19 nos surgieron las mismas preguntas y curiosidades. Comenzamos analizando cómo estaría viviendo esta crisis el alumnado, de ahí dimos el salto y pasamos a estudiar la población, en general, y, ahora, las niñas y los niños. Somos profesoras de la Facultad de Educación… lo suyo es poner el foco en las y los menores.

¿Y los datos? ¿Cómo los vais a obtener?

Hemos preparado una encuesta que deben rellenar progenitores, junto a sus hijas e hijos. En primer lugar, pedimos que el o la menor nos envíe un dibujo de cómo está viviendo esta situación excepcional y, con esta excusa, tratamos de provocar una conversación familiar. Queremos también que, de esta manera, surja una conversación sobre lo que están viviendo entre todos los miembros de casa. Por supuesto, todos los datos que obtenemos se tratan en el más absoluto anonimato.

«Tenemos dos objetivos: valorar cómo entienden las y los menores el COVID-19 y analizar su grado de bienestar en diferentes planos»

¿Qué esperáis obtener de los datos de la investigación?

Desde el punto de vista de la investigación, tenemos dos objetivos: cualitativamente, valorar cómo entienden las y los menores el COVID-19; a través de los dibujos y las explicaciones que han dado sobre los mismos. Por otro lado, analizar cuantitativamente el grado de bienestar en diferentes planos: psicológico, físico, académico, social…

Como hemos comentado anteriormente, el objetivo es poner a la niña y el niño en centro. Esta crisis ha sido muy “adultocéntrica” desde su inicio; de hecho, cuando Sánchez declaró el “Estado de Alarma” citó a los perros tres o cuatro veces y ni una sola a los menores. Se debería reflexionar sobre ello. Nosotras no vamos a entrar a valorar si las medidas son las apropiadas, lo que nos interesa es conocer qué repercusión está teniendo en niñas y niños unas medidas tan severas de confinamiento, que les han impedido salir a la calle desde el pasado doce de marzo y cómo están entendiendo todo esto. Para ello, hemos querido preguntarles (a través de sus progenitores), para que nos cuenten cómo están, con sus propias sus palabras, voces y dibujos.

¿Qué vais a hacer con la información recogida?

Como investigadoras, nuestra misión siempre es doble: en el plano académico, publicaremos los datos obtenidos; pero en el plano social, trataremos divulgar nuestras aportaciones en este proceso que ha sido clave, para que la sociedad considere a las niñas y los niños y también para hacer oír su voz.

¿Cómo estáis haciendo conocer el proyecto para lograr personas que colaboren?

Hemos enviado información a todos los centros escolares de la EAE y Navarra con el objeto de que se la hagan llegar a todos los padres y madres

«Cuando Sánchez declaró el “Estado de Alarma” citó a los perros 3 o 4 veces y ni una a los menores. Se debería reflexionar sobre ello»

¿Cómo está siendo la participación?

Poco a poco… A decir verdad, no es la típica encuesta que se rellene en un par de minutos. Hay que tener en cuenta que es imprescindible la participación de las niñas y los niños y eso les da un poco de pereza. Sin embargo, entendíamos que hacerlo así era la única manera de poner a las y los menores en centro del debate y servirles de altavoz de sus ideas.

¿Qué edad deben tener?

En principio, entre cuatro y doce años; de todas maneras, también ha participado alguno de tres años; si quiere participar y sabe hablar, por nuestra parte no hay problema.

Teniendo en cuenta las encuestas recibidas ¿te atreves a adelantar alguna previsión?

Partimos de que las hipótesis no se diferencian mucho de lo que vivimos en nuestros propios hogares: muchas de nosotras somos madres que estamos conciliando el teletrabajo, confinamiento, hijas e hijos. Son muy resilientes y se están adaptando a esta situación mejor de lo que hubiéramos podido imaginar, pero eso no quiere decir que lo estén pasando bien. Esto es, no están desarrollando como se debiera aspectos como el sueño, el lado emocional y físico, el lado social y relacional; deberíamos reconocerles el impresionante esfuerzo que están haciendo.

¿Sabéis de alguna otra investigación similar?

Yo he llevado a cabo algunas investigaciones sobre epidemias con metodología similar, pero centradas en personas adultas. Sí se han llevado a cabo trabajos centrados en menores en China, Italia y también en Euskal Herria, pero siempre desde el punto de vista de los progenitores y nunca se ha escuchado la voz de las niñas y niños y, menos aún, sus dibujos. Pero todo tiene relación; quiero decir… seguro que no se diferencia mucho su manera de representar el COVID-19 de la nuestra o seguro que, al menos, tenemos muchos puntos en común y que aquí también se va a reflejar el estrés, ansiedad, etc. que se detectó en China.

Para tomar parte en la investigación: [ver]