Los 27 estudiantes del máster Erasmus Mundus Architectural and Urban Contemporary Heritage-ARURCOHE’ de la Universidad del País Vasco, procedentes de países de todo el mundo: Pakistán, Albania, Brasil, Corea, Portugal, Grecia, Turquía, México, China, Paraguay y Siria, recogieron su diploma en un acto celebrado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, en Donostia / San Sebastián, quien coordina este programa de excelencia. El Consorcio lo completan la Escuela de Arquitectura del Politecnico di Torino (Italia) y la de Kaunas University of Technology (de Lituania). Los 27 mejores estudiantes de Arquitectura e Ingeniería Civil a nivel internacional seleccionados realizaron la primera parte del curso (seis meses) en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPV/EHU, en Donostia / San Sebastián. La segunda parte (otros seis meses), la realizaron en Politecnico di Torino mientras que la tercera parte (misma duración) la desarrollaron indistintamente en de Kaunas University of Technology o en el Politecnico di Torino, incluyendo una nueva estancia en la escuela donostiarra durante dos semanas durante el tercer semestre. Los Trabajos Fin de Máster los defendieron tanto en Turín como en Kaunas con un tribunal mixto formado por profesorado implicado de cada Universidad.

“Ha sido la primera edición del máster-explica su director y profesor de la escuela donostiarra, Lauren Etxepare. Si bien ha sido fruto de un trabajo de equipo, se trata de un proyecto articulado en torno al profesor Santiago Sánchez Beitia. Fue él quien eligió el tema y la visión: la arquitectura contemporánea, su cuidado e intervención sobre ella; fue él quien buscó los partners internacionales, y lo más difícil: convencer a la Unión Europea para que aceptara y financiara el máster. Gracias a todo ello, algunos profesores de la Escuela han tenido la oportunidad de enseñar en un máster internacional, con estudiantado extranjero, procedentes de todo el mundo. Ha sido muy enriquecedor para todos, y no sólo hemos enseñado, sino que hemos aprendido mucho, gracias a los trabajos y ejercicios realizados por los estudiantes”.

Rodrigo Pereira dos Reis, procedente de Brasil, y Areej Mahmood Awan, de Pakistán, son dos de los 27 estudiantes que han participado en el máster. La selección de estudiantes se llevó a cabo entre más de 300 solicitudes. Para Areej la experiencia ha superado todas sus expectativas. Reconoce que Donostia le ha dejado una huella imborrable y que el máster además de enriquecerle académicamente ha sido “profundamente estimulante a nivel personal”. Destaca la oportunidad que ha tenido de participar en “enriquecedoras conversaciones” con profesionales y académicos de diversos campos, quienes le han aportado un “inmenso conocimiento y perspectiva”. La visita a obras realizadas por arquitectos de renombre y compartir ideas con una comunidad tan diversa y experta “ha hecho que la experiencia haya sido verdaderamente transformadora”.

Experiencia enriquecedora

De la misma opinión positiva es su compañero Rodrigo quien califica la experiencia de “emocionante, desafiante y también muy enriquecedora en muchos sentidos”.  Considera que uno de los mayores desafíos de la arquitectura hoy en día es trabajar con las estructuras y ciudades existentes para dar respuesta a nuevas demandas, tanto sociales como ambientales. “En este sentido, el máster nos ofreció herramientas técnicas muy valiosas, como el uso de tecnologías de escáner 3D, fotogrametría, nubes de puntos, impresión 3D, diagnóstico de patologías y reparación de estructuras diversas como el hormigón y la madera, así como metodologías de participación social aplicadas al planeamiento urbano. Además, en mi caso, que tengo interés en realizar un doctorado en esta área, fue una oportunidad importante para trabajar en profundidad aspectos como la metodología y la estructuración de la investigación”.

Ambos están de acuerdo en que la protección, conservación y rehabilitación del patrimonio arquitectónico y urbano contemporáneo es fundamental pero también un gran desafío. “Cuando hablamos de patrimonio contemporáneo-explica Rodrigo-, nos referimos generalmente a construcciones del siglo XX. Uno de los principales problemas es la falta de reconocimiento como patrimonio, ya sea por la cercanía temporal o por la desvalorización de ciertos estilos arquitectónicos. También existen desafíos técnicos, como la conservación de materiales y sistemas constructivos modernos (por ejemplo, el hormigón armado o las fachadas de vidrio) y la necesidad de adaptar estos edificios a los estándares actuales de confort y eficiencia energética. Además, el crecimiento urbano acelerado y la cantidad masiva de construcciones del siglo XX hacen que haya numerosos edificios, complejos industriales y áreas urbanas con gran valor cultural que se encuentran hoy en estado de abandono o degradación”.

Ciudades del futuro

Mirando al futuro, las ciudades serán en su opinión cada vez más interconectadas, sostenibles y adaptables a las necesidades cambiantes de sus habitantes. “Dado que la rápida urbanización y el cambio climático son grandes desafíos, la arquitectura y el urbanismo deberán centrarse más en la creación de espacios flexibles y resilientes que puedan evolucionar con el tiempo. Las ciudades inteligentes, donde la tecnología desempeña un papel fundamental en la optimización de recursos y la mejora de la calidad de vida, están sin duda en auge. Pero, al mismo tiempo, también se hará un gran hincapié en la preservación del patrimonio y en garantizar que las ciudades sean inclusivas y accesibles para todos. Creo que el futuro de la arquitectura y el urbanismo consistirá en equilibrar la innovación con la sostenibilidad y el diseño centrado en el ser humano”, subraya Areej. Su compañero Rodrigo coincide en la visión de un futuro donde las ciudades serán “más sostenibles, pensadas para el encuentro entre las personas y, no solo para los coches, y que respondan a los desafíos sociales actuales, garantizando vidas más dignas y plenas para todos y todas”, concluye.