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Las farmacias podrían velar por las discrepancias entre el uso de medicamentos y sus prescripciones

Un estudio de la UPV/EHU afirma que la identificación de errores en la medicación aumenta la seguridad de los pacientes y reduce costes

  • Research

First publication date: 22/12/2020

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La investigadora del Departamento de Farmacia y Ciencias de los Alimentos, Ainhoa Oñatibia

Un estudio de la UPV/EHU ha evaluado el impacto de un servicio de detección de errores y discrepancias en las prescripciones de los pacientes. En dicho servicio han colaborado profesionales farmacéuticos comunitarios y servicios de atención primaria, y han conseguido retirar de promedio un medicamento de la prescripción de cada paciente. Esto tiene efectos evidentes en la salud de los pacientes, en los costes del sistema sanitario y en la reducción de las hospitalizaciones.

A menudo los medicamentos prescritos en la hoja de tratamiento activo de los pacientes no coinciden con lo que realmente toman estos pacientes. De hecho, “son muchos los pacientes que no toman los medicamentos prescritos en su hoja de tratamiento activo, que toman medicamentos que no figuran en dicha hoja, que no siguen las pautas de dosificación prescritas, que no siguen la posología prescrita o que tienen el tratamiento duplicado”, explica Ainhoa Oñatibia, autora esta investigación en el Departamento de Farmacia y Ciencias de los Alimentos. Todos esos casos se denominan errores o discrepancias de medicación.

A nivel mundial, los errores de medicación son una de las diez principales causas de mortalidad. Dichos errores pueden suponer un riesgo para los pacientes, y están relacionados con las altas tasas de hospitalización, de enfermedad y de mortalidad. Además, acarrean más de un 1 % del gasto total en sanidad: se calcula que el coste anual en Europa puede ser de entre 4,5 mil millones y 21,8 mil millones de euros. Como consecuencia del impacto que producen los errores de medicación tanto en la salud como en la economía, la propia Organización Mundial de la Salud ha integrado la disminución de estos errores en el Reto Global por la Seguridad del Paciente. Las estadísticas muestran que si se disminuye la frecuencia y el impacto de los daños previstos como consecuencia de errores, accidentes o problemas de comunicación relacionados con la medicación, habría 95.000 muertes menos al año en Europa.

Profesionales de farmacia que van más allá de la mera dispensación

La investigadora Ainhoa Oñatibia puso en marcha una investigación en colaboración con la OSI Bidasoa y las farmacias comunitarias del entorno: comunicaban a los profesionales de atención primaria las discrepancias de medicación detectadas en la farmacia, para que las analizaran. A través de este servicio consiguieron quitar de media un medicamento a los pacientes que participaron en el estudio. “Eliminar del tratamiento un medicamento a las personas polimedicadas puede ser muy relevante, porque está probado que mejora la adherencia al tratamiento y, además, disminuye el coste en el sistema de salud”, afirma Oñatibia. Por otra parte, “si los pacientes toman sus medicinas apropiadamente, es lógico pensar que disminuirá el número de hospitalizaciones y de visitas a los servicios de urgencias”, añade. Llevando estos resultados a términos monetarios, han comprobado que el coste de cada paciente ha descendido en torno a 445 €.

La investigadora ha señalado que es preciso ampliar este estudio: “La comarca de Bidasoa es bastante reducida, y el número de participantes no ha sido alto; es necesario probar el estudio en zonas más amplias”. Actualmente, están protocolizando el servicio, ya que será fundamental contar con un protocolo para poder ampliar el estudio. En cualquier caso, “hemos demostrado que las farmacias comunitarias y sus profesionales pueden ser muy importantes en la detección y prevención de los errores de medicación. Uno de nuestros objetivos es dirigir a los y las profesionales de las farmacias comunitarias hacia esos servicios. Es decir, que no se dediquen solo a la dispensación o venta de medicamentos, sino que la figura de la farmacéutica o del farmacéutico comunitario debe destacar en cierto modo en ese rol”, opina la investigadora.

Información complementaria

Este estudio corresponde a una parte de la tesis doctoral de Ainhoa Oñatibia Astibia. La investigadora ha realizado su tesis bajo la dirección de Begoña Calvo Hernáez, catedrática de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la UPV/EHU, y de Estibaliz Goyenechea Soto, directora técnica del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa. El estudio se ha realizado en colaboración con profesionales de farmacia de atención primaria de Osakidetza. Actualmente, Oñatibia trabaja en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa.