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«Uno percibe que ha aportado algo desde un punto de vista social»

Conversamos con Marta Pastor, Ismael Loinaz, Itziar Angulo, Jon Maiz y Virginia López de Maturana, premios extraordinarios de doctorado

  • Interview

First publication date: 20/05/2016

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Cinco de los 40 reconocidos con los premios extraordinarios de doctorado

A pocas horas de celebrar el acto de investidura de los 410 nuevos doctores y doctoras de la UPV/EHU y la entrega de los 40 premios extraordinarios de doctorado, reunimos a cinco de estos premiados para reflexionar sobre la importancia de los doctores para el avance de las sociedades del conocimiento.

Marta Pastor, Ismael Loinaz, Itziar Angulo, Jon Maiz y Virginia López de Maturana nos relatan  qué les llevo a hacer un doctorado y nos revelan qué impresiones tienen sobre el reconocimiento social de sus estudios. Las preguntas realizadas a los cinco premiados: 

Marta Pastor

Investigadora en la empresa Praxis Pharmaceutica. Premio extraordinario en el área de Ciencias de la Salud por la tesis Gastro-resistant microparticles as an oral cholera vaccine approach.

¿Por qué estudiar un doctorado? 
Porque te permite la especialización en un campo. En el caso de las ciencias de la salud es la entrada al laboratorio que es un trabajo muy bonito. Supone el inicio de un aprendizaje, que con un poco de suerte no acaba cuando lees la tesis, si no que te acompaña toda tu carrera profesional.

«Supone el inicio de un aprendizaje, que con un poco de suerte no acaba cuando lees la tesis, si no que te acompaña toda tu carrera»

En países como Alemania, y buena parte de Centroeuropa, el título de doctor está muy valorado socialmente. ¿Sientes que aquí también se reconoce socialmente?
No.  No creo que aquí esté valorado socialmente. Creo que la gente lo toma más como una decisión personal, ya que no conocen el esfuerzo que supone.

¿Qué ha supuesto para ti hacer una tesis doctoral?  
A mí me ha dado la capacidad de resolución de problemas. En mi caso, además trabajamos muchas personas en un espacio no muy amplio, lo que te hace ser planificadora, ordenada y limpia. También me ha enseñado a participar en mantener un ambiente agradable de trabajo y ser buena compañera. Para mí se puede resumir en una frase que una vez me dijo un compañero: "El doctorado te enseña a sacarte las castañas del fuego".

Virginia López de Maturana 

Profesora e investigadora de la Facultad de Letras de la UPV/EHU. Premio extraordinario en el área de  Artes y Humanidades por la tesis "Vitoria: poder local y política simbólica durante el franquismo (1936-1975)".

¿Por qué estudiar un Doctorado?
Cuando a uno le apasiona un tema, desea profundizar más en él. En mi caso, estudié la carrera de Historia y después quise continuar adquiriendo conocimientos. Realizar una tesis permite no solo tener los conocimientos teóricos que se plantean en las clases magistrales durante la carrera. En el caso de los historiadores, la investigación requiere mucha dedicación en los archivos, lo que supone un contacto de primera mano con las propias fuentes históricas.

Sobre el reconocimiento…
Conozco el caso de Alemania, y, efectivamente, el título de doctor es muy valorado socialmente. Pero aquí no sucede lo mismo: por lo general la gente no sabe muy bien qué es "eso del doctorado". Cuando uno dice que es doctor muchas personas lo relacionan con la Medicina.

¿Qué ha supuesto la tesis doctoral?
La tesis doctoral supone un gran esfuerzo, pues una persona le dedica  varios años de su vida. Sin embargo, es muy satisfactorio el proceso del aprendizaje en la investigación.

«No se puede avanzar hoy en día en nuestra sociedad sin tener una intensa "pasión por el conocimiento"»

Además, en el caso de las Humanidades, ver tu trabajo de tantos años reflejado en un libro que llega a la sociedad, que logra generar debate (sobre todo en mi caso, que estudié una época muy reciente, el franquismo)... En definitiva, uno percibe que ha aportado algo desde un punto de vista social. Laboralmente, me ha permitido seguir dedicándome a la investigación y a la docencia universitaria después de finalizar la tesis.

Jon Maiz

Investigador en ‘Laboratoire de Chimie des Polymeres Organiques de Burdeos. Premio extraordinario en el área de Ciencias Experimentales por la tesis "Fabrication of polymer nanostructures by ¿template synthesis ¿and polymer properties under confinement".

¿Por qué estudiar un Doctorado?
La curiosidad y las ganas de aprender y profundizar en un tema son factores importantes a la hora de ponernos a investigar y a realizar una tesis doctoral. No se puede avanzar hoy en día en nuestra sociedad sin tener una intensa "pasión por el conocimiento". Y aunque muchas veces este camino se convierte en una carrera de obstáculos, el producto final suele ser muy gratificante, tanto para uno mismo como para los que nos rodean.

Sobre el reconocimiento…
Creo que aquí no se valora tanto como en otras partes debido al desconocimiento de nuestra sociedad respecto a lo que significa realizar un doctorado. Además, al finalizar los doctorados no te dan ninguna salida ni ayuda para poder seguir con tu investigación y poder rentabilizar lo que han invertido en formación, y no queda otra que emigrar y buscarse la vida para seguir con la carrera investigadora.

¿Qué ha supuesto la tesis doctoral?
Hacer una tesis doctoral te permite primero trabajar en lo que te gusta, y eso hoy en día no es fácil de encontrar. Cada día aprendes algo nuevo y siempre hay algo (nuevos datos, nuevos experimentos) que te hace llegar al trabajo motivado por la incertidumbre que supone el qué pasará con este nuevo sistema. En segundo lugar te da la oportunidad de trabajar en grupos de investigación internacionales y el poder intercambiar conocimiento entre compañeros de diferentes ámbitos. En mi caso he realizado estancias breves durante mi doctorado tanto en Estados Unidos como en Alemania, y he podido ver y aprender cómo se trabaja fuera de nuestras fronteras. Por último, también puedes participar en diferentes congresos tanto nacionales como internacionales, y esto te permite poder interactuar con los "mejores" de tu área y aprender de lo que ellos están investigando.

Ismael Loinaz

Profesor e investigador de Psicología Clínica y Psicobiología de la Universitat de Barcelona. Premio extraordinario en el área de Ciencias de la Salud por la tesis Tipologías de hombres violentos con la pareja en prisión: evaluación, clasificación e implicaciones para el tratamiento.

¿Por qué estudiar un doctorado?
Creo que la respuesta a esta pregunta le debe venir de dentro al que realmente tiene la vocación. Indagar, buscar soluciones, dar respuestas… creo que es más un estilo de vida o personalidad que la búsqueda de una profesión. Para la mayoría de las disciplinas la profesión vinculada al doctorado es la docencia, lo que posiblemente sea lo que menos motive a un investigador.

«Mi recomendación sería que el que se plantee sacarse un doctorado lo haga porque realmente le interesa o le gusta el ámbito»

De hecho, el doctorado no te enseña a ser docente y muchas veces, por desgracia,  nos toca ser docentes de cosas que no son nuestro tema. Por tanto, el doctorado es más un medio para saciar tu curiosidad y capacitarte para ofrecer respuestas desde la posición que te otorga el rango académico. Al margen de estas cuestiones más trascendentales, hay gente a la que simplemente le interesa ponerse lo de "Dr. o Dra.", otros que pueden optar a mejoras de puesto dentro de su profesión y otros que quieren tener un plan B o que al no tener plan A optan por el ámbito académico. Motivos, por tanto, hay muchos. Relación entre objetivos y medios, poca. Mi recomendación sería que el que se plantee sacarse un doctorado lo haga porque realmente le interesa o le gusta el ámbito. Si lo hace con un objetivo instrumental (pensando en conseguir algo a cambio) creo que es mala opción. El título es solo el inicio y no es lo que te identifica como buen investigador.

Sobre el reconocimiento…
Creo que el doctorado ya no tiene ni el reconocimiento social que podía tener hace décadas, cuando tan solo unos pocos accedían a ese rango académico, ni el reconocimiento profesional que esperaríamos (ni hay trabajo para tanto doctor ni se destinan los fondos necesarios para nuestro desarrollo postdoctoral). También es cierto que uno no debería meterse en esta carrera de larga distancia por reconocimiento pues para eso hay titulaciones y profesiones mucho más pragmáticas. En España ser doctor, para la sociedad en general, significa ser médico por lo que nuestro doctorado (el de investigación) es visto más como algo de estudiosos sin comprender muy bien a qué nos dedicamos y realmente suscita poca atención. Por otro lado, en la carrera académica es tan solo el primer escalón por lo que al terminar el doctorado te das cuenta de que tan solo acabas de empezar y que ahora te toca iniciar el camino.

También es cierto que el poco reconocimiento empieza en nosotros mismos, en parte por la masificación del ámbito. En países de Latinoamérica donde es mucho más atípico ser doctorado el reconocimiento es infinitamente mayor. En otros como Canadá o EE.UU. ser investigador o profesor de universidad es una profesión de prestigio, reconocida y bien remunerada. En España creo que se ha desvirtuado el rango del profesional y la calidad. Ni ser doctor es garantía de mérito (hay muchas diferencias en dedicación y/o motivación por lo que la obtención del título no implica un nivel) ni el ámbito universitario tiene recursos como para poder considerar o reconocer a los docentes, no al menos a los que empezamos. 

¿Qué ha supuesto la tesis doctoral?
La obtención del título de doctor supuso un paso hacia delante, con cierta sensación de abismo pero a la par de libertad. A partir de ese momento eres tú y solo dependes de ti. Aunque puedas continuar vinculado al grupo en el que te formaste realmente es el momento de que busques tu camino, tus metas. A mí personalmente creo que solo me cambio oficialmente (ya era Ph.D.) pero realmente de "predoc" te sientes más protegido y con más recursos. Socialmente no cambia nada y laboralmente comienzas a competir por muy pocas plazas para muchos candidatos, lo que hace que más de una vez te replantees si ese es tu futuro. Al margen de la precariedad laboral que nos invade en esta época, creo que la carrera académica y el doctorado me han permitido expandirme, conocer distintos países y personas, tener una mayor capacidad de crítica y mejora. El día a día puede ser agotador, con clases, cursos y congresos, nacionales e internacionales, pero cuando miras hacia tras (una vez has superado todo) la sensación es muy gratificante y estás preparado para afrontar un nuevo reto aún mayor. Además, no todo es dar charlas y clases, por lo que conoces mucho mundo gracias a tu profesión, mundo que posiblemente no conocería si no fuese gracias a ello.

Por otro lado, la posesión del título te permite trabajar de tú a tú  con otros colegas del ámbito internacional. Por tanto, las recompensas muchas veces no son materiales y casi nunca son directas. Si algo aprendes a forjar con el doctorado y con la fase postdoctoral es la demora del refuerzo: siembras hoy esperando recoger frutos "algún día". 

Itziar Angulo

Profesora e investigadora de la Escuela de Ingeniería de Bilbao de la UPV/EHU. Premio extraordinario en el área de Ingeniería por la tesis "Modelo de canal para caracterizar la señal dispersada por un parque eólico en la banda UHF e influencia sobre la calidad de servicio de DVB-T".

«Disfrutar del camino es la forma de sobrellevar mejor la frustración que puede surgir por la precariedad de los contratos predoctorales»

¿Por qué estudiar un doctorado?
Yo creo que la mejor motivación es querer hacer una tesis, sentir esa inquietud investigadora, tener ganas de embarcarte en un proyecto de investigación a medio plazo. Disfrutar del camino es la forma de sobrellevar mejor la frustración que puede surgir por la precariedad de los contratos predoctorales o por la incertidumbre del futuro laboral que puede esperarte al acabar la tesis.

Sobre el reconocimiento…
No de igual manera. En el mundo académico es un mérito que se valora, pero falta un reconocimiento especialmente por parte de las empresas. En la mayoría no se valora un doctorado como experiencia laboral o como categoría profesional, sobre todo en ciertas disciplinas. A mí llegaron a decirme que hacer un doctorado siendo ingeniero es un suicidio laboral.

¿Qué ha supuesto la tesis doctoral?
A nivel personal ha sido una experiencia muy enriquecedora y satisfactoria. En el proceso siempre hay momentos mejores y peores, pero mi valoración general es muy positiva. A nivel laboral es otro aspecto. Hasta ahora he tenido la suerte de poder seguir con la investigación en la UPV/EHU gracias a ayudas postdoctorales y financiación procedente del grupo de investigación TSR en el que trabajo. Pero es un camino muy incierto, sin estabilidad ninguna, y eso es algo que empieza a pesar a estas alturas de mi vida.

 

Agradecimientos a Marta Pastor, Ismael Loinaz, Itziar Angulo, Jon Maiz y Virginia López de Maturana por el selfie que han mandado para hacer el montaje fotográfico.