Andrea Martin es graduada en Fisioterapia en la Universidad del País Vasco (EHU), y ha realizado el Máster en Envejecimiento Saludable y Calidad de Vida. Actualmente, es miembro del grupo de investigación Ageing On. El equipo de investigación ha puesto en marcha el proyecto "Prescripción personalizada de ejercicio físico en personas con cáncer: evaluación, triaje y programas adaptados" junto al Ayuntamiento de Leioa, sobre el que Andrea Martín realizará su tesis.

¿Por qué has elegido este proyecto para tu tesis?

El cáncer siempre ha sido un tema especial para mí, puesto que en mi entorno lo han sufrido muchas personas y eso ha influido directamente en mi trayectoria académica. Además, el ejercicio físico aporta grandes beneficios en la oncología, pero en la práctica muchas veces no se lleva a cabo correctamente: muchas personas no realizan actividad física por miedo o falta de orientación, y el personal no sabe a menudo cómo y hacia dónde canalizar a los y las pacientes. Mi deseo es contribuir a ello, ofreciendo más seguridad y oportunidades y dando a las personas la posibilidad de moverse y actuar según sus capacidades.

Además, este proyecto permitirá ofrecer al sistema sanitario una herramienta eficaz para que el personal sanitario pueda orientar a los y las pacientes de forma segura y adecuada. De esta manera, nuestro trabajo no solo será una ayuda directa, sino que llegará a mucha más gente y se creará la posibilidad de ofrecer una atención más personalizada y adecuada para cada persona. 

Por eso he elegido este proyecto para mi tesis doctoral: porque el tema del cáncer es especialmente importante para mí y, al mismo tiempo, permite ayudar a las personas directamente y extender el impacto del proyecto al mayor número de personas posible.

 «El cáncer siempre ha sido un tema especial para mí, puesto que en mi entorno lo han sufrido muchas personas y eso ha influido directamente en mi trayectoria académica»

¿Cuál es el objetivo del proyecto?

El objetivo principal de este proyecto es prescribir ejercicio físico personalizado a las personas que padecen cáncer, garantizando unas intervenciones que mejoren la salud y sean seguras. Para ello, se han planteado estos objetivos concretos:

1. Desarrollar un sistema de triaje para la valoración, clasificación y derivación de personas con cáncer y evaluar su viabilidad.
2. Establecer y evaluar un programa de ejercicio físico personalizado para las personas que padecen cáncer.

Se suele decir que las personas con cáncer tienen hacer una vida tranquila… ¿estáis a favor de la actividad física?

Sí, pero de una manera adecuada y en su justa medida. 

Las recomendaciones de los últimos años han demostrado que el ejercicio físico es un valioso complemento para el tratamiento. Una adecuada actividad física puede reducir la fatiga y los síntomas de la depresión y la ansiedad, mejorar la fuerza muscular y la función cardiovascular, y aumentar la autonomía en las actividades cotidianas, entre otras cosas.

De todos modos, no sucede lo mismo con todas las personas: hay que tener en cuenta el momento del tratamiento, el tipo de diagnóstico y la capacidad física. Por eso solemos decir que actividad física “sí”, pero siempre con una rigurosa evaluación y el seguimiento profesional.

También diseñaréis programas adaptados y seguros. ¿Qué significa eso?

La adaptación es minuciosa, teniendo en cuenta todas las lesiones o los riesgos. Por ejemplo:

• Las personas con metástasis óseas deben evitar ejercicios con una carga axial elevada (por ejemplo, squat profundos o saltos). Pueden sustituir dichos ejercicios por otros de palanca mecánica pequeña o los ejercicios isométricos, siempre bajo un control riguroso.
• Por otra parte, en el caso de las personas con cáncer de mama y linfedema, los ejercicios de los brazos se realizarán de forma progresiva, utilizando medias de compresión y realizando un control del volumen.
• En el caso de los y las pacientes con neuropatía periférica, en caso de riesgo de equilibrio, se recomendarán ejercicios específicos para trabajar la presión y estabilidad de la planta del pie.
• Las personas que han sufrido cirugía abdominal o torácica, en la fase de curación de la cicatriz, deberán evitar movimientos de alta presión abdominal.

Diseñamos los programas tomando en cuenta todo ese tipo de detalles, incluyendo las palancas, las cargas... para garantizar la seguridad y la eficiencia.

Andrea Martin: «Realizaremos la valoración de cada participante a través de un sistema de triaje de cuatro pasos, basado en las investigaciones más novedosas y en la experiencia de nuestro equipo»

Vais a desarrollar un sistema de evaluación pionero. ¿En qué consiste?

Realizaremos la valoración de cada participante a través de un sistema de triaje de cuatro pasos, basado en las investigaciones más novedosas y en la experiencia de nuestro equipo:

1. Le preguntaremos si cumple las recomendaciones de ejercicio: 3 veces a la semana 30 minutos de ejercicio aeróbico moderado como mínimo, y 2 veces a la semana 30 minutos de fuerza.
2. También se determinará si el tratamiento oncológico está finalizado.
3. Se valorará el nivel de funcionamiento a través de la escala ECOG-PS (0: actividad total; 4: actividad prácticamente limitada).
4. Se realizará la prueba Timed Up and Go, que consiste en medir el tiempo que se necesita para realizar estos movimientos: levantarse de la silla, caminar 3 metros, dar la vuelta y sentarse de nuevo. El objetivo de dicha prueba es evaluar el riesgo de caída.

En función de los resultados obtenidos, se derivará al paciente o a la paciente a uno de los programas de ejercicios de tres niveles con la intensidad y el nivel de seguimiento que precise.

¿Qué debe hacer quien quiera participar en el proyecto? ¿Cuáles son las condiciones?

Las personas interesadas en participar deberán acudir al centro de salud de Leioa y preguntar por el programa de ejercicio oncológico. En dicho centro de salud se comprobará si cumplen estos requisitos:

• Ser mayor de 18 años.
• Cáncer diagnosticado en los últimos 10 años.
• Tener capacidad para participar en las evaluaciones y sesiones de ejercicio físico.

Asimismo, el personal sanitario valorará si existe alguna situación que imposibilite la realización del programa, tales como las situaciones clínicas inestables, la imposibilidad de realizar ejercicio físico de forma segura o la participación simultánea en otra investigación sobre el ejercicio físico.

¿Cuál es el perfil que buscáis para participar en el proyecto?

No tenemos un perfil específico. Nuestra intención es llegar al mayor número de personas posible y ampliar sus beneficios. Cualquier persona que cumpla las condiciones anteriores es aceptada, sin hacer ninguna distinción en relación al tipo de cáncer o el momento del tratamiento.

«La duración del programa es de tres meses, pero una vez pasado ese tiempo no dejamos solo o sola al o a la participante»

¿Y qué sucede tras esa intervención que dura tres meses?

La duración del programa es de tres meses, pero una vez pasado ese tiempo no dejamos solo o sola al o a la participante: derivaremos al paciente o a la paciente al servicio de orientación de la actividad física de Leioa, donde le ayudarán a encontrar una actividad o grupo deportivo comunitario que se adapte a sus nuevas necesidades. El objetivo es que la rutina de hacer ejercicio tenga continuidad, se convierta en hábito y a largo plazo siga siendo beneficioso para la salud.