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Sara Caballero: «Estoy viviendo lo que un día soñé»

  • Entrevista

Fecha de primera publicación: 05/06/2025

Sara Caballero Bombín
Sara Caballero Bombín | Foto: EHU

Aunque presentarse a las pruebas de Farmacéutica Interna Residente no era uno de sus principales objetivos al comenzar el grado de Farmacia, Sara Caballero Bombín, graduada de la EHU, obtuvo el puesto 57 entre las más de 1.300 personas que optaban a una de las 352 plazas ofertadas en la convocatoria 2025. Así podrá desarrollar un papel fundamental en el ámbito sanitario: el de farmacéutica de hospital.

Tus años de estudiante… ¿fueron duros?

Una vez finalizada la carrera puedo decir que todo el esfuerzo ha merecido la pena. Farmacia abarca muchas disciplinas (química, física, biología, anatomía, farmacología), por lo que hay que controlar un poco de todo en el área de salud, pero lo cierto es que poco a poco vas adquiriendo los conocimientos necesarios para convertirte en un profesional sanitario competente.

¿Por qué Farmacia?

Elegí la carrera porque siempre me ha atraído el campo de la salud, pero no me veía en una profesión con un contacto tan directo y continuo con el paciente como en Medicina o Enfermería. Farmacia me pareció la opción perfecta: un equilibrio entre la investigación científica y la contribución al bienestar de los pacientes.

¿Cómo concluiste que querías hacer el FIR?

Desde el inicio de la carrera me llamó la atención el mundo hospitalario, pero no fue hasta el verano de tercer curso en el que mediante unas prácticas voluntarias pude ver lo importante que es el trabajo en equipo entre médicos, enfermeros, auxiliares, farmacéuticos, etc. Cada uno cumple un rol imprescindible para ofrecer una atención integral y de calidad.

¿Cuál destacarías como la parte más difícil de afrontar?

La parte más difícil de afrontar a la hora de prepararse el FIR, no es solo el contenido académico, sino como en cualquier oposición, asumir el compromiso personal que implica.

«Es un examen tan impredecible que sales sin saber qué esperar»

Es concienciarse de que durante un tiempo tendrás que dejar de lado gran parte de tu vida social, rechazar planes, aislarte en cierta medida, y centrarte casi exclusivamente en el estudio, sin tener la certeza de si ese gran esfuerzo dará el resultado esperado.

¿Acabaste el examen satisfecha?

Cuando vi el resultado del FIR, no podía creerlo. Había salido del examen con la sensación de que jamás lo lograría. Fue una prueba especialmente dura y me sentí frustrada, como si toda la preparación no hubiera servido para nada. Por eso, al ver que no solo había obtenido plaza, sino que además había quedado entre los 100 primeros, me invadió una emoción indescriptible.

¿Qué destacas de tu paso por la EHU?

Guardo un recuerdo muy positivo de mi paso por la universidad. Me quedo con la satisfacción de haber recibido una formación sólida, que me ha permitido salir bien preparada para afrontar los retos profesionales. Estoy especialmente agradecida con el compromiso del profesorado, que no solo nos proporcionó una buena base académica, sino que también nos motivó constantemente a luchar por nuestros sueños y a no olvidar el papel tan importante que desempeñamos como profesionales sanitarios en la sociedad.

Desde febrero aquí ¿a qué te has dedicado?

Lo cierto es que después del examen FIR no pude desconectar del todo. Es un examen tan impredecible que sales sin saber qué esperar, y eso no te deja descansar mentalmente. Aun así, poco a poco fui recuperando mi día a día, me permití descansar y también empecé a trabajar en una oficina de Farmacia para evitar caer en la sobrecarga mental de darle demasiadas vueltas al resultado.

El FIR permite optar a seis especialidades. ¿Cuál has escogido y por qué?

He optado por realizar la especialidad de Farmacia Hospitalaria en el Hospital de Txagorritxu, en mi ciudad, porque no buscaba un macro hospital, sino un entorno más cercano. Aunque no descartaba otras especialidades, sentía que me alejaban del ámbito más centrado en el fármaco. Además, al estar más orientadas al laboratorio, echaba en falta ese componente de contacto con el paciente que tanto valoro. Farmacia Hospitalaria era un sueño para mí, y haber conseguido acceder a ella desde el FIR lo convirtió en algo aún más grande.

Con vosotros ocurre como con los médicos…. ¿Presentarte al FIR ha sido vocacional? o ¿influyen otros factores como la salida profesional?

En mi caso, hacer el FIR ha sido una elección vocacional. Es cierto que especializarse abre puertas y ofrece más oportunidades profesionales, pero soy consciente de que el ámbito hospitalario no es para todo el mundo.

«Farmacia Hospitalaria era un sueño para mí, y haber conseguido acceder a ella desde el FIR lo convirtió en algo aún más grande»

Implica enfrentarse a un entorno exigente con cuestiones complejas, estar en constante actualización y asumir un mayor nivel de responsabilidad. Además, en muchas situaciones, requiere un trato más delicado con el paciente.

¿Qué dirías que es lo más positivo y lo más negativo de haber estudiado Farmacia?

No encuentro ningún aspecto negativo en la carrera de Farmacia, ya que no me arrepiento en absoluto de haberla elegido. Al contrario, me ha llevado exactamente al lugar donde quería estar, tanto profesional como personalmente. Todavía no soy del todo consciente de todo lo que he conseguido. A veces me cuesta asimilar que aquello que tanto soñé hoy es una realidad. Por eso esta frase me representa especialmente: ‘Disfruta, porque estás viviendo lo que un día soñaste’.

¿Y a partir de ahora qué…?

A partir de ahora… mi objetivo es formarme de la mejor manera posible durante la residencia. Aprovechar cada oportunidad de aprendizaje, vivir nuevas experiencias y seguir creciendo tanto a nivel profesional como personal. Ojalá pueda seguir dedicándome siempre a esta profesión que me apasiona.